Para este mes de Diciembre GINEBRA BLONDE nos propone en su blog VARIETÉS, elegir una de varias imágenes sugeridas y dejar que nos inspire un relato, incluyendo en él las palabras: Miedo, Paz, Laberinto y Llave.
Las
fantásticas pinturas que nos propone son de la artista Yana Movchan.
Aquí puedes encontrar el resto de ilustraciones y relatos
participantes de esta interesante propuesta.
Ilustración de Yana Movchan
MONSTRUOS
Soy fotógrafa. Bueno, lo era hasta hace unos días. Ahora mi destino profesional es una incógnita. Meses atrás coincidí en el metro con una chica que me impactó tanto, que fue el punto de partida para empezar un nuevo proyecto que acabó siendo una exposición con cierto renombre.
Aquella chica que inspiró la idea de mi último trabajo, con su físico especial, me atrapó de una forma hipnótica. Al mismo tiempo que me daba vergüenza mirarla y que me descubriera, por otro lado, mis ojos no podían dejar de enfocarla una y otra vez para intentar aceptar su difícil fisonomía y que me pareciera menos extraña. Parece ser un hecho probado que los rostros que no encajan en nuestros esquemas nos incomodan y nos fascinan a partes iguales.
Pensé que detrás de aquel enigmático rostro había una historia que valía la pena ser escuchada y después de muchas paradas del largo trayecto juntas, por fin me decidí a acercarme, entregarle una de mis tarjetas y decirle que me gustaría hablar con ella y hacerle una propuesta.
Para mi sorpresa, días más tarde recibí una llamada suya y quedamos en una cafetería para conocernos y pedirle que colaborara conmigo en una sesión de fotos. Ella aceptó encantada y me explicó su historia. Padecía una enfermedad de la piel mal llamada “piel de vaca”. Aunque ella era negra, tenía salpicada la mayor parte de su oscura piel de enormes manchas blancas. En su país de origen eran perseguidos por este motivo, había la creencia popular que eran símbolo de abundancia y suerte y en muchos casos se realizaban rituales salvajes y macabros con ellos. Tuvo que huir a Europa con sus padres cuando todavía era una niña.
Ese día en la cafetería hubo una cosa que me asqueó y me hizo hervir la sangre, y fue la reacción de la gente que pasaba por nuestro lado. Todos se apartaban bruscamente al verla, evitando a toda costa cualquier contacto accidental con ella, como si se tratase de una enfermedad infecciosa de la que pudieran contagiarse.
La rabia que sentí ese día hizo que me adentrara en un laberinto de sensaciones y que quisiera conocer a más gente con rostros impactantes y mostrarlos a todos junto con sus historias. También denunciar la poca sensibilidad que tiene nuestra sociedad y hacer reflexionar sobre el tema de la apariencia física, tan trivial y al mismo tiempo tan importante en nuestro tiempo.
Conocí a Maya, que tenía quemaduras casi en la totalidad de su cuerpo provocadas por un incendió que ocurrió en su casa siendo ella pequeña, y a causa de un descuido de sus padres, que en plena borrachera no fueron capaces de socorrerla y salvarla de las llamas. También fotografié a Sureshi, una mujer a la que su marido celoso le tiró ácido a la cara por sospechar que le era infiel, desfigurándole el rostro. Rodrigo era un hombre mayor que a pesar de tener los ojos a diferentes alturas, fruto de una negligencia médica por un uso excesivo de un fórceps al nacer, nunca perdía la sonrisa. Sylvie era una mujer que por edad podría ser una dulce abuela, pero que por el contrario su aspecto estaba a medio camino entre una “Barbie” y el “Jocker”. Con sus proporciones y fisionomía ahora imposibles, fue víctima de la cirugía estética sin límites y de unos cirujanos sin escrúpulos, con ansias de llenarse los bolsillos a costa de las inseguridades ajenas. Lola, un transexual que dejó de ser “Drag Queen” porque una noche a la salida de una fiesta, una manada de bestias lo arrinconaron en un callejón y aparte de darle la paliza de su vida, le cortaron la cara de lado a lado. Irina, una joven anoréxica que, por culpa de los salvajes cánones de belleza actuales, mezclados con su maleable personalidad juvenil desembocó en un cuerpo que te recordaba demasiado a los supervivientes de los campos de concentración nazis. Laura, una mujer de mediana edad que no tenía nariz debido a que de jovencita cometió el error de aficionarse a las drogas y durante muchos años abusar de la cocaína, hasta el punto de que se quedó sin tabique nasal.
Quizá mi error fue titular a esta exposición “Monstruos” porque, lejos de definir a los protagonistas de mis fotografías, pretendía señalar a los culpables de todas las atrocidades que habían sufrido. Y como pasa tan a menudo en nuestra sociedad, que se suele quedar una mayoría con un mensaje superficial, sin saber o no querer profundizar más en el tema, me encuentro ahora delante de una demanda que me prohíbe exhibir mis fotografías, acusándome de racista, xenófoba, homófoba, oportunista y definiéndome como “el verdadero monstruo” en alguna publicación.
El título se giró en mi contra, sin querer les di la llave perfecta, que utilizaron para atacarme, quizá por hacerlos sentir incómodos en mis reivindicaciones. Creo que es buena señal, quizá no me haya equivocado del todo. Pienso que en el fondo esto ha servido para darme más leña y avivar este fuego que se enciende dentro de mí y me lleva a pensar que ya es hora de pensar en un nuevo proyecto. Hoy contemplando a Nina, mi gata siamesa que adopté hace ya tres años y que la pobre le falta una pata por culpa de un desgraciado que jugó con ella al tiro al blanco, se me ocurrió un nuevo tema para un nuevo trabajo. Se llamará “Animales”, podeis adivinar de que se tratará esta vez, ¿verdad? Yo creo que ni el público ni la crítica serán tan exquisitos ni con el título ni con el fondo. Esta vez no se lo pondré tan fácil a esas lenguas viperinas con ansias de censuras. Ahora me siento en paz conmigo misma y ya no les tengo miedo.
Bravo, bravo y bravo, mi querida amiga.
ResponEliminaQué magnífica aportación. No solo has hecho una interpretación de esas huellas o pistas que deja la ilustración, además y sobre todo, has dado un golpe en la mesa y alzado tu grito ante una causa digna que solo pretende mostrar la verdad que se esconde tras esos rostros, así como destapar la de quienes dañan, marginan y manipulan, que son los verdaderos monstruos y animales.
Buenísimo. Me quedo con el corazón en volandas…
Es como una arenga que aporta luz, valor y libertad.
Un placer, preciosa.
Abrazo enorme, y muy feliz domingo 💙
Gracias Ginebra! Por darnos pie con tus ilustraciones propuestas a hablar sobre ciertos temas espinosos! Como siempre las imágenes eran muy inspiradoras y sugerentes! Un abrazo!
EliminaGuauu.. Te has desatado bien desatada eh...
ResponEliminaTuvo faena la fotógrafa para localizar a toda esa gente, no aceptada por otra gente ( cada vez menos afortunadamente,) que se cree que tiene patente para dar permiso para existir a otros, da igual que sean diferentes o por cualquier otro motivo, no físico..
Enhorabuena por tan potente relato
Besoss amiga
Me he despachao a gusto! Ala, ahí lo dejo! Ja, ja! Un besote amigo!
EliminaBravo!!! Te has lucido a base de bien!!!
ResponEliminaBesos.
Si no lo suelto, reviento! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaHas hecho un alegato en favor de aquellas personas que por una cosa u otra se enfrenta en día a día a personas sin una pizca de miramiento . Solo por el hecho de ser o creer que son diferentes.
ResponEliminaBravo quien tiene la pluma tiene el deber de comunicar las injusticias de la vida .
La imagen te ha servido de escape ..Muy,muy bueno.
Un besote grande.
Desgraciadamente aun vivimos en una sociedad escudada en una "falsa normalidad", obsesionada en la "uniformidad" y agobiada por las diferencias. ¡Qué a gusto me he quedado! Je,je! Un besote!
EliminaTouche! Maravillosa aportación con una crítica a favor de los indefensos.
ResponEliminaTe felicito. Un abrazo
Gracias Musa! Parece ser que a veces una necesita desfogarse y la escritura es ideal para ello! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaCreo que siempre detrás de un rostro hay una historia que merece ser escuchada. Con respecto al título, a veces uno se equivoca ¿Qué se va a hacer sino aprender de la experiencia? Los demás no pueden adivinar nuestros pensamientos, tampoco nuestras motivaciones. Por eso, la colocación de un título no es algo trivial y hay que ser muy precisos con él y por supuesto, claros.
ResponEliminaBesos Y muy Felices Fiestas.
Efectivamente, nuestras intenciones siempre pueden malinterpretarse! Lo importante es saber transmitir el mensaje y que cale hondo en los demás! Y que importante es un buen título! Para crear expectación sin descubrir nada! Un besote y felices fiestas para ti también!
EliminaPues es para tener miedo, la sociedad nos lo demuestra a diario, y todas esas historias que cuentas dentro de la tuya, ponen los pelos de punta. Un abrazo y felices fiestas.
ResponEliminaSi Xan! A menudo la realidad supera cualquier ficción! Un abrazo y feliz año!
EliminaMARIFELITA: He leido tu relato una vez más y veo que en mi comentario anterior no te dije que era SOBERBIO, magnífico, una real denuncia en toda regla. Y no puedo dejar de decirtelo ahora. Gracias por esta joya y un beso muy grande.
ResponEliminaMuchas gracias por tus tan buenos comentarios Myriam! Un besote!
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