Segon exercici del taller, 17 mots proposats a classe a l'atzar pels participants, i vint minuts per escriure un relat curt. Aquí tenim el resultat:
Me
desperté. Abrí los ojos lentamente. En ese momento no sabía dónde estaba. Poco
a poco mi cabeza se fue despejando y empecé a recordar.
Me
encontraba dentro del coche, en el arcén de la carretera, desde donde podía
divisar el mar. Esa tarde había salido precipitadamente de casa. Tenía que
recoger a los niños donde su padre y llevarlos a un pueblo cercano. Un circo
extranjero iba a actuar y estaban como locos, deseosos por asistir a la función
desde hacía semanas.
No era
habitual en mí, pero esa tarde pisé el acelerador a fondo, con tan mala fortuna
que, en una curva, un neumático salió disparado, lo que hizo que perdiera el
control del vehículo y acabara desencadenando en un accidente. Estaba tirada en
la cuneta, tenía un enorme dolor de cabeza. Debía hacer un buen rato que estaba
en el coche inconsciente, el termómetro marcaba cuarenta y dos grados de
temperatura. Estaba como asfixiada, y no del calor precisamente.
Abrí
las ventanas del coche para poder tomar un poco el aire. Noté el frescor del
viento en mi cara y por un momento me sentí aliviada. Solo imaginar que podía
haber encontrado la muerte esa misma tarde, no me dejaba respirar. Era una
carretera secundaria y antigua, poco transitada desde que habían construido la
nueva autovía por lo que no vi pasar ningún coche durante un buen rato.
Cerré
los ojos, intenté calmarme y no pensar en nada, respirar hondo y soltar el aire
lentamente, y tras unos minutos de relajación, me vino tan solo una última cosa
a la cabeza: Circunloquio.
Esa era
la palabra que se me resistía esa mañana mientras desayunaba y no me permitió
acabar el crucigrama. La dije en voz alta, con una media sonrisa, la oí sonar
de forma extraña al salir de mi boca y más lejana aún en mis oídos. La sentí retumbar
en mi cabeza.
Y esa
fue la última palabra que pronuncié, porque enseguida noté que mis pulsaciones
se aceleraban, un pequeño pinchazo en el costado y en el brazo izquierdo un
ligero adormecimiento al que yo misma acompañé unos minutos más tarde y en el
que me quedé inmersa para toda la eternidad.
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