Para el relato juevero de esta semana, nuestra compañera MYRIAM desde su blog DE AMORES Y RELACIONES, nos propone crear un relato, poema o ensayo real o ficticio, en primera o tercera persona, en el que, un elefante -o varios- sea nuestro personaje principal, en cualquier tiempo y lugar.
Aquí podréis encontrar el resto de relatos participantes.
EL CIRCO
Foto: Pixabay
Mi madre nos había prometido a mi hermano y a mi llevarnos al cine aquella tarde. En el último momento surgió un imprevisto teniéndonos que quedar en casa.
Discutí con ella y tras una buena rabieta y un enfado descomunal, me marché indignado a la calle. Normalmente con esos arranques no iba más allá del parque delante de casa y pasaba el rato en los columpios o jugando con otros niños hasta que se me pasaba y volvía a casa para merendar.
Pero ese día mi enfado era tremendo. Era el estreno de una película que hacía semanas que esperábamos con impaciencia. Muy atrevido decidí que iría yo solo al cine. En los bolsillos llevaba algún dinero que me había guardado para poder comprarme unas palomitas o chucherías para aquella ocasión.
Subí al autobús, pero me equivoqué de sentido, en lugar de ir al centro me llevo a las afueras. Cuando me di cuenta me bajé para regresar, pero vi unas carpas de circo a lo lejos y quise acercarme a curiosear. Nunca había ido a uno y solo los había visto en las películas, me preguntaba cómo sería.
Encontrándome ya en la solitaria entrada, pensé que la función debía de haber empezado. Vi a la taquillera entretenida conversando con un vigilante y aproveché para colarme en el recinto. Estuve un buen rato paseando entre aquellas coloridas y estrafalarias caravanas imaginando como sería la vida en un lugar así. De pronto oí a lo lejos la inconfundible llamada de ese imponente animal. Me acerqué sin dudarlo a la jaula donde lo tenían retenido y pasé mi pequeña mano por los barrotes hasta poder acariciar su rugosa trompa que me ofrecía amistosamente.
Su mirada triste y enigmática me impactó de tal forma que el niño rebelde que hay en mí pensó que, aquel inmenso animal estuviera retenido en ese lugar era una gran injusticia. Solo puedo decir que al día siguiente salió en todas las portadas de los periódicos la inexplicable fuga de un elefante del circo y su accidentado paseo por las calles de mi ciudad. Os puedo asegurar que aquel espectáculo fue mejor que la película, infinitamente mejor.
Ningún animal debería estar enjaulado, ni tan siquiera aquellos que creemos que están en jaulas de oro. Aquel elefante solo buscaba su libertad algo que le pertenece por derecho de vida.
ResponEliminaUn abrazo y feliz finde.
Eso me da por pensar cuando miro a mis dos gatos. ¿Estarían mejor en libertad o bajo mi techo? Es todo un dilema! Un abrazo!
EliminaEstoy de acuerdo contigo la libertad no tiene precio.
EliminaTotalmente de acuerdo con Campirela. Un elefante no debería estar preso. El personaje de tu relato fue muy valiente al soltarlo, ahora falta que llegue a la Selva.
ResponEliminaMuchísimas gracias, Marifelita, por haberte sumado a mi convocatoria. Ya mismo te agrego al listado. Beso Grande.
La selva queda lejos pero su gesto algo improvisado e inconsciente fue toda una declaración de intenciones. Esta vez costó el relato, pero al final salió! Un abrazo!
EliminaBravo por tu hazaña. La libertas es sagrada para todos los seres humanos.
ResponEliminaAunque sea una libertad un tanto accidentada! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaUno menos que estaba preso, aplauso por tu valor
ResponEliminaAbrazo
Creo que cuando somos niños tenemos mayor conciencia de estas limitaciones de libertades y más empatia con los animales! Un abrazo!
EliminaMucha ternura en esa trompa triste del elefante.. Bien llevado.
ResponEliminaUn abrazo, amiga
Es que los elefantes dentro de su majestuosidad siempre despiertan mucha ternura, verdad? Un abrazo amiga!
EliminaJajja.. así que fuiste tu?
ResponEliminaEso paso realmente en Madrid a principio del siglo XX, Y el elefante hizo destrozos por toda la ciudad hasta que lo cazaron. El elefante , wue se llamaba Pizarro y que vivió mucho más de lo que suelen vivir los elefantes se cargaba a 5 toros con una pata atada a un poste en las luchas de fieras de aquella época. Esta es una de esas cosas wue si no fuera verdad, parecería mentira. 😝
Besoo, amiga
Menuda movida lió el tal Pizarro! Ja, ja! Imagínate, tremenda situación! Si, hay realidades que superan la ficción! Un besote amigo!
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