Este mes de enero, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", nos proponen el siguiente reto para empezar el año:
Escribir un micro relato que no supere las 250 palabras que gire en torno al tema de la vejez y sus desafíos. En los tiempos en los que estamos la vejez se encuentra frente a ella a un mundo hostil, más incluso que generaciones anteriores, por ser nuestro tiempo de grandes avances y que todo transcurre a velocidades difíciles de seguir.
Así que sirva como homenaje a nuestros mayores los relatos de este micro reto:
Imagen: Pixabay
"LA GENERACIÓN DE LOS OFICIOS PERDIDOS"
Mi nieto me dijo las palabras más temidas por cualquier persona de mi edad: Vamos a la residencia. Era un centro especial y un proyecto en el que él mismo hacía tiempo que trabajaba personalmente. Cuando entré me pareció que estaba en una escuela.
Subimos a la cuarta planta donde estaban las habitaciones y dejamos allí mis cosas. Luego me mostró el resto. En la tercera planta estaban las aulas y la biblioteca. En la planta baja estaban la recepción y secretaría, enfermería, salón de actos, gimnasio con piscina, comedor y cocinas donde por lo visto internos y alumnos también participaban. Y en la primera y segunda planta se encontraban los talleres. Allí es donde personas como yo impartiríamos a los estudiantes los conocimientos de nuestros oficios, muchos de ellos ya olvidados.
En uno de ellos estaba un señor más o menos de mi edad enseñando a reparar bicicletas; en otro un afilador que también forjaba cuchillos y otras herramientas; en un tercero se encontraba el zapatero remendón y su esposa enseñando a hacer arreglos de ropa. Yo estaría en el de reparación de electrodomésticos (batidoras, exprimidores, secadores, planchas, televisores, etc). La economía de este nuevo siglo no está para el antiguo “usar y tirar”. Todo aquel que sabía reparar cualquier mecanismo era un profesional muy valorado, como antaño lo fueron electricistas y fontaneros que allí eran muy demandados.
Han pasado unas semanas y me siento feliz siendo una persona útil y valorada. ¿Quién iba a decirlo a mi edad?
AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:
Te felicito por tu aporte has dejado una verdadera muestra de como ver en positivo la vejez.
ResponEliminaCuanto y bien nos puede hacer esa sabiduría declos mayores y no tratarlos como si fueran personas que no aportan nada a esta sociedad.
Un beso y me ha encantado otra perspectiva mucho más agradable.
Un besote.
Gracias Campirela! Es que se dice mucho esa máxima de "la experiència es un grado" pero a la hora de la verdad se nos olvida el valor que tiene y no la aplicamos. Un abrazote!
EliminaValorar la experiencia, huir de la condescendencia y dejarles aportar todo lo que aún pueden dar. Una residencia muy original, esta de los oficios, Marifelita, para un micro amable y esperanzador.
ResponEliminaGracias Marta! Hay que ser consciente de que uno puede aportar a este mundo cosas hasta el último minuto! Es importante no olvidarlo! Un abrazote!
EliminaHola Marifelita. No estaría mal una residencia en la que los usuarios pudiesen aportar voluntariamente sus conocimientos, incluso a las generaciones más jóvenes, de aquellos oficios que se van perdiendo y no tienen relevo en nuestras sociedades tan tecnificadas. Lo que he visto yo en las residencias es que los residentes son más bien un sujeto pasivo, me gusta ese enfoque que le has dado. Un abrazo.
ResponEliminaHola Jorge!
EliminaLa vejez a menudo se centra en esperar la visita de la familia, cuando hay otras opciones posibles. Hay mucho tiempo libre y es vital aprovecharlo con los nuestros pero también con terceros, descansando y también aprendiendo cosas nuevas o compartiendo las que sabemos! Si la salud acompaña mínimamente sería lo ideal! Un abrazo!
Hola, Marifelita, me ha gustado mucho, porque, además, el afilador está más considerado hoy por la melodía que lo anuncia y que las malas lenguas dicen que da mala suerte oírla, que por el trabajo tan maravilloso que hacen.
ResponEliminaUn abrazo.
Hola Mercedes!
EliminaHay muchas profesiones que casi han pasado a la historia por nuestra cultura actual de "usar y tirar". Pero cuando la economía aprieta y nuestro bolsillo no llega a todo, recordamos lo útiles que eran todos aquellos profesionales que sabían arreglar casi de todo! Se les echa de menos! Un abrazote!
Por cierto, te he dejado un premio en el blog.
EliminaOtro abrazo.
Valiosa idea! Ojalá se pudiera poner en práctica en todas las residencias. La mayoría parecen áticos con muebles olvidados a los que pasarle un trapo de tanto en tanto. Yo, si tuviera un local donde recibieran niños cuyos padres trabajan todo el día, no permitiría ni una pantalla, y aparte de las muchas actividades en las que van probando rudimentos de oficios, personalmente querría contarles cuentos. Cuentos sin dibujitos desagradables con colores chillones y materiales plásticos, cuentos de todas las épocas que pudieran dibujar, completar y cantar por sí mismos. Bueno, se me fue la mano en la charla. Felicitaciones y un abrazote de los tuyos.
ResponEliminaGracias Juana! Pues oye tu idea no está nada mal, sería muy apropiada y útil para los niños, les daría amplitud de miras y ayudaría a que utilizaran más la cabeza y las manos, y desarrollaran su imaginación! La cuestión es... ¿con quién hay que hablar para proponerles nuestras ideas? Ja, ja! Un abrazote!
EliminaEl oficio de afilador era muy valorado, y este texto es reivindicar la valía de la experiencia. Me ha gustado mucho.
ResponEliminaUn abrazo, amiga
Gracias amiga! Es que a menudo se olvida el valor de la experiencia, y lo vemos día a día, con cosas pequeñas, como cualquier cosa que no sabemos hacer recurrimos a alguien que si sepa y nos enseña! El saber es poder! Je, je! Un abrazote!
EliminaPrecioso y esperanzador relato, pero se adivina por detrás una crisis que hace que el usar y tirar se haya vuelto algo impensable. Justo lo contrario de lo que sucede ahora en que no se repara nada. Me ha gustado mucho.
ResponEliminaUn abrazo.
Si, efectivamente creo que la cultura del "usar y tirar" no será para siempre. Solo con que haya una crisis, o un parón como el que tuvimos con la famosa pandemia, nos damos cuenta del valor real de las cosas, y de lo útil que es reutilizar para quien no tiene medios para comprar siempre algo nuevo. Un abrazote Rosa!
EliminaHola Marifelita, me gustó tu propuesta, en vez de centrarte en las cosas feas de la vejez das una "solución" para que todos se beneficien de la gran experiencia que tienen los viejos. Un gran aporte al reto, me gustó mucho. Saludos.
ResponEliminaGracias Ana! Es que se tiende a pensar que en la vejez todo se ha acabado y en realidad, aun queda mucho que hacer, descubrir y aportar! Todo depende de la ilusión y las ganas que le ponga cada uno, como durante otras etapas de la vida! Un abrazote!
EliminaHola Marifelita, al paso que evolucionamos la idea de una residencia donde los ancianos den rienda suelta a sus oficinas no es del todo descabellada, ya que no hay aprendices para oficios que de continuar así, nadie sabe quién reemplazará a un fontanero, electricista, etc. Cuando se jubilen. Una buena opción para esa tercera etapa en la que puedes seguir siendo muy útil. Un abrazo
ResponEliminaNunca hay que subestimar el conocimiento, sea cual sea, ya que aunque hayan cosas que parezcan superadas o mejoradas, los conocimientos nunca están de más! Un abrazote Nuria!
EliminaHola Marifelita, me parece una idea estupenda. Ya que todos ganamos bien contado. Un abrazo.
ResponEliminaTodas las generaciones tienen algo que aportar, tanto las más maduras por su experiencia como las más jóvenes, porque tienen distintas visiones y nuevas ideas! Un abrazote Ainhoa!
EliminaUna idea magnífica, a ver si alguien la pone en marcha y seguro que se apuntarían mucha gente mayor para enseñar a los jóvenes ciertos oficios que están en extinción.
ResponEliminaTe felicito por como desarrollaste el tema de este mes´
Un abrazo Marifelita
Puri
Creo que una cosa básica e imprescindible para que la gente mayor se encuentre bien y conforme a su edad, salud aparte, es sentirse útil y valorado! Tienen mucho que enseñar y aportar aunque muchos de ellos no parecen saberlo! Un abrazote Puri!
EliminaHola buen aporte, la vejez puede ser fuente de sabiduría, por ello que podamos seguir siendo útiles enseñando, al menos mientras nuestras capacidades estén funcionando. Siempre he dicho que debe educarse para una vejez sana. En países asiáticos, se presta mucha atención a ello, y son países con longevidad más alta. El Tai Chi empecé el año pasado a practicarlo, y es muy bueno para mantenerse en movimiento.
ResponEliminaEl tema de poner en valor a las personas mayores, empieza por ellos mismos. A veces no saben defender el potencial que tienen. Es verdad que en nuestra cultura "occidental" por decirlo de alguna manera, ahora prima la juventud, y el valor de la vejez ha pasado a otro plano. Debería rescatarse y ponerse en el lugar que le corresponde, como hacen otras culturas! Un abrazote Raquel!
EliminaUn relato precioso, una de las cosas que más valoran los mayores, el sentirse útiles y que son capaces de aportar.
ResponEliminaFelicidades y un abrazo!
Gracias Dakota! Eso precisamente es lo que hay que recordar siempre, y recordarselo también a ellos! Un abrazote!
EliminaMuy buen relato lleno de positivismo.
ResponEliminaGracias de la Flor! El positivismo no hay que olvidarlo nunca, sea la etapa que sea de nuestra vida, sino estamos perdidos! Un abrazote!
EliminaMuy bueno... pensaba que en cualquier momento se torcería y empezaría la cuesta abajo para el snciano, pero cuando llegas al punto culminante de desvelar la idea principal, ya ves que no va a torcer, y que va a acabar bien. Difícil pero muy conseguido ese final.
ResponEliminaFelicitaciones y abrazooo
Gracias Gabi! Entendí que de lo que se trataba en este reto era darle la vuelta al tema de la vejez, ser positivos y ponerla en el lugar que se merece! Un abrazote!
EliminaParece un cuento lo que pintas, pero es una magnífica idea de la que todos salen beneficiados. Los ancianos se siguen sintiendo útiles, porque lo son. Y los jóvenes aprovechan su experiencia y la respetan.
ResponEliminaMuy buena aportación al reto.
Un abrazo.
Exacto! Parece un cuento porque está muy alejado de nuestra realidad. Pero en ocasiones, a nuestra realidad le falta un poco de imaginación para poder tener una vida mejor! Je, je! Un abrazote Macondo!
EliminaUnos ancianos útiles!!! Qué bueno, como tiene que ser. Me apunto
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