Para celebrar hoy el "Día de la mujer escritora", comparto mi participación al Concurso de EL TINTERO DE ORO, del mes de Octubre. La propuesta es escribir un relato basado en una historia de amor con trabas o prejuicios sociales.
EL SOBRINO
Lo vi por primera vez en el parque, era verano y llevaba unos
simples pantalones cortos y unas sandalias. Mientras en algún móvil sonaba una
música alegre y pegadiza, él aun estando sentado, bailaba al ritmo de la
canción. Tendría unos veinte años, parecía desnutrido y sin lugar a donde ir. Pasaron
unos días y coincidí en un par de ocasiones más, viéndolo pulular por la calle
sin rumbo. Yo salía del supermercado, me dio pena y le di un cartón de leche y
unas galletas. Él, muy educado me dio las gracias sin más.
Estaba intrigada por su situación y a riesgo de que me dijera que me metiera en mis asuntos, me atreví a preguntarle si buscaba trabajo. Sonriente me dijo que depende de lo que fuera. Le sugerí que, si me ayudaba a mí y a unas vecinas mayores como yo, a subir la compra a casa, ya que no teníamos ascensor en la finca, le podía ofrecer un plato de comida cada día. Él, aunque sorprendido, acepto encantado diciéndome:
—¿Cuándo empezamos señora?
Ese mismo día subió la compra a casa y se sentó a comer
conmigo. Le ofrecí una fuente de ensaladilla que sobró del domingo y se comió
dos platos hasta arriba, estaba hambriento. Al despedirnos le di un par de
camisetas y unos bermudas que le compré a mi nieto mayor para su cumpleaños, y
que en un año no había tenido ni tiempo ni interés en venir a buscarlos.
No es que me importara verlo semidesnudo, pero pensé que no
era la mejor manera de moverse por el barrio y entrar en casa de mis vecinas. Si
se afeitaba, se cortaba el pelo y decía que era mi sobrino, conseguiría que más
vecinas solicitaran su ayuda.
Ese verano vino cada mediodía a casa a comer y charlábamos de casi todo, me explicaba cosas de su país y su familia, que hacía años que no veía. Yo no sabía dónde estaba los fines de semana ni tampoco donde dormía por las noches. Siempre esquivaba el tema hasta que le pregunté si no tenía amigos que pudieran ayudarle a conseguir un trabajo, y me contesto:
— ¡Yo aquí no me puedo fiar de nadie!
¡No tengo amigos y todo el mundo quiere aprovecharse de mí!
Con
el tiempo me contó la verdad. Solía dormir en la calle, se aseaba como podía en
las fuentes, pasaba el resto del día por mi barrio con los recados de mis
vecinas, y por la noche se marchaba al centro, en búsqueda de otro tipo “de
clientela”. Si tenía buena noche podría cenar algo y dormir en alguna pensión,
pero si no, le tocaría dormir en un portal o en un banco de la calle.
Me
aterrorizaba pensar que ese joven se dedicaba a la prostitución y no tenía un
techo donde cobijarse. Me dejó helada y tardé unos días en reaccionar. Después
de darle muchas vueltas decidí ofrecerle mi sofá para dormir cada noche, a
cambio de que hiciera algunas chapuzas por el barrio, ya me encargaría yo de correr
la voz y buscar clientela, como con los recados. Pintura, fontanería, montar
muebles o limpieza de escaleras, la gente mayor agradecemos esa ayuda. Venía el
invierno, solo pensar que tenía que dormir en la calle, no podía permitirlo.
Cuando
aceptó mi propuesta, decidí hacer limpieza de armarios y dejarle sitio para sus
pocas cosas. Por fin saqué la ropa de mi marido, no sé por qué la había
guardado tantos años.
Por supuesto no se me ocurrió contarles a mis hijos que tenía en casa a un chico de la calle. No lo hubieran entendido y me habrían llenado la cabeza de miedos:
— ¿Cómo se te ocurre meter a un extraño en casa? ¿Y si te roba, o algo peor?
Siempre
han pensado que soy tonta, pero desde que me quedé viuda, no se fían ni de mi
ni de mis decisiones.
Lo que fue un encuentro casual en la calle, derivó en un acto
de buena voluntad y más tarde se convirtió en una amistad, acabo siendo una
relación algo más íntima, ya que aun pudiendo ser yo casi su abuela, empezó a
despertar en mí ciertos sentimientos. Al principio pensé que eran más
maternales pero con los meses me di cuenta que eran muy carnales. No sabemos
aún como del sofá pasó a dormir a la habitación de al lado, y de allí a mi cama
antes del siguiente verano.
Para mí, es una nueva historia de amor, una segunda
oportunidad. Me siento enamorada y hasta más joven, aunque solo sea una
ilusión. Él me dice que cuidará de mi para siempre, que me quiere y me lo
demuestra de muchas formas, o al menos yo me siento querida, que es lo más
importante. Soy consciente que no durará mucho, pero lo disfrutaré al máximo,
no estoy para perder el tiempo ni oportunidades.
Sé que no está conmigo por dinero, el piso no es mío, es de
mis hijos, y mi pensión no alcanza para vivir los dos. Él ha empezado a
estudiar por las mañanas y por las tardes trabaja en un bar de camarero. Mis
vecinas me dicen lo cambiado que está mi sobrino ahora, no parece el mismo de
cuando se lo presenté. Y es que los demás no están preparados para explicarles
la verdad, creo que no lo entenderían.
Es difícil que lo entiendan ;)
ResponEliminaBesos.
Ciertas situaciones que terceros lo entienden mejor, y los familiares cercanos se estiran de los pelos. Desde la distancia todo parece siempre más normal y aceptable, verdad? Aunque hay muchos tabus que romper todavía! Un beso!
EliminaMe gusto la historia bien podría ser verdad, el amor es asi, no hay que dar explicaciones simplemente vivirlo . Los demás y el que dirán no importa.
ResponEliminaUn beso y muy feliz tarde.
Por suerte vamos avanzando y en general la gente suele ser más abierta con situaciones distintas a las establecidas, pero habrá que dejar pasar aun más tiempo para que sean aceptadas! Un beso!
EliminaMuchas gracias por participar con este relato en el homenaje a Fitzgerald. Un abrazo y suerte.
ResponEliminaGracias a vosotros Marta, por darnos la oportunidad! Un abrazo a todos!
EliminaSí, lo mejor es el silencio. Abrirle la puerta al prejuicio ajeno en muchas ocasiones es estropearlo todo. Me gustó mucho. Un abrazo
ResponEliminaExactamente, explicar a los demás es darles pie a opinar. Y si ya sabes cual va a ser la respuesta y no te va a gustar, quizá la mejor opción es no compartirlo! Un abrazo!
EliminaNo, no lo entenderían...
ResponEliminaMuy buena historia, muy natural todo el proceso, es que podría ser real.
Un abrazo .)
Seguro que hay muchas relaciones distintas, más de las que nos pensamos. Y precisamente por culpa de los prejuicios se mantienen en secreto y eso da una falta sensación de que las nuestras son las naturales, porque siguen el patrón establecido. Un abrazo!
EliminaUff!!! Yo lo veo desde fuera y se me ponen los pelos de punta. Menos mal que no es mi madre.
ResponEliminaPodría acabar como el rosario de la aurora. La gente mayor se fía demasiado... Tú misma incidiste en que elnpiso no era de ella. Suena a justificación.
El nieto no ir a por los regalos, buena excusa para ver a su abuela. Muy mal, la verdad. Se merece una colleja.
Es lo primero que pensaría cualquiera desde fuera, que una relación así es por algún tipo de interés! Nuestra cabeza no puede asimilar ciertas cosas! Pero siempre hay gente que se revela a lo establecido! Un saludo!
EliminaEs normal pensar así, porque todos estamos educados en cierta idea de la familia formal y en lo que en normal y lo que no lo es. Con el tiempo seguro que habrá una "normalidad" más amplia, de la que podrán disfrutar, espero, las futuras generaciones. Un saludo!
ResponEliminaTu relato muestra que algunas situaciones sentimentales, que se comprenden en los señores mayores (cariño, compañía, ayuda, cobijo...), no se valoran del mismo modo en las señoras mayores. No soy de juzgar comportamientos ajenos. Pero es de comprender que los hijos no aprobasen esa acogida tan estrecha que oculta su madre.
ResponEliminaUn saludo.
La diferencia de edad ya se empieza a tolerar, si la persona mayor es un señor. Hay cierta tendencia a no valorar la situación de igual modo, cambia mucho si la anciana es la señora. Es inevitable juzgar el tema más severamente si uno es un familiar! Un saludo!
EliminaHola Mari-fe , un relato muy tierno y con muy buen fondo
ResponEliminagracias a la ayuda de la anciana , el joven pudo ganarse la vida honradamente , por un momento pensé que este le robaría.
pero veo que me equivoque , te deseo mucha suerte en el reto , besos de flor.
Las relaciones siempre van, independientemente del momento y la edad, de lo que uno le puede aportar al otro y viceversa. Si ambos están conformes, la relación puede ser feliz y duradera, si los prejuicios ajenos lo permiten, claro. Besos!
Elimina¿Para qué contar a alguien lo que no va a entender? Mejor vivir y disfrutarlo, sin prejuicios ni injerencias externas. Cada cual es muy libre de vivir como quiera y con quien quiera. Se trata de ser feliz, dure lo que dure. Me ha gustado mucho. Un abrazo!
ResponEliminaEl secreto para disfrutar de una buena vida es no perder tiempo pensando en el qué dirán. Vivir el momento, tal como venga, y sin perjudicar al prójimo! Una vida ideal! Un abrazo!
EliminaMuy buen relato, centrado en no dar explicaciones, Te deseo suerte.
ResponEliminaEfectivamente, la vida es más sencilla contra menos explicaciones! Gracias! Un saludo!
EliminaHola Marifelita me ha encantado tu historia un amor maduro y un primer amor. Ojala les dure mucho. suerte.
ResponEliminaGracias Ainhoa! Se podría decir que es la combinación de un amor entre una mujer madura e inocente y un joven muy experimentado! Como tu dices, un amor maduro que se vive como si fuera el primero! Un abrazo!
EliminaEn el amor no hay que dar muchas explicaciones a nadie. Es importante aprovechar esas oportunidades que surgen de improviso sin mediar otros intereses como los económicos. Todos necesitamos esa dosis de calor humano que nos haga sentir necesarios y queridos.
ResponEliminaUn abrazo.
Si hay algo que tenemos en común todo el mundo creo yo, es que en el amor buscamos precisamente eso, calor humano, compañía, sentirnos queridos y necesitados por alguien! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita.
ResponEliminaNo me gusta nada ser moralista y menos aún con la literatura. Me importa de tu historia si está bien contada o no, y desde luego lo está desde el punto de vista de "la tía" del sobrino, que se pone el mundo por montera y tiene derecho incluso a equivocarse. A vivir que son dos días.
Gracias Tara! Efectivamente la vida está para disfrutarla y tenemos derecho a equivocarnos, total, nosotros mismos pagaremos las consecuencias... Un abrazo!
EliminaMe gustó mucho tu historia, la realidad es que estas historias de amor son poco entendidas por el resto del mundo,
ResponEliminay lo cierto es que no importa lo que duren sino que sus protagonistas sean felices,. Un abrazo, PATRICIA F.
Gracias Patricia! Yo también pienso que si a los valientes enamorados les está bien, es lo más importante! Aunque sería ideal que se sintieran comprendidos o apoyados por los suyos! Un abrazo!
Eliminaeste de la edad esuno de los mas fuertes taboos que existe. y ademas existe la posibilidad de que te toque de cerca, mas que otros y sin duda muchos se frustran, y no llegan a producirse po miedo.
ResponEliminaaparte del prejuicio , has buscado muy bien le inicio de la relacion , muy original y posible. Mantener el secreto será una ardua tarea
beosss, amiga
No imagino algo más frustrante en la vida de alguien que negarse un amor por miedo a los prejuicios ajenos! Es una pena que ocultarlo sea la opción más fácil en muchos casos, para no verse juzgado por los más próximos! Un besote, amigo!
EliminaHola, Marifelita. Una historia que nos demuestra que no hay barreras cuando hay amor. Un abrazo
ResponEliminaClaro que si! Ese es el espiritu! El mundo y el amor es para los valientes! Ja ja! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita me encanta porque has escrito un verdadero relato que cumple con las condiciones del concurso en esta ocasión. Un amor que rompe esquemas, que va contra viento y marea y se logra. Me ha gustado mucho. Saludos.
ResponEliminaGracias Ana! Esperemos que los protagonistas disfruten de su romance mucho tiempo, aunque sea de forma clandestina! Je, je! Un abrazo!
EliminaLas cosas pasan, y la vida también pasa... no se si se podria cuestionar o no la manera, pero te dire algo. Vivir con miedo, trae mucho sufrimiento, y el atrevimiento puede convertirse en dolor, pero quien podría adivinarlo?
ResponEliminaEn ocasiones el miedo nos limita y nos impide hacer lo que deseamos. En otras somos osados y nos tiramos a la piscina y nos equivocamos. Ambas situaciones nos pueden hacer sufrir. Tendremos que decidir cual preferimos verdad? Un abrazo!
EliminaBueno, no es mal visto que el hombre sea mayor, pero sí que la mujer lo sea y eso es prejuicio arraigado. El ritmo de las cosas no da pie a pensar que se ha aprovechado de su situación, así que, a cuidarse mutuamente y disfrutar el tiempo, mucho o poco que estén juntos.
ResponEliminaUn bonito relato, habla de un corazón empático y uno agradecido.
Abrazo
Efectivamente, dentro de algunos prejuicios, las mujeres tampoco están al mismo nivel que los hombres, parece ser! En las relaciones como todo, al final lo importante es que esas dos personas encuentren en el otro lo que necesitan para ser felices! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita. Los protagonistas lo tiene todo para ser un amor prohibido, él un vagabundo que se prostituye, ella una mujer mayor, viuda y con nietos. Son muchos los prejuicios sociales que deben derribar. Sin embargo el amor surge cuando y donde menos se lo espera, y durará lo que dure para esta pareja tan peculiar. Mucha suerte, un saludo.
ResponEliminaSituación difícil y complicada donde las haya! Ya dependerá de los valientes protagonistas hacerla durar lo que se pueda o les permitan! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Una historia muy bien contada, natural y real como la vida misma, a pesar de tantas diferencias que podrían separarlos, al final los han juntado de manera definitiva. Maravillosa. ¡Muy buen trabajo!
ResponEliminaSuerte con el concurso. Un abrazo.
Gracias MJ! Imagino que al final para ser uno feliz se trata de buscar en los otros las coincidencias y olvidarse de las diferencias! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaHola, Marifelita. Si ya es difícil que la sociedad acepte una relación en la que la mujer tenga 20 años más qud el hombre, ¿cómo va aceptar una entre una anciana y un joven?
ResponEliminaUn relato para pensar, sin lugar a dudas.
Muy buen trabajo.
Si, en esta sociedad nuestra hay todavia muchos prejuicios que derrotar! Saludos!
EliminaHola, Marifelita. En cuanto al fondo del relato planteas una ruptura con lo convencianal. En el amor, como en la vida en general, tenemos que aceptar las decisiones de los demás sin condenarlas y menos con una moralidad rancia y llena de prejuicios. Las diferencias de edad en las parejas, aunque no sean frecuentes, se dan. Vive y deja vivir. En cuanto a lo formal está bien planteado y llevado. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponEliminaEse es el secreto para vivir mejor: Vive y deja vivir. Pero hay gente que se le olvida! Sin duda sería un mundo más feliz! Un abrazo!
EliminaPues me ha gustado mucho tu relato, pues pones sobre la palestra uno de los hábitos, costumbres o comportamientos más habituales de la especie humana por su herencia biológica. Las relaciones entre parejas con una diferencia de edad en perjuicio de la mujer no se ven del mismo modo que si fueran a la inversa. Como bien dices, poco a poco, todo va cambiando aunque muy condicionado por cada tipo de sociedad en la que pueda desarrollarse esa relación. Buen relato de amor.
ResponEliminaMe ha gustado el relato. Suerte en el Tintero. Un abrazo.
Si, los cambios van tan poco a poco que a veces desesperan! Habra que actuar y seguir esperando con paciencia! Gracias y un abrazo!
EliminaHola Marifelita, un amor prohibido, él se prostituye, ella una mujer viuda y con nietos. Son prejuicios sociales que deben terminar. Pero el amor surge cuando y donde menos se le espera. Una bella historia. Abrazos
ResponEliminaEl amor es como la suerte, caprichoso! Y surge cuando y donde menos te lo esperas! Sea como sea, no hay que dejarlo escapar! Un abrazo!
EliminaHola.. Excelente historia de amor la que nos cuentas y con la cual nos paseas por los más clasicos prejuicios. Aunque soy partidario del "Vive y deja vivir", pienso que es una situación que se presta para mucha polémica y que puede tornarse muy dificil cuando nos toca cercanamente... felicitaciones, es una relato excelente que me ha gustado mucho.
ResponEliminaGracias! Como siempre que hablamos de prejuicios, es mas facil comprender cuando la situacion la vive otro! Nos queda mucho trabajo por hacer! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Me gusta la evolución que toma la historia y como los dos personajes hacen lo propio. Es curioso que si en vez una vieja fuera un viejo y una sobrina no estaría tan mal visto, cuantos curas con sobrinas ha habido y seguramente haya aún.
ResponEliminaAhora, en serio, me parece un relato muy apropiado para el concurso porque a pesar de todo los personajes son honestos entre ellos con los secundarios no pueden porque los prejuicios cegarían su mente. Y porque en esta ocasión se equivocan, no todas las relaciones con semejante diferencia de edad son por interés.
Saludos y suerte.
Claro, si es que esto de las relaciones "inapropiadas" es muy antiguo. Por suerte la gente al final acaba haciendo lo que desea, desgraciadamente aun hay gente que se oculta. Un abrazo!
EliminaNunca es tarde. Los prejuicios mejor apartarlos. Estoy con esta señora, si le apetece vivir que viva, de eso precisamente trata la vida, de vivir. Muy bien narrada la historia. Suerte en el tintero.
ResponEliminaSaludos.
Cuando uno se hace mayor, yo creo que concentra sus esfuerzos en las personas que la quieren, y las cosas que la hacen sentir bien! Y es una buena cosa, buscar la felicidad en esa etapa de la vida, no sabe uno cuanto tiempo durará! No hay tiempo que perder! Un saludo!
EliminaHola, Marifelita, no sé si la relación será duradera o no, pero que le quiten lo bailao, y lo que va delante va delante. Los prejuicios son tan dañinos que a veces vale la pena querer aparentar otra cosa en pos de un bienestar agradecido, que si no nos dejamos llevar y cuando se terminan las cosas nos damos cuenta de lo tont@s que fuimos.
ResponEliminaGenial aporte, original y diferente al resto.
Un abrazo!
Gracias Pepe! Si es que al final nuestra prioridad tendría que ser intentar ser felices sin perjudicar a nadie! Que la vida son dos días! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita, una historia que pocos entienden , pero si son felices quien somos los demás para criticarlo.
ResponEliminaLa situación está muy bien narrada, al principio podemos pensar que las intenciones no van a ser sinceras por parte del supuesto sobrino, pero al final la cosas cambian y el amor triunfa.
Me gustó . Suerte en el concurso
Puri
Gracias Puri! Desgraciadamente en este tipo de situaciones lo habitual es desconfiar de las intenciones, pero con el tiempo todo se irá normalizando, estoy convencida. Suerte para ti también! Un abrazo!
EliminaA veces, es mejor guardar silencio. Suerte para este concurso. Abrazos virtuales desde Venezuela.
ResponEliminaLamentablemente a día de hoy, en muchos casos es más fácil guardar silencio delante del que no quieren escuchar ni comprender. Así es más fácil para todos! Gracias Raquel! Un abrazo para ti también!
EliminaHola Marifelita, una historia que da mucho que pensar, es una situación que da para muchos prejuicios, me encanta la forma de narrarla, tan natural, que hace que veamos una relación tan complicada como algo sencillo. Encantada de leerte. Un abrazo,
ResponEliminaGracias Lola! Si es que a veces las complicaciones estan en nuestra cabeza, o en la de los demás. Si no diéramos tantas vueltas a las cosas, y nos limitáramos a intentar ser felices, todo sería más sencillo, ¿verdad? Un abrazo!
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