divendres, 20 de juny del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Una historia de sirenas - Capítulo 9 - "Recuerdos del Pacífico"

  ¡Hola Blogueros!

Aquí estamos de nuevo para compartiros el noveno capítulo de mi relato “UNA HISTORIA DE SIRENAS”, como colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de mi compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que estoy encantada de participar.


"UNA HISTORIA DE SIRENAS"



CAPÍTULO 9

"RECUERDOS DEL PACÍFICO"

Fuimos remolcados durante millas por aquella imponente orca escoltada por aquellos obedientes delfines por aquellas aguas cálidas y verdosas cuando intuimos que ya estábamos en el Caribe. Cuando empezamos a divisar a lo lejos pequeñas y coloridas embarcaciones pesqueras, primero los delfines y luego la orca nos dejaron allí iniciando su camino de regreso con una ruidosa y cálida despedida.

Los pescadores que faenaban por allí vieron agitar nuestra bandera pidiendo auxilio y vinieron enseguida en nuestra ayuda. Nos remolcaron hasta la costa, allí nos alojamos unos días en la casa de uno de los pescadores que nos invitó amablemente, con su acento cubano. Estuvimos unos días faenando con ellos para devolverles el favor y poder pagar la reparación del Maravillas.

La última tarde de estancia allí, la hija pequeña de la familia tan hospitalaria que nos había acogido, nos dijo que jugando en la playa se había encontrado una señora que preguntaba por los dueños del Maravillas y que nos estaba esperando junto a la embarcación. Que sorpresa nos llevamos al llegar allí nos pareció ver nadando junto a nuestro barco a nuestra amiga Maigualida, aunque cuando nos acercamos nos dijo:

—Me había dicho que os encontraría aquí y que necesitariais indicaciones para vuestro regreso. Mi nombre es Jaqueline, creo que me habeis confundido con mi hermana. Nos pasa amenudo. Me ha encargado que sea vuestra acompañante y guía de regreso a casa, en busca de vuestro destino, la isla de San Borondón, creo que en algún rincón del Atlántico os debe estar esperando.

Durante la travesía nos explicó muchas cosas sobres sus interesantes viajes alrededor del mundo. Y como siendo testimonios de grandes catástrofes durante sus largas vidas, habían visto desaparecer infinidad de especies marinas, todas derivadas de una manera u otra, conscientemente o no, por la acción humana.

Los grandes arrecifes de coral, se habían reducido peligrosamente, dejando de albergar a miles de organismos que componían una vida submarina en perfecto equilibrio y armonía hasta ahora. La acción destructiva del turismo, aunque quizá no se ve su impacto directo de muchas ocasiones, es un gran peligro para la conservación de este equilibro que tanto necesitamos reestablecer. Entre ellas, la pesca submarina excesiva, sin control y en manos inexpertas, la proliferación exponencial cada año de más barcos de crucero, que generaba tanta contaminación y residuos en cada una de sus travesías, y que se habían repartido por todos los océanos, mares y ríos del planeta, dejando una huella muy negativa y perjudicial para el ecosistema, difícil de borrar.

Siguió explicándonos sobre otras industrias también muy dañinas para la vida en el mar, como las plataformas petrolíferas en aguas del Atlántico, obteniendo recursos muy valiosos y útiles para la vida humana en tierra firme. Nos habló de algunas islas en medio del Pacífico formadas exclusivamente por residuos plásticos de todo tipo, tan peligrosos para las especies marinas, que los comían por error o quedaban enredados, un drama de proporciones que no podíamos ni imaginar.

A medida que avanzábamos en nuestro viaje, mi abuelo y yo nos íbamos entristeciendo cada vez más debido a las historias que nos compartía la viajera y experimentada Jaqueline, y porque llegaba el momento de despedirnos de ella:

—¡Bueno,  chicos! Nuestro camino juntos acaba aquí, debo regresar a casa, mi gente me necesita. Cada una de nosotras se encarga de su pequeña parcela de océano para cuidar y vigilar. Como habreis visto somos muy pocas y cada vez necesitamos más ayuda. Es trabajo de todos colaborar, ya lo habeis visto. El mar nos necesita.Teneis una misión muy importante que hacer, de vuestro éxito depende nuestra supervivencia. Ahora que os conozco no tengo ninguna duda que lo conseguireis. La isla de San Borondón os espera en algun rincón del océano y tengo el presentimiento que su descubrimiento será una experiencia muy reveladora para vosotros pero aún más para todas nosotras.

Sentamos en la proa del barco, nos despedimos de ella, viéndola desaparecer entre aquellas aguas oscuras, seguida por su séquito de tortugas marinas que la habían acompañado desde que abandonamos las aguas del Caribe y que ahora se disponían a regresar a casa. Mientras, observábamos aquella imponente puesta de sol, con lágrimas en los ojos.





¡Y hasta aquí la historia de nuestra amiga MAR, continuará el próximo 27 de Junio!

¡Si te perdiste algún capítulo anterior pulsa AQUI!


Puedes seguir leyendo más historias FANTÁSTICAS en MIL Y UNA NARRACIONES.




Y disfrutar de estupendas ilustraciones de NEVY en  EL ALTILLO DE LOS DUENDES

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Una historia de sirenas - Capítulo 9 - "Recuerdos del Pacífico"

    ¡Hola Blogueros! Aquí estamos de nuevo para compartiros el noveno capítulo de mi relato “UNA HISTORIA DE SIRENAS”, como colaboración al ...