Me sumo a un nuevo reto juevero, a partir de esta propuesta de NEOGEMINIS. En esta ocasión se trata de crear un relato teniendo en cuenta uno de varios finales sugeridos.
Podeis leer al resto de participantes Aquí.
EL ENEMIGO DEL SILENCIO: En busca de
la cita perfecta
En casa siempre pone música, aunque no la escuche, y enciende
la televisión, aunque no la mire. En cualquier conversación, siempre preguntará
o comentará algo, aunque el tema ya esté cerrado y no haya más que añadir, todo
por no soportar un incómodo silencio.
La culpable de esta rareza suya, fue una quinceañera, de la
primera que se enamoró, a la primera que se atrevió a pedirle salir y la
primera que le rompió el corazón. Fue una tarde de domingo en su primera cita,
saliendo del cine, ambos se quedaron sin palabras, la película no fue demasiado
buena, y a ninguno de los dos se le ocurría tema de conversación. Volvieron a
casa caminando, deseando que alguno cortara ese denso y eterno silencio, que a
medida que se acercaban a la casa de ella no parecía tener remedio. Al llegar a
su portal, tras aquel largo y bochornoso recorrido, antes de despedirse él le
preguntó si podrían quedar otra tarde. Debido a la gran incomodidad del
regreso, ella no pudo contestar más que no creía que fuera buena idea. Lo besó
en la mejilla y se despidió para no verse nunca más.
Desde entonces él, lejos de rendirse en el amor, ha seguido
intentándolo cita tras cita, con innumerables muchachas de apariencias, cualidades
y gustos variados y conversaciones más o menos extensas e interesantes. Él
obsesionado con llenar los silencios, no se da cuenta de que, aunque a las chicas
les parece siempre su entusiasmo encantador y su conversación interesante, a
medida que van pasando las horas y no les da oportunidad de explicar nada ni
hacer ninguna aportación en su interminable conversación que acaba siendo un pesadísimo
monólogo, se despiden encantadoras y ninguna le propone repetir de nuevo.
No fue así el pasado viernes, cuando al salir del restaurante
al que había invitado a su última cita, y regresando a casa, la muchacha le
sugirió que estaría encantada si salieran juntos de nuevo. Con suma honestidad y sin un gramo de malicia le respondió que lo
disculpase, pero a su generosa propuesta no le encontraba sentido.
Qué complicados somos ... Aquí me asaltan dos cuestiones, por un lado, el ensimismamiento de él, que lo muestra hablando sin pararse a ver/escuchar a la otra parte, por otro lado, el no querer dar un paso hacia adelante de su zona de confort.
ResponEliminaAbrazo
El miedo a ser rechazados marca gran parte de nuestra juventud y en algunos casos también en nuestra "adultez". Pero efectivamente, quien no arriesga no gana!
Eliminajaja un iresistible ataque de miedoalcompromiso, o un ejemplo de "cuidado con lo que deseas, que podría cumplirse".
ResponEliminaTe has enviciado con los jueveros, eh? Tienes que controlar las adicciones, porque algunas son faciles de materializarse, y gratificantes, y sobre todo, gratis
besooo
Ja ja! Efectivamente el miedo siempre nos juega malas pasadas y muchas veces hace que nos perdamos cosas fantásticas. Yo por mi parte, aunque me de también un poco de miedo engancharme a esto de los retos jueveros, creo que voy a arriesgarme, ja ja! Besos!
EliminaQue reacción inexplicable cuando finalmente despierta el interés de una muchacha le dice que no tiene sentido su propuesta.
ResponEliminaBien contado. Un abrazo.
Quizá ya no busque el amor de su vida, y tan solo se contenta con ir en busca de la cita perfecta, o al menos intentar tenerla según su criterio, claro! Quien sabe? Es una persona compleja... je je! Gracias!
EliminaNo quisiera entender este relato, pero me pasa al contrario, la entiendo y hace dalo recordar ciertas cosas que laguna vez vivimos, quiza , a solucion sea una invitación de ella, sin esperar que el vuelva a repetir o a citar.
ResponEliminaQuizá, su respuesta les asombraria
Si, la verdad es que las cosas a veces son más sencillas de lo que nos parecen. Pero para complicarlas ya estamos las personas, que de por sí ya somos complicadas por defecto!
Eliminatoda la razon.jajajja
EliminaVaya! qué inesperada urilización de una frase que en un momento surgió como final irónico y gracioso de uno de mis cuentos. Te agradezco mucho por sumarte a nuestra convocatoria con este cálido relato. Un abrazo, Marife
ResponEliminaGracias Mónica! La verdad es que tenía la historia en la cabeza hacía días pero no la acababa de redondear. Al ver tu propuesta con los distintos finales, leí esté y pensé que estaría bien para darle un aire distinto al relato. Saludos!
EliminaVaya por una vez , que la chica esta a gusto con su cita y quiere volver a verlo , este le sale con esta frasecita , la verdad sea dicha no esperaba este final , tan original.
ResponEliminaSaludos de flor.
Claro, y es que la vida, como las personas, a veces es caprichosa y tiene salidas inesperadas. Eso también la hace más divertida aunque peligrosamente imprevisible, y todo lo imprevisible o cambiante nos da miedo! Saludos!
EliminaYo creo que estaba ya tan acostumbrado a ser rechazado que no entendía que alguien pudiera interesarse por él. Su complejo compensado lo devoró. ¡Muy interesante!
ResponEliminaUn abrazo
Ha de ser muy duro ser rechazado constantemente. Pero mirado de otro modo, quizá era él quien las rechazaba a ellas sin saberlo, con su actitud y conversación arrolladoras en las citas. ¿Quién sabe? Saludos!
EliminaSonrio
ResponEliminaY yo me alegro que te haga sonreir! Saludos!
EliminaHas cogido mi misma frase y que distinto todo.
ResponEliminaEsa es la inmensa grandeza de las palabras.
Besos
Estoy de acuerdo! Misma propuesta, mismo final escogido, pero los engranajes de cada una nos han llevado a historias distintas! Genial! Saludos!
EliminaPues es encantador el texto. Y es que hay quien insiste, y quien insiste en negar :-)
ResponEliminaUn abrazo, amiga
Si, está la perseverancia con un objetivo final, y la perseverancia porque sí! Je, je! Besos!
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