En el último reto de este año con los amigos del TINTERO DE ORO, nos desafían con la siguiente propuesta. Crear un relato futurista en el que androides y humanos formen parte de un mismo entramado social... o no.
Aquí encontrareis el resto de los relatos participantes! ¡Disfrutad de la lectura! ¡Y suerte a todos los participantes!
GINOIDE
Foto: Pixabay
Salgo de trabajar tarde, como siempre, agotada pero aliviada de haber sobrevivido a otro día. Me dirijo a la estación de tren y en un breve trayecto que no me llevaría más de quince minutos caminando, se convierte en una hora, parándome en cada escaparate y cada tienda con la intención de encontrar ese artículo perfecto que me haga sentir bien y consiga hacerme olvidar mi desastrosa vida.
Desde hace unos días, un muchacho coincide conmigo en algunas tiendas, semáforos y escaparates en ese breve trayecto. Al principio pensé que era casualidad, en el centro hay muchas oficinas, era posible que trabajara por la zona. Luego imaginé que era un admirador, que yo le resultaba atractiva y estuviera haciéndose el encontradizo para propiciar una conversación. Lo descarté enseguida, era muy joven, y aunque no estoy mal para mi edad, soy consciente de que ya no despierto ese tipo de pasiones entre los jóvenes.
Después pensé que podría provocar otras, enfermizas y obsesivas que nadie está libre de ser víctima en esta sociedad nuestra. Sin tener sus intenciones claras, lo que inicialmente me pareció halagador, como un posible admirador, se convirtió en una angustiosa sospecha ante un probable acosador.
Ayer coincidió conmigo de nuevo, y se colocó justo a mi lado en el andén del tren. Y no solo eso, lo más inquietante para mí fue que no perdió la oportunidad de sentarse a mi lado en el vagón. Cuando estaba a punto de montar una escena y decirle delante de todos que me dejara en paz y parara de acosarme, me di cuenta que llevaba un maletín con el célebre logotipo del “Cyber-Cobrador del Frac”. ¡Cómo no lo vi antes!
Durante los últimos meses, como los políticos y economistas dirían “he vivido por encima de mis posibilidades”. Me enfrento a un gran problema, no puedo hacer más horas extras de las que ya hago. Con mi jornada de diez horas diarias y mi trabajo del fin de semana aún no tengo suficiente para todos mis gastos y además enviar algo de dinero a mi familia. Tendré que armarme de paciencia y soportar este bochorno al menos unos meses, hasta que cobre la paga extra, alguna generosa propina o que un golpe de suerte en la lotería, me ayude a cumplir con mis obligaciones.
Pero, ¿tengo otra opción? Si, la tengo. Puedo rendirme, dejarlo todo atrás, olvidarme de mis angustias, mis miedos, mis tristezas, pero también de mis sueños, ilusiones y un futuro prometedor. Podría ser como ese atractivo “Cyber-Cobrador del Frac”, estos modernos y sofisticados androides que se mezclan entre nosotros y que son casi indetectables, imposibles de distinguir de los humanos. Si no fuera porque se dedican a hacer los trabajos más peligrosos, pesados y desagradables que nadie quiere hacer.
Recuerdo que los primeros años experimentaban con presos. Ellos aceptaban encantados, con tal de volver al mundo exterior, aunque fuera vendiendo su cuerpo y alma a la ciencia con la promesa de una segunda oportunidad y una vida mejor. Implantándoles un pequeño chip inhibidor, mantenían su consciencia humana, pero olvidaban sus recuerdos empezando una nueva vida de cero. Eran incapaces de sentir miedo, furia, tristeza, decepción, dolor o depresión. Todos esos sentimientos no les afectaban y sus cuerpos eran ajustados, reparados o sustituidos cuando se precisaba.
Trabajaban de bomberos, mineros, guardaespaldas y seguridad, obreros en construcciones peligrosas y plataformas petrolíferas, soldados, y si alguno de ellos sufría un accidente o perdía la vida era fácilmente reemplazable.
El éxito y la demanda fue tal entre empresas y gobiernos, que acabamos con las prisiones vacías. Entonces llegó la hora de buscarlos en la calle. Grandes campañas publicitarias en televisión te ofrecían “una gran vida sin preocupaciones, problemas ni tensiones” “Olvídate del dolor, serás joven para siempre”. Lo que no explicaban es que cuando decían “jóvenes para siempre”, era porque les esperaba una corta vida. Eso sí, plena y sin preocuparse por su salud ni por el día que sería el último para ellos.
Hoy en el andén del tren, acompañada de nuevo por mi amigo el “Cyber-Cobrador” a unos pasos tras de mí, he visto un anuncio de “Android & Gynoid” la empresa que diseña estos robots humanoides y que puede cambiarme la vida. En el anuncio ofrecían vacantes en ocupaciones como policías, testers de fármacos y operaciones quirúrgicas de riesgo, o incluso acompañantes de lujo. Hasta ahí han llegado, no tienen límites.
Así que, durante el trayecto en tren de dos horas, le he estado dando vueltas hasta llegar a casa. Mejor dicho, a mi habitación, alquilada en un piso compartido con tres personas más, trabajadores pringados de lunes a domingo como yo. Sin vida entre semana y sin ilusiones ni fuerzas en su inexistente tiempo libre. Sin nadie con quien compartir la vida y mis sueños ya descartados, pienso mucho en ello últimamente. Me da por reflexionar y soñar con una nueva vida sin hambre, ni deudas, sin disgustos ni decepciones, sin una triste y dolorosa vejez.
El “Sintético del Frac” sentado a mi lado, como si leyera mi pensamiento me entrega una tarjeta: “Android & Gynoid” Compramos tu deuda y te regalamos una vida de ensueño.
Creo que compartiremos algunos trayectos juntos hasta que decida qué hacer con mi vida. Quizá aproveche para preguntarle por la suya, esa de ensueño que como a mí, otro androide le ofreció en algún momento delicado de su decepcionante vida humana.
Nos dejas con la duda de que hará, la vida se adelanta una barbaridad y no me extrañaría que dentro de una década esto que parece ficticio sea mucho mas normal . En fin o avanzamos o nos quedamos en la estacada, esos si hay que pagar si o si ajaja. Un besote y felicitaciones por el reto.
ResponEliminaDe pagar no nos libramos nunca, sea la época y la realidad que sea! Ja, ja! Un besote!
EliminaEn eso parece que estaremos bien pronto.
ResponEliminaBesos.
Da un poco de respeto verdad? Tendremos que estar atentos a como se desarrolla todo... Ja, ja! Un besote!
EliminaA este paso, pronto estaremos con androides por ahí.
ResponEliminaBuen relato. Un abrazo, amiga
Llevmos tantos años leyendo de Androides como si fueran fantasía futurista, que cualquier dia llegaremos a esa realidad y no nos habremos dado ni cuenta! Un besote amiga!
EliminaMuchas gracias, Marifelita, por participar en la 34ª edición del concurso de relatos de El Tintero de oro, homenaje a Philip K. Dick.
ResponElimina¡Un abrazo y mucha suerte!
Gracias Pepe por proponernos esta interesante convocatoria! A ver si se van animando el resto de participantes! Un abrazo!
EliminaEstamos en eso Marifelita, no nos falta tanto, pero¿tendremos conciencia de en qué nos hemos convertido? Nacerá una amistad entre androides? Tantas preguntas...
ResponEliminaExcelente relato. Un abrazo
Gracias Juana! No parece tan lejano no! Para desarrollar el tema de la amistad entre androides y humanos me hacían falta más palabras... ja ja! Quizá en una futura entrega! Un abrazo!
Elimina¡Muy interesante tu relato! Cuentas la historia de una sociedad harta de sentir, envidiosa de esos andoides carentes de humanidad y presos de los chips, que los dirigen como marionetas. Quizás, cuando la tristeza impera, deseamos despojarnos del corazón y ser dirigidos, quitándonos nuestra propia responsabilidad afectiva. Es el camino más fácil, supongo. Aunque también es cierto que, si bien las decepciones y la desgana pueden imperar en nuestras vidas, siempre valdrá la pena sentir con profundidad, para prepararnos de cara a la fugaz felicidad y entender el motivo de nuestra existencia ¡Un saludo y suerte en el Tintero!
ResponEliminaCuando uno se encuentra en una situación difícil, el exceso de sensaciones y sentimientos pueden ser un lastre del que queremos liberarnos. Y no sentir sería una opción fácil para poder seguir adelante, aunque fuera renunciando a lo que somos! Para no caer en la trampa hay que sentirse fuerte y tener claro que da sentido a nuestras vidas, pero en momentos de debilidad somos demasiado vulnerables. Gracias Ulises, suerte para tí también!
EliminaLa ciencia ficción puede funcionar como alerta. Para que no se tomen como aceptables, incluso necesarias, actividades que son cuestionables.
ResponEliminaPlanteaste algo inquietante, que podría llegar a pasar.
Bien contado. Un abrazo.
La ciencia ficción cada vez es más inquietante porque propone opciones de futuro, que vemos más posibles y menos de ficción. Da mucho que pensar! Un abrazo!
EliminaMuy bien nareado el desasosiego de la protagonista.
ResponEliminaMe ha quedado la duda si los humanos reconvertidos en androides, mantienen al menos parte de su conciencia.
Para soportar una realidad semejante, la consciencia tendría que ser mínima, o así me lo imagino yo... Solo pensar en ello, se te ponen los pelos de punta! Un abrazo!
EliminaUn futuro desolador, el que pintas en tu relato. Transmites muy bien la sensación de desamparo e impotencia de la protagonista, dejando en el aire esa última decisión. Me ha gustado mucho, Marifelita. Mucha suerte.
ResponEliminaGracias Marta! Imaginé que una situación desesperada te podría empujar más fácilmente a tomar una solución extrema como ésta. Un abrazo!
EliminaNos has regalado un relato con final abierto. Creo que el futuro de esos individuoas transformados en androides es en cierto tipo una exclavitud. Pero puestos a pensar en la vida cotidiana de cada uno que es la vida sino cierto sometimiento a muchas normas. en todo caso eso, mejor que el suicidio. Ahí si que se acaba el futuro.
ResponEliminaMi abrazo.
Efectivamente, la protagonista duda de pasar de una esclavitud consciente a otra de forma inconsciente, pensando que quizá será más llevadera y renunciando a todo lo demás. Un abrazo!
Eliminayo veo claro lo de tu protagonista.informarse de si tiene casa y su sueldo, y segun la respuesta, meterle mano. dice que es joven y esta bien. no aclaras si los androides "funcionan". si funcionan ya no hay duda. al fin y al cabe es él quienn te persigue.😝
ResponEliminamuy muy cercano ese futuro, porque los androides no son completamente artificiales. son ciborgs. tiene base humana con un imlante que los reconvierte y les da status de no humanos, animal o cosa. CERCANO TECNOLOGICAMENTE Y LAS LEYES YA SE SABE, si no te gusta la que tengo, la cambio y ya esta. el terror, ya se sabe, cuanto mas cercano, mas posible, menos traumatico, de transito casi imperceptible, es el mas peligros, poruqe es facil caer en la tentacion.
ademas cuanto mas cercano,menos hay que explicar la sociedad cambiada para el futuro.
muy bien representadas las dudas con subidas y bajadas de animo, para quedarse en un punto medio sin decidir aun
besosss amiga
Creo que lo que nos inquieta cada vez más de la ciencia ficción es que la "ciencia" es ya muy cercana y cotidiana, y casi todo es posible. Y lo que antes llamábamos "ficción" ya nos han demostrado que en muchos casos acaba convirtiéndose en realidad. En una sociedad que cada día tiende más al individualismo, asusta pensar que algo tan distante a lo que conocemos ahora pudiera ser posible e incluso aceptado con normalidad. Esa fácil adaptación a cualquier posibilidad es la que más inquieta! Un besote amigo!
EliminaHola Marifelita, un gran relato, con un final que nos deja en ascuas, me ha encantado.
ResponEliminaUn abrazo.
Gracias Dakota! Lo dejo así para que cada uno imagine el final que le inquiete menos! Un abrazo!
EliminaMuy buen relato, con ese final que nos deja sin saber cuál será su decisión final.
ResponElimina¿Quién puede asegurar que en algún laboratorio no existan ya androides?
Un abrazo. PATRICIA F.
Gracias Patricia! Yo he visto algun reportaje sobre intervenciones quirúrgicas y prótesis robóticas que me ha dejado de piedra! Ya estamos en camino! Un abrazo!
EliminaBuenísima idea, M. Fe. Me ha tenido enganchada a la pantalla. Da mucho juego esa doble posibilidad. Sin duda, muchos nos lo plantearíamos. Original y muy bien llevado.
ResponEliminaMe ha encantado! Suerte!
Un abrazo
La duda y la posibilidad es lo que nos inquieta ¿verdad? Un abrazo y mucha suerte para ti también!
Elimina¡Vaya! Nos presentas la historia de una sociedad harta de sentir, envidiosa de esos androides carentes de humanidad y de sentimientos, tal vez, tristemente, no tan lejana.
ResponElimina¡Suerte en el reto! Saludos, Marifelita.
Una sociedad agotada y decepcionada se convierte fácilmente en manipulable. Da que pensar! Un saludo!
EliminaBuen relato. Muy entretenido. Al principio me imaginé que un androide se había enamorado de ella, ja, ja. Nada más lejos de la realidad.
ResponEliminaAl final, nos dejas una gran intriga sobre lo que sucederá con la protagonista.
Suerte en el concurso.
Un saludo.
Depende de la decisión que tome, ese podría ser otro capítulo! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaUna historia muy bien desarrollada, Marifelita. La narras con tanta naturalidad que resulta creíble. Habrá que estar atentos.
ResponEliminaSuerte en el concurso.
Un saludo.
Si, habrá que estar vigilantes! Cualquier dia se nos sienta al lado un androide en el autobús y no nos damos ni cuenta! De hecho, juraría que muchos a las siete de la mañana lo parecen! Ja, ja! Un abrazo!
Elimina¡Qué pedazo de relato, Marifelita! Te felicito, compañera.
ResponEliminaTodo puede o podrá ser posible en el futuro incierto que nos espera. En tu historia, configuras una sociedad avanzada en tecnología punta con una crítica social asertiva en cuanto a los trabajos basuras que no conceden respiro ni esperanzas, no demasiado diferenciada de la actual, excepto los androides (todo llegará). Me ha encantado esa doble vertiente.
Me ha gustado también el ritmo y el modo de contar desde la primera persona, haciendo que empaticemos con la agobiada protagonista. El final para tirar cohetes.
Muy muy bueno.
La ciencia avanza tan rápido y hacia cierta dirección que hace que la misma tecnología nos deshumanice un poquito más con cada avance. Gracias Tara por tu entusiamo! Me alegro que te guste! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita: Tu relato me ha hecho que pensar bastante. Me ha gustado enhorabuena. La cosa es si esos androides no estarán entre nosotros pero siendo personas. Ya que hay quien vive la viva loca sin importarle el mañana Un abrazo
ResponEliminaLa verdad es que hoy en día ya convivimos con gente que en ocasiones parecen androides! Ja, ja! Pasando por el mundo sin que parezca que le importe nada ni nadie, verdad? Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Impactante por lo real que nos parece. Muy bueno, gracias por hacernos disfrutar. De la literatura, claro.
ResponEliminaGracias Guille! Imagino que cuando una situación de ciencia ficción se nos plantea de forma natural, hace que sea más inquietante, verdad? Un abrazo!
EliminaHola Marifelita. Nos presentas un paisaje futuro bastante desolador, aunque pensándolo bien, muy acorde con la dirección que llevan nuestra sociedades, donde el ser humano es cada vez más un nuevo esclavo dedicado al trabajo con cada vez menos remuneración y menos derechos, abocado a pagar cada vez más por menos. En todo este universo, los robots se han convertido en el sustituto perfecto del ser humano, robotizado y privado de su esencia para convertirlo en una máquina. La existencia es tan insoportable que para la protagonista es preferible olvidar y renunciar a su esencia humana que seguir enfrentando la realidad. Muy buen planteamiento para el reto de este mes. Un abrazo.
ResponEliminaGracias Jorge! Quería transmitir esa precariedad que nos haría pensar en posibilidades inimaginables para nosotros ahora! Un abrazo!
EliminaHola Marifelita, después de leer tu historia sigo cavilando. Es reflexivo hasta el punto de plantear una realidad no tan lejana. Por un lado, la sensación de estar dirigidos como marionetas y por otro, la responsabilidad afectiva. El individualismo frente a la empatía compartida. Lo que más me llega es ese planteamiento que hace la protagonista del dolor, la incertidumbre de la vejez. Pero me da que no se va a cambiar por un androide, ella no piensa en suicidarse, ya buscará la forma de seguir adelante. ;) pero no descarto que lo hagan los presos de las cárceles y los mendigos, pero tampoco se dejarían llevar todos a pesar de su grado de individualismo y de estar presos de la sociedad. Ya te digo, me atrapó la historia y sigo cavilando. Un abrazote.
ResponEliminaEfectivamente, lo que nos salva a los humanos de desgracias mayores es que siempre conservamos una pequeña esperanza de un mañana mejor! Me alegro que el tema te haya hecho "cavilar"... Ja, ja! Objetivo conseguido! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Me ha parecido muy bueno tu relato. Jugando con el presente y el pasado en primera persona de forma muy acertada, lo que nos atrapa durante la narración en la que describes la vida de esta paria del primer mundo y su sociedad alienante. Una sociedad a la cual no percibo en esencia tan lejana de la nuestra, quizás sustituyendo ese hardware que les priva de su humanidad por las drogas legales o ilegales que tenemos a nuestro alcance en la nuestra, las cuales algunos utilizan para evadirse de la realidad o para mantener su capacidad de producción. En ambas sociedades parece evidente que se explota al más débil, indefenso o inseguro, pura ley de la selva. Muy bien narrado el relato. Me ha gustado la historia.
ResponEliminaSuerte en el Tintero, un abrazo.
Gracias Carles! En realidad la humanidad siempre está formada por una gran masa de "parias" que siguen las directrices de cuatro mentes pensantes (o no tan pensantes) que pese a ser una minoria consiguen hacer sentir a la inmensa mayoría débiles, indefensos e inseguros, como tú bien has dicho. La historia se repite, una y otra vez! Un abrazo!
EliminaUna difícil elección. Las promesas de una vida feliz sin preocupaciones y aceptarla solo por necesidad y desesperación es un mal paso. Aunque, probablemente, si nos encontráramos en idéntica situación que tu protagonista, decidiríamos hacer el cambio sin pensar en las consecuencias. Muy buen relato que plantea un dilema difícil de resolver.
ResponEliminaUn abrazo.
Muchas veces las malas decisiones se toman en momentos de debilidad o desesperación. Y es entonces cuando más falta nos hace sacar a relucir la poca fortaleza que nos quede para hacer frente a los grandes dilemas que nos regalan las circunstancias. Un abrazo y mucha suerte Josep Mª!
EliminaHola Marifelita, que ingenio mezclar el cobrador del frac, con el ciberfrac... Me gustó mucho esa mezcla y encima al final le entrega la tarjeta que le compra la deuda, muy original. Lo he disfrutado. Un abrazo y suerte
ResponEliminaGracias Nuria! Si hay algo más viejo que el mundo es el hombre y sus deudas! Ja, ja! Y creo que eso en un futuro tampoco cambiará! Un abrazo y suerte a ti también!
EliminaHola Marifelita, me ha gustado tu relato, me parece muy original y da para la reflexión. ¿Estaremos ante un atisbo de futuro? o que es seguro es que las urgencias económicas seguirán en el futuro. Queda la duda de si la chica aceptará convertirse en androide. Enhorabuena y felicidades en el concurso.
ResponEliminaGracias Ana! El futuro está a la vuelta de la esquina, y aunque yo me lo imagino no muy diferente de la actualidad que vivimos ahora, espero que no se parezca a mi relato! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaHola, Marifelita!! Me parece muy interesante la idea de crear los androides a partir de personas. Creo que es la primera vez que te leo, y en mi opinión, escribes muy bien. He disfrutado mucho con tu relato. Enhorabuena, suerte en el tintero y un abrazo!!
ResponEliminaGracias Cristina! Pues la idea puede parecer algo perversa pero si piensas en ello quizá fuera el paso natural, tal como funciona nuestro mundo! Suerte para ti también! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita:
ResponEliminaSin desmerecer el resto del relato, me ha encantado su final. Es evocador y aviva el ensueño.
Un abrazo, Marifelita.
Gracias Nino! Preferí dejarlo abierto para que cada cual reflexione sobre lo que él decidiría! Es todo un dilema! Un abrazo!
EliminaQué original, me ha sorprendido mucho lo del ciber-cobrador del frac. Muy buen relato, Marifelita, enhorabuena. Un abrazo!
ResponEliminaGracias Lola! Dentro del futuro quise hacer un guiño al pasado! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaSi es gratis, ....., por que no cambiar y tener una vida "util" a la sociedad?
ResponEliminaEs como una segunda oportunidad que brinda esta maravillosa tecnologia
Si está uno algo perdido y desesperado ¿es tentador verdad? Saludos!
EliminaHola, Marifelita! En primer lugar, agradecerte tu visita a mi blog y tu comentario a "La voz de un sueño". Tu relato me ha parecido muy interesante, por cuanto nos muestras las preocupaciones cotidianas de una ginoide que bien podría ser una trabajadora humana de nuestros días. El final abierto de tu historia me ha gustado mucho. ¡Un abrazo!
ResponEliminaImagino que las inquietudes y preocupaciones de los trabajadores son universales, y siempre han sido, son y serán las mismas! Un abrazo!
EliminaDe momento con la I.A. cuando hablas si noes cara a cara va siendo a veces complicado saber que es una maquina.
ResponEliminaSalud
Si, los avances en I.A. son verdaderamente inquietantes! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Creo que esta persona debería aceptar esa vida que le ofrece el cyberboy, creo que será mejor que la vida que lleva hasta ahora. Un relato que plantea algunas cuestiones sobre nuestra existencia para darle vueltas. Buen relato. Un abrazo.
ResponEliminaEl dilema está servido! Su decisión será la que nos diga si seguimos refiriéndonos a ella como persona o ginoide! Ja, ja! Un abrazo!
ResponEliminaHola...Androide o humano, futuro o presente, utopia o distopia. Los problemas existenciales de la sociedad parecen ser siempre los mismos... excelente e inquietante relato. Saludos
ResponEliminaGracias Octavio! Efectivamente, aunque los tiempos y realidades cambien, las bases de la sociedad no parecen variar demasiado! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaHola, Marifielita. Al final , el dinero va a hacer que nos vayamos al garete. De una manera o de otra. Mucha suerte en el concurso.
ResponEliminaSaludos.
Si, cada vez nos es más difícil conseguir el mínimo para poder cubrir las necesidades básicas y subsistir! Un abrazo!
Elimina¡Hola Marifelita! Muy buen relato. Y que cerca estamos de ello en una sociedad con tantos trabajos precarios y que, en muchos casos, tan sólo se centran en la productividad. Un saludo.
ResponEliminaParece como si ya fuéramos un poco androides ahora, pero con consciencia todavía! A ver cuanto tardan en quitárnosla! Y ya sólo seríamos máquinas productivas, como algunos nos ven ya ahora! Un abrazo!
EliminaHola, Marifelita. Estos androides de Android & Gynoid son una especie de droga o secta que permite evadirte de la realidad o incluso una eutanasia, a la manos de quien no puede seguir adelante. Un relato para pensar, sin lugar a dudas.
ResponEliminaQue tengas mucha suerte en el concurso. Un saludo.
Gracias Bruno! Me alegro que el tema os haya dado que pensar! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaHola, Marifelita. Me he sentido un poco identificada con la protagonista, "viviendo más allá de sus posibilidades". Muchas veces nos pasa cuando la situación del país se torna caótica. Con respecto al androide, no creo que le pueda dar razones o aclarar mucho el panorama. Me parece que dejó de tener consciencia de lo que vive, cuando se vende la consciencia, se pierde... Muy buen relato. Un abrazo
ResponEliminaSi, cuando tenemos una situación caótica, a menudo tomamos malas decisiones! Y el androide, efectivamente le faltará un poco de objetividad para poder aconsejarla! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaHola, Marifelita. Me ha parecido un planteamiento espeluznante a la par que visionario. Nos presentas un mundo al revés, en el que quien debiera ser servidor se ha convertido en dueño de aquellos que lo crearon para quitarse los trabajos duros y peligrosos de encima. Es la paradoja del mundo actual, los avances tecnológicos en teoría son fantásticos pero le quitan el trabajo a los humanos que cada vez somos más y de qué viviremos. Creo que vamos hacia una sociedad cada vez más alienada y explotada con salida difícil. Pone tanto los pelos de punta como tu relato.
ResponEliminaSuerte con el concurso!
Muchas gracias MJ! La verdad es que pretendía provocar cierto dilema con la situación y parece ser que lo he conseguido! Ja, ja! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaBuenos días, Marifelita.
ResponEliminaUn relato muy original y… Estremecedor.
Estás dando unas ideas malévolas a los futuros constructores de androides. 😝 Con lo incansables que se harán, un cyber-cobrador será nuestra mayor pesadilla, porque de lo que es pagar, no se libra ni el androide.
Felicidades por este buenísimo relato.
Un Abrazo.
Ostras! Pues no lo había pensado! Ja, ja! Será mejor entonces que en cuanto acabe el concurso lo hagamos desaparecer como si nunca hubiera existido! Si, en nuestro mundo no se libra de pagar sus deudas ni un androide! Un abrazo y suerte en el concurso!
EliminaHola Marifelita, un texto muy bien trazado lo que cuentas es algo que puede suceder en un tiempo no ,muy lejano.
ResponEliminaUna situación que da miedo solo pensar que puede llegar a suceder .
Interesante tu relato
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri.
Si, a veces las cosas que imaginamos, si le vemos una remota posibilidad pueden dejarnos el miedo en el cuerpo. No pretendía asustar pero sin querer veo que lo he provocado! Un abrazo y suerte en el concurso para ti también!
EliminaHola, Marifelita. Qué buena propuesta nos presentas para un futuro no tan lejano cuando el capitalismo vigente acabe mordiéndose la cola. Da que pensar y, en esta sociedad consumista, tu alternativa puede ser una vía de escape con borrón y cuenta nueva.
ResponEliminaSaludos y suerte. 🎄🎅🖐️
Efectivamente da que pensar tener disponible una via de escape de todo, "relativamente fácil"! Un abrazo y suerte para ti también!
EliminaInteresante propuesta de humanoides que hacen los trabajos pesados o riesgosos que los seres humanos no quieren hacer. Suerte en el Tintero de oro. Abrazos virtuales desde Venezuela
ResponEliminaGracias Raquel! Los humanos siempre buscan la manera de que otro haga el trabajo sucio o pesado! Ja, ja! Mucha suerte en el concurso para ti también! Y muy felices fiestas! Un abrazo!
EliminaMagnífico relato, Marifelita. Me ha encantado. Tu protagonista se halla entre la espada y la pared. Si triste es la vida que le espera si se decide a convertirse en una androide, la vida que lleva como humana no es mucho más halagadora.
ResponEliminaUn fuerte abrazo y mucha suerte en el concurso.
Eterno dilema! Seguir luchando o dejarse llevar por la corriente! Gracias Estrella y mucha suerte para ti también! Un abrazote!
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