Para el VADERETO de este mes, nuestro compañero Jose Antonio desde el Blog JACSNET nos propone el siguiente reto:
“Imaginad que tenéis los ojos cerrados. No estáis durmiendo profundamente, solo relajados. Sentís un confortable y placentero momento de paz. Así que, mantenéis la oscuridad en vuestra mente y saboreáis ese instante. Pero, súbitamente, oís una voz que os susurra… ¡ABRE LOS OJOS!"
Y al abrirlos, en medio de la oscuridad, solo veis esto:
Esta es la propuesta de este mes: seguid la historia. ¿Susto, sorpresa, estupor, desconcierto, confusión…? ¿Terror, fantasía, intriga, romance, seducción…? El reto está servido.
Aquí podeis encontrar el resto de relatos participantes:
"CONCIENCIA"
Como cada mañana, me levanté al oír el despertador, entré en la ducha, desayuné mis cereales y después de vestirme precipitadamente, me marché volando camino a la estación de tren para ir a trabajar. Y como otros días, al llegar al andén vi cómo se me escapaba el tren en mis narices. Resignado, me senté en un banco y después de unos minutos en los que se disipó mi enfado, cerré los ojos y me venció el sueño. Llevaba meses sin pegar ojo por las noches y luego me dormía en cualquier sitio durante el día.
No sé cuánto rato estuve así, entre la realidad y un extraño sueño ya recurrente desde hacía semanas y que me asaltaba en cualquier momento y lugar. Fue entonces cuando se me aparecieron aquellos ojos brillantes y aquella voz acusadora, desgraciadamente ya conocida para mi, que dentro de mi mente me susurraba:
“-¡Abre los Ojos! Y despierta ya de esta fantasía. ¿Cómo has podido levantarte como cada mañana, sin pararte a pensar ni un segundo lo que pasó aquel día? ¿Estas tranquilo contigo mismo, te sientes satisfecho de todo lo que ha ocurrido? ¿Podrás soportar mirarte al espejo y seguir adelante con tu vida, sin darle ninguna importancia? ¿Serás capaz?
No pienses ni por un momento que esto quedará así. Yo me encargaré cada mañana de tu vida, de recordarte de qué pasta estás hecho, que y como ocurrió todo y tengas bien presente que tus actos tienen consecuencias. ¿Podrás dirigirles la palabra a tus familiares y amigos como si nada hubiera pasado? ¿Qué pensarían ellos de ti si supieran que clase de persona eres y en qué monstruo te has convertido? Tarde o temprano sabrán la verdad, y entonces ¿podrás siquiera mirarles a la cara?
Tu ahora no lo sabes, pero estás recluido en tu propia prisión. Reflexiona sobre lo que has hecho, y busca una salida, porque siempre la hay. No puedes deshacer lo que has hecho, pero sí puedes liberarte de esta carga, que te acompañará por el resto de tus días. Es una carga muy pesada, ¿podrás soportarla? Si te flaquean las fuerzas solo tienes que pedírmelo y yo te ayudaré a que desaparezca. Se valiente y actúa. Es lo menos que puedes hacer, ella se lo merece”.
Sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo, me heló la sangre al mismo tiempo se me aceleró el pulso a sentir que me quedaba sin respiración. Entonces fue cuando abrí los ojos y en ese instante oí desde el túnel el sonido que avisaba de la inminente llegada del tren. Sin dejar pasar un segundo más, me levanté del banco en el que estaba sentado y me dirigí al borde del andén donde me dejé caer justo cuando pasaba el tren.
Mi misión ahora es, como me pasó a mi aquel día, aparecer en la mente de otros y despertar esa conciencia dormida suya y hacerles ver si merecen o no ver empezar un nuevo día.
Uff, debe ser horrible ese tipo de pesadilla y remordimiento que no te deja vivir .
ResponEliminaLo has plasmado de maravilla, el fantasma errante ya tiene una misión que hacer.
Un fuerte abrazo, felices sueños , nada de pesadillas.
La mala conciencia y los remordimientos deben ser unos de los peores compañeros de viaje! Un abrazote Campirela!
EliminaHola, Marifelita.
ResponEliminaUn relato tremendo, que implica una gran determinación.
La conciencia es una fiel compañera que nos puede aconsejar para bien o para mal. A veces es buena compañía, pero otras, se convierte en una torturadora inclemente que te machaca sin descanso.
Con tu relato se puede uno imaginar perfectamente los instantes precedentes al momento culmen de cualquier suicida. Esa machacona insistencia para acabar con todo.
En este caso, le añades a la historia un genial toque sobrenatural para convertir al protagonista en fantasmal conciencia de otros desdichados.
Un magnífico cuento que invita a reflexionar sobre nuestras acciones y sus consecuencias. Sobre la carga que conllevan y el final al que nos llevará.
Enhorabuena. Muchas gracias.
Un abrazo.
Hola Jose Antonio!
EliminaEncantada de participar de nuevo en tu reto mensual! Efectivamente la buena conciencia nos deja dormir tranquilos cada noche, pero la mala nos puede llevar a la desesperación y llegar a ser una consejera implacable!
Muchas gracias por tus comentarios y un abrazote!
¡Un texto que me recuerda a los relatos de Poe! Y eso me encanta ♥
ResponEliminaBesitos.
Ostras Noelia! Tremenda comparación la tuya! Te lo agradezco! Ja, ja! Un besote!
EliminaVaya! ese bucle infinito una mañana tras otra con la conciencia a cuestas ha quedado espectacular! Bss
ResponEliminaGracias Sylvia! La persistencia de la conciencia puede ser muy peligrosa! Un besote!
EliminaHola Marifelita, tremendo relato. Por algo dicen que la mente es la voz de la conciencia y nuestras culpas, y tu has plasmado a la perfección, esa voz. Un final desgarrador. Te aplaudo. Un abrazo
ResponEliminaLa voz de la conciencia puede ser muy persuasiva y darnos muy mala vida! Ja, ja! Un abrazote Nuria!
EliminaSi hay algo que puede sacudir todo nuestro mundo y hacernos reflexionar es una mala conciencia! Gracias Ana! Un abrazote!
ResponElimina¡Hola, Marifelita! Tremendo relato. Nada se cuenta del motivo por el que ese impertinente personaje que se llama conciencia decidió invitarse a la mente del protagonista. Eso es un acierto, que cada lector imagine qué pudo hacer. Lo importante es cómo Conciencia se queda pegada a nuestra espalda, como único testigo, juez y verdugo de nuestros actos. Un acierto personificarla y, además, dejarla libre en ese final en busca de otra víctima. No creo que tarde mucho en encontrarla. Un abrazo!
ResponEliminaSi, implacable! Como un fantasma buscando una nueva víctima a quien torturar con su verdad! Un abrazote!
Elimina¡Uf! Qué historia...
ResponEliminaMuy buena... Me ha dejado un rato pensando... "Mi misión ahora..."
Me ha parecido excelente el modo en que lo has narrado, reflejando toda la angustia de esa voz, y super sensacional la idea. Menuda maldición...
Un abrazo!
Ha de ser toda una maldición que tu conciencia no te deje vivir, sumergido constantemente en la angustia de lo que uno hizo o no hizo! Un abrazote Volarela!
EliminaHola Marifelita.
ResponElimina¡Terrible relato! Esa conciencia acosando todos los días al personaje hasta que logra su suicidio. ¡Muy bien logrado! Nos transmites su tremenda angustia.
Un abrazo.
Efectivamente, sufrir de mala conciencia ha de ser muy angustioso! Quizá no todo el mundo tenga fortaleza para soportar un peso así! Un abrazote!
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