El reto de esta semana, a propuesta de NEOGÉMINIS, gira
a partir de ciertos Collages Temáticos confeccionados por ella para la ocasión,
con distintos elementos. Cada participante elegirá uno de ellos y utilizará
todos los objetos que allí aparecen para crear un relato con título, estilo y
forma libre.
Aquí podréis encontrar el resto de relatos
participantes en este nuevo reto.
La abuela nos dejó la semana pasada. Hoy, nada más entrar en su
casa, he notado su perfume dulzón, mezclado con el suave olor del abeto que, en
pleno febrero y con sus adornos navideños, aun presidía el comedor.
En la cocina he oído cantar a “Azul”, que así bautizó mi
abuela a su canario por ser de este color, y es que nunca tuvo demasiada imaginación.
Cogí una manzana del frutero y le di unos mordiscos, mientras limpiaba su jaula
y le iba adelantando, para que se hiciera a la idea, que a partir de ahora viviríamos
juntos.
Azul se quedó en la cocina pensando en mi decisión y yo fui a
la habitación de la abuela. Abrí sus armarios, metí su ropa en bolsas para la
beneficencia mientras en una vieja maleta suya colocaba las cosas que quería
llevarme como recuerdo.
Dejé la cómoda para el final, sabiendo que allí encontraría
los objetos más especiales. Desde niña recordaba aquella caja de madera, con un
trisquel celta grabado en la tapa, dentro contenía sus más preciadas posesiones,
las fotos antiguas que conservaba de su familia. De pequeña siempre le pedía
que me las enseñara y me explicara quienes eran y sus historias. En el segundo
cajón encontré su sortija de boda con aquel enorme rubí y el viejo reloj del
abuelo. Los metí en la caja junto a las fotos para mi madre, el resto del
contenido del joyero se lo quedarían mis primas encantadas.
De su costurero rescaté un par de gafas que usaba solamente
para coser, era muy coqueta. Tenían un cristal roto, imagino que no le dio
tiempo de hacerse unas nuevas. Me las llevé igualmente, aprovecharía la montura
para que me acompañaran en mis tardes de costura, manualidades y lectura.
Las despedidas definitivas son así.
ResponEliminaPetons!
¿Porqué será que cuando nos falta alguien nos aferramos a sus cosas? ¿Como si tocándolas y teniéndolas cerca, nos diera la falsa ilusión que esa persona aun sigue ahí? Petonets!
EliminaSiempre queda algo escondido, es ahi cuando salen los recuerdos y empiezas a construir su historia. Siempre hay una caja con cartas amarillas, el tiempo hace lo suyo, al pasar de los años , todas serán amarillas...y las joyas, las joyas, siempre son otros y no nosotros las que las deseamos.
ResponEliminaUn oporto a nadie mata, asi que a disfrutar de los secretos de la abuela.
Los viejos objetos siempre cuentan historias de quien fue su amo, a veces ya las conocemos y otras las inventamos, dejando volar nuestra imaginación! Es verdad que lo que veíamos sin importancia de pequeños, de mayores le encontramos un sentido diferente, y a la inversa! Un abrazo!
EliminaHas ido tejiendo un relato nostálgico con los componentes del collage, me has recordado a mi pájaro, no era azul, era amarillo, y le llamaba Piolín jajaja.
ResponEliminaY las fotos, esas que guardaomos en blanco y negro de nuestros abuelos, las tengo en una cajita bien petada, a ver si las miro cuando tenga tiempo.
Es bonito recordar a nuestros seres queridos con sus cositas, algunas aún las seguimos guardando.
Un placer disfrutar de tu inspiración Marifelita, siempre me llevas a reflexionar sobre mis momentos.
Besos y feliz día.
La conexión entre una persona y sus pertenencias es muy potente a veces! Y más cuando esa persona ya se ha ido, la carga emotiva aún es mayor! Las fotografías para mi siempre han sido muy especiales, las pasadas, las presentes y puedo asegurar que también las futuras! Ja, ja! Feliz día para tí también María! Besos!
EliminaCuánta dulzura le has puesto a tu relato, Marife! con un gustito melancólico y entrañable nos has metido dentro de ese personaje que ha partido pero que, felizmente, ha dejado rastro en su nieta y familia para la posteridad. Muchas gracias por ser parte de esta nueva convocatoria juevera. Un abrazo
ResponEliminaA través de sus objetos podemos percibir más cerca a los que ya no están! Y es inevitable sentir melancolia y nostalgia, pero eso demuestra lo importantes que eran para nosotros! Un abrazo!
EliminaSin duda esa abuela estará siempre en ese olor y en todos los recuerdos . Me encanto como has ido hilvanando cada elemento del collage. Un besote grande.
ResponEliminaNo solo los objetos nos recuerdan a quienes ya no están! Los olores y sabores también tienen recuerdos y memoria, como el resto de nuestros sentidos! Un besote Campirela!
EliminaSiempre guardamos y asociamos tantas cosas, momentos a personas... olores, sabores.. canciones, objetos.
ResponEliminaMe ha encantado tu entrada, muy bonita y con todos esos elementos.
Besos bonita
La conexión entre una persona y sus objetos más preciados es indestructible, hasta cuando la persona ya no está, siempre queda un vínculo que los demás se encargan de mantener vivo! Un beso Cora!
EliminaUn relato muy dulce. Me gusta el sentido que le has dado a los elementos del collage, como recuerdos cariñosos de esa abuela. Un abrazo.
ResponEliminaLa composicion de Neo me despertó cierta nostalgia! Un abrazo!
EliminaEsos objetos que quedaron vacíos sin los que los poseyeron pero a los que les esperan otras vidas. Bellísimo, besos.
ResponEliminaLos objetos siempre quedan huérfanos, pero por suerte siempre hay alguien que los rescata y los reincorpora a sus vidas!
EliminaHola.
ResponEliminaNos has llevado por un sendero de realidad pero sin tristeza. No la he percibido Sí la ternura.
Es curioso el vínculo de las personas con los objetos, los aromas... Y un canario azul. Eso es original.
Besos.
Los objetos de nuestros seres queridos tienen un gran poder, y si sus vidas han sido felices y plenas no hay que sentir tristeza. Y recordarlos siempre con ternura. El canario azul, es el punto de fantasía, Ja ja! Un abrazo!
EliminaPrecisamente vengo del blog de Mónica
ResponEliminaUn trabajo estupendo, una historia que esta llena
de pequeñas historias con cada objeto
es una delicia esa melancolía.
Enhorabuena,
un placer la visita
lindo finde
Esta semana Mónica nos ha hecho desempolvar viejos recuerdos con estos collages, algunos algo melancólicos! Los objetos antiguos a veces sugieren momentos nostálgicos y memorias del pasado! Un abrazo!
EliminaMuy muy bonito. Nosyalgico, sentido. Nos sumerges en la melancolía, con un paseo por la casa, que seguramente será el último. Ahí en esa caja de fotos siempre aparece gente wue no conoces o que no conoces tan joven que tu abuela no te explicó quien era, y a lo peor tu madre tampoco lo sabe. Y esos se pierden o se olvidan irremediablemente, como pasará más sdelante con todos.
ResponElimina¿ Vesss? ¿Ves como me has sumergido en la melancolía?
Abrazo y beso, Marife
Las fotos antiguas siempre despierta esa melancolia del pasado que no volverá y de aquellas gentes que ya no están y dejaron tantas incógnitas por explicar. Las historias familiares tienen gran importancia para mi, porque son la esencia de lo que fueron los nuestros y nos ayuda a mantenerlos vivos en los que vendrán y comprender muchas veces lo que somos ahora. Así que, aquí seguimos, sumergidos totalmente! Un besazo!
EliminaEl poder de los aromas es indiscutible cuando de recuerdos hablamos, fijamos los pequeños detalles a los seres que ya no están y quizá así evocamos sus presencia cuando los añoramos. Me ha gustado lo que ha provocado en ti el mismo collage.
ResponEliminaUn placer leerte
Abrazos .
Para mi el collage representaba nostalgia pura, y esta misma me evoca a todos aquellos con los que crecí y ya no están! Inevitable recordarlos, y que nos vengan todo tipo de recuerdos en forma de olores, colores, sabores e infinidad de sensaciones! Un abrazo!
EliminaTierno tu relato que esconde el puro amor a los abuelos y el respeto que le debemos.
ResponEliminaBesos
Es curioso que contra más tiempo pasa y más lejos quedan esos recuerdos, los detalles nos vienen más nítidos y despiertan en nosotros mayor melancolía! Un beso Tracy!
Eliminasi, nos aferramos a determinados objetos de nuestros seres queridos que desaparecieron. Personalmente en casa después de muchos años que falleciera mi madre, mantengo su último perfume que me le recuerda cerrando los ojos y inhalándole Un abrazo
ResponEliminaLos objetos tienen un gran poder sobre nosotros. En ocasiones representan algo físico a lo que aferrarse cuando los nuestros ya no están, y nunca más podremos oír, oler o abrazar! Un abrazo!
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