Para el concurso de este mes de octubre, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", nos han propuesto hacer un pequeño homenaje a la obra de Carmen Martin Gaite, concretamente a su novela "Caperucita en Nueva York".
Para ello el relato que tendremos que presentar será como siempre de un máximo de 900 palabras y tendrá que estar ambientado en Nueva York, o bien que la ciudad tenga cierto protagonismo en la historia.
AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes.
HIPERREALISMO
Aquí me encuentro hoy, admirada por cientos de personas cada día, que vienen a visitarme. ¿Quién me lo iba a decir? Cuando en mi adolescencia ya soñaba con ser una gran estrella actuando en las obras de teatro del instituto. Así que al cumplir los dieciocho, me marché del pueblo con unos ahorros y una pequeña maleta llena de esperanzas y sueños, a la gran manzana.
Los primeros meses me los pasé trabajando en “fast foods” y como cajera de supermercado, me permitía no pasar hambre y poder pagar mi habitación en un pequeño apartamento compartido en Queens con otros jóvenes soñadores como yo. Gracias a una de mis compañeras conseguí otro trabajo como camarera en uno de los bares de copas más de moda en Broadway, que además de estar mejor pagado me permitió acercarme al mundo del espectáculo. Claramente cambió mi suerte por completo. Empecé a participar en alguna modesta obra de teatro, primero de extra sin texto y poco a poco fui consiguiendo alguna frase. No me daba para comer, pero sí que pude abrirme paso tímidamente en el mundillo, me invitaron a fiestas en las que empecé a codearme con algunos actores noveles, guionistas importantes, cantantes y músicos consagrados.
En una de esas fiestas conocí a mister Wolf. Me habían hablado ya de él en alguna otra ocasión, era un envidiado millonario de la ciudad y un famoso filántropo además de un soltero de oro. Era un apasionado del arte y siempre tenía revoloteando a su alrededor a cientos de artistas de distintos estilos y disciplinas, deseosos por que se convirtiera en su mecenas.
Recuerdo que por aquel entonces yo era la musa de un fotógrafo con el que salí durante una temporada y me consiguió un contrato magnífico con una reconocida casa de cosméticos para ser la imagen exclusiva de su nueva línea de pintalabios “Rouge”. Fue el motivo por el que me invitaron a esa fiesta y en el que causé sensación con mi llamativo vestido de un tono entre grosella y mermelada, de un desconocido y ecléctico diseñador local.
Mientras saboreaba un postre de un reconocido repostero internacional galardonado con tres estrellas Michelin, que me recordó vagamente a la tarta de manzana de mi abuela, lo vi entrar en la sala. Quiso el azar, o quizá fue mi subconsciente, que en aquella fiesta reuniera el atrevimiento para acercarme al codiciado millonario y presentarme como una cotizada modelo y joven promesa de la actuación. Enseguida comprobé que mi descaro, junto con mi sugerente vestido y mi explosiva juventud se combinaron en un coctel irresistible.
Aquella noche fui escogida junto a otras jóvenes más para acompañar a nuestra conquista a su mansión, en la que continuamos la fiesta con un reducido y selecto grupo de amigos. Allí nos esperaba un breve tour por todos los rincones de aquella gigantesca propiedad, que imitaba a un palacete de estilo italiano lleno de obras de arte en cada rincón. Pinturas, esculturas, cerámicas, grabados, tapices; todo lo que uno puede llegar a imaginar y de un valor incalculable.
En un momento de la velada, entre risas, música y copas, nuestro anfitrión me cogió de la mano y me llevó, susurrándome al oído, a su rincón favorito de la casa. Me confesó que poseía la mejor colección particular de estatuas de la ciudad y sin duda al mostrármela y poder observar cada una de ellas de cerca, no tuve ninguna duda que incluso sería la mejor del planeta. Nunca había visto algo igual. Ese brillo en los ojos, esos tonos de piel diversos, incluyendo imperfecciones como lunares, cicatrices o incluso alguna que otra arruga facial. Me explicó que todas aquellas esculturas eran de artistas anónimos, y que el día que vieran la luz tendrían un valor incalculable.
Después de aquel comentario, mientras miraba absorta una de aquellas excepcionales obras de arte, que parecía que en cualquier momento pudieran hablarme, noté un pinchazo en la nuca y todo se fundió en negro. Al recobrar la visión y el conocimiento, me sentí aterrorizada al comprobar que me era imposible mover un músculo de cuerpo, y por lo tanto era incapaz de articular palabra, aunque mis sentidos funcionaban perfectamente. Olía su perfume. Oía su voz claramente mientras me explicaba con voz pausada que ya formaba parte de su colección especial y que tenía un lugar de honor en aquella sala. Veía ahora, desde mi posición privilegiada según él, al resto de esculturas de una forma diferente.
No podía creer que lo que mi cabeza empezaba a imaginar fuera realidad, hasta que sus palabras confirmaron mis sospechas. Aquella excéntrica colección estaba formada por víctimas de carne y hueso como yo, que con una sofisticada y secreta técnica conseguían que una sustancia paralizante nos mantuviera vivos y conscientes, al mismo tiempo que totalmente petrificados, incapaces de pedir auxilio de ninguna forma posible. El artista, que así se autodenominaba el caprichoso y macabro millonario, solamente tenía que moldear nuestros cuerpos inconscientes a su gusto y una vez aplicada la dosis paralizante, cubría nuestra piel con distintos pigmentos y barnices para dar su toque final y personal a sus obras maestras.
Así que hoy al verte parado ante mí, curioso visitante, con tu camisa de leñador, observándome maravillado por la perfección de mis curvas, siguiéndolas detalladamente con tu mirada, y pensando como el artista pudo conseguir este hiperrealismo excepcional, me he preguntado: ¿Serías capaz de liberarme?
AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes.
Y AQUI podreis encontrar más pinturas del artista LLUIS RIZZO REY

Terror escondido a plena vista. Seguro que se hizo rico patentado la fórmula para otros usos.
ResponEliminaMuy buen perfil del lobo wue incluso se disfraza como en el clásico.
Como la contempla un leñador (no creo que lo invitaran sl sancta santorum), seguro que la han trasladado . Antes o después slguien se dará cuenta.
Me encanta el final implicando sl lector finalizando con una segunda petsona un relato wue parecía primera.
Besazooo y suerte
Hola Gabi!
EliminaQuise hacer un pequeño guiño también a la caperucita original! Je, je! Con ese lobo disfrazado de millonario, la tarta de la abuela y el muchacho con camisa de leñador! Y es que en una ciudad como Nueva York ya hemos vistos que casi todo es posible! Un besote!
Muchas gracias, Marifelita, por participar con este relato en el homenaje a Carmen Martín Gaite.
ResponEliminaHola Marta!
EliminaGracias a vosotros por seguir motivándonos un curso más con vuestros interesantes temas! Un abrazote!
Una Caperucita y un lobo bien distintos, pero genial tu participación , te felicito.
ResponEliminaHay que ver como se les pueden dar la vuelta a los cuentos y adaptarlos plenamente a la vida de hoy. Un besote , feliz semana.
Gracias Campirela! La verdad es que hay temas atemporales y universales! Je je! Un besote!
EliminaHola, Marifelita, madre mía, pobre chica. Y vaya exposición, sería admirado, pero lo que había detrás era macabro. Dejas abierto el final, lástima el número de palabras, hubiera estado bien un final feliz con la chica como heroína gracias también al de la camisa de leñador.
ResponEliminaUn abrazo. 🤗
Hola Merche! Supongo que todas las historias no pueden acabar bien, como la vida misma! Y es verdad, se me fue quizá la mano con el punto macabro! Je je! Un abrazote!
EliminaAyayayayay... literalmente se metió en la boca del lobo que la engulló sin piedad.
ResponEliminaMe ha recordado a una especie, salvado las larguísimas distancias, de Barba Azul. Un original relato que podría haber ido en consonancia con el microrreto del mes anterior.
Hola De la Flor! Efectivamente este relato sigue un poco la temática de arte del mes anterior! Pero por suerte no está inspirado en ninguna obra de arte real de un museo, aunque el cuadro del artista Lluis Rizzo Rey, con el que lo ilustro, bien podria estarlo! Je je! Un abrazote!
Elimina¿Qué tal va todo, Marifelita? Tu fascinante historia es un escalofriante descenso al horror disfrazado de glamour. Está narrado con una prosa llena de suspense. Me encanta cómo describes el ascenso social de la protagonista, una joven soñadora que llega a Nueva York persiguiendo la fama, y va pasando por trabajos humildes hasta codearse con la élite en una fiesta de Broadway. El encuentro con Mr. Wolf, un millonario excéntrico, y el tour por su mansión repleta de arte, construyen una atmósfera de opulencia que rompes con un giro macabro: su colección de estatuas son víctimas petrificadas, incluida ella, atrapada consciente pero inmóvil. Los detalles –el vestido “entre grosella y mermelada”, las esculturas con lunares y arrugas, el pinchazo en la nuca– crean un contraste inquietante entre belleza y crueldad. Has tocado con habilidad varios temas impactantes: transformar la promesa del sueño americano en una pesadilla, la crítica al poder de los privilegiados y un final abierto que apela al lector, invitándolo a imaginar si podría romper el hechizo de esta galería de horrores.
ResponEliminaUn abrazote!
Hola Marcos!
EliminaMuchas gracias como siempre por tus detallados comentarios! Las vidas repletas de éxito y glamour, siempre esconden algun trazo de oscuridad y decadencia! No es todo oro lo que reluce! Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
He muerto de miedo, Marifelita! No creí que a esta altura de la vida volvería a sentir el terror en una lectura. Te felicito. Extraordinario. Un abrazote de los que te gustan.
ResponEliminaHola Juana! Que gran elogio! Muchas gracias! Me alegro que te haya gustado....pasar tanto miedo! Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaHola Marifelita
ResponEliminaEl terror irrumpió en la bucólica vida de una joven soñadora y moderna que acaba devorada por el lobo disfrazado, aunque deje entrever ciertas intenciones por su nombre. El sueño americano es destrozado en mil pedazos convirtiendo el thriller en un terror que nos deja sin aire. Un abrazo
Marlen
Hola Marlen,
EliminaDesgraciadamente pocos disfrutan del sueño americano y se pierden por el camino, por suerte no del mismo modo que la protagonista! Un abrazote y suerte en el concurso!
¡Wow, Marifelita! ¡Qué relato tan bueno! Nos llevas de la mano siguiendo a esta chica, que incauta cae en las garras de ese hombre de malas intenciones. Le has dado un significado nuevo a los excesos de estas personas que se creen con derecho a todo. No imagino algo más horrible que el destino que ese hombre ha decidido para la muchacha y para esas otras personas que tiene ahí petrificadas. Interesante la pregunta que lanza al final, por ahí puede haber una continuación... saludos y enhorabuena.
ResponEliminaHola Ana!
EliminaLas amenazas y los depredadores cambian con los tiempos! La máxima que dice que no confies en los desconocidos, cobra aqui total sentido! Je je! Un abrazote y suerte en el concurso!
Artistas. Si creo que algunos tienen tecnicas excepcionales. Es claro que estan por encima de cualquier moral, ya que su objectivo es lograr belleza y perfeccion.
ResponEliminaHola JC! Parece ser que en el relato el artista está dispuesto a todo por conseguir la obra perfecta! Un abrazote y suerte en el concurso!
EliminaUna ventaja inherente a esta técnica, tan audaz como aciaga, es que la modelo podría quedar inmortalizada y, a mayor abundamiento, sobrevivir lustros e incluso decenios al malefico artista. ¡Anda que no es un chollo comparado con ser plastinada!
ResponEliminaHola Lucila! Si se mira por otro angulo, definitivamente si buscaba ser observada con admiración y recordada para siempre, es otra forma de conseguirlo, aunque escalofriantemente exitosa! Un abrazote y suerte en el concurso!
Elimina
ResponElimina¡Qué fuerte, Marifelita!, no me esperaba ese final para nada, y menos aún con el inicio de la primera frase que nos despista totalmente. Muy ingeniosa, compañera. Mientras leía pensaba que era una historia como tantas otras reales de muchachas que consiguieron llegar a ser estrellas, hay muchos ejemplos de ello, pero ese final apabullante me pareció no solo brutal, sino una alegoría a las muñecas en que se convierten muchas de las inocentes chicas en busca de su estrella.
Espero no estar haciendo spoiler, ya te han leído muchos compañeros.
¡Pobre caperucita estrellada!
Hola Tara! Efectivamente a esta caperucita no le salió bien la aventura en el bosque! Y es que Nueva York, como muchas otras ciudades de referencia y promesas de éxito puede ser toda una jungla! Un abrazote y suerte en el concurso!
EliminaTerrorífico, Marifelita. Has llevado un paso más allá el cuento clásico presentándonos a un lobo mucho más feroz por lo sibilino y una caperucita que encarna a todas esas personas que vieron morir sus sueños en Nueva York. Gran relato, enhorabuena.
ResponEliminaUn abrazo y suerte.
Gracias Enrique,
EliminaSin duda lo psicológico, lo que no podemos ver o tocar, pero si percibir o imaginar, resulta siempre más terrorífico! La imaginación es perversa! Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
¡Hola, Marifelita! Entre los relatos leídos, faltaba precisamente este Mr. Wolf. El millonario excéntrico que se permite este tipo de colecciones privadas con ese hiperrealismo que el visitante, con camisa de leñador, está a punto de descubrir lo que esconden.
ResponEliminaMe ha encantado.
¡Un abrazo!
Hola Maria Pilar! Me alegro que te haya gustado! Es que con ese nombre no podia esconder demasiado sus malas intenciones! Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaLa incógnita está tan bellamente planteada que darle una (única) solución lo arruinaría todo.
ResponEliminaExcelente.
Saludos,
J.
Hola J.! Me alegro que te haya gustado la historia! Menor la dejamos abierta para que cada cual imagine, no? Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaQué bueno, MariFelita! Jamás me hubiera esperado ese final. Escalofriante...
ResponEliminaUn beso y mucha suerte!
Hola Maite! La situación si que da escalofrios, la verdad! Je je! Me alegro que te haya sorprendido el final! Un besote y mucha suerte en el concurso!
EliminaHola, Marifelita. ¡Vaya vuelta de tuerca le has dado a tu relato! Una Caperucita moderna que es atrapada por un lobo con forma artista psicópata quién, a la manera del clásico de terror Los crímenes del museo de cera, expone sus víctimas como perfectas estatuas.
ResponEliminaMuy buena propuesta. Felicidades.
Gracias Bruno! Me alegro que te haya gustado mi homenaje doble particular a tan reconocidos clásicos! Je je! Un abrazote y suerte en el concurso!
EliminaHola Marifelita. Que terrible final, la pobre muchacha condenada a ejercer de estatua por el resto de sus días, petrificada sin poder hacer nada al respecto. Al menos no ha perdido la esperanza y en cada visitante ve a un potencial liberador que la ayude a escapar, a ella y al resto de víctimas, de su cautiverio. Muy original. Un abrazo.
ResponEliminaHola Jorge! Efectivamente, por muy desesperada que sea la situación, la esperanza no hay que perderla nunca! Quien sabe si aparecerá un leñador en nuestras vidas! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaHola Marifelita, menuda colección que tiene el lobo. Muy bien contado. Un abrazo.
ResponEliminaHola Ainhoa! Pues si, un poco peculiar! No se que da más miedo, si el lobo o la colección en si! Je je! Un abrazote y suerte en el concurso!
EliminaHola, Marifelita, buenas tardes.
ResponEliminaTu relato me ha parecido tan magnífico como terrorífico. En verdad has jugado con los elementos principales del cuento original, pero le has dado un toque tan personal a la historia que hace que desemboque en un final tan siniestro como no recuerdo haber leído a ninguno de los compañeros.
Enhorabuena por todo ello, te felicito.
Un cordial saludo.
Patxi.
Hola Patxi! Me alegro que te haya gustado mi historia terrorífica! Je je! Supongo que narrarla en primera persona la hace mas impactante! Un abrazote y suerte en el concurso!
EliminaMarifelita, me estremece pensar en esa protagonista atrapada en su propio cuerpo, convertida en la obra maestra de un coleccionista que confunde la belleza con la posesión absoluta. Y esa pregunta final —"¿Serías capaz de liberarme?"— no solo rompe la cuarta pared, sino que nos convierte en cómplices al obligarnos a interrogarnos cuántas veces hemos admirado la perfección estética sin preguntarnos qué sacrificios humanos pagan por ella. Una metáfora devastadora sobre cómo el mundo del espectáculo y el arte pueden devorar a quienes pretenden celebrar, y un recordatorio de que algunas prisiones no tienen barrotes, sino espectadores que aplauden. Saludos desde Venezuela
ResponEliminaHola Raquel! Sin duda el mundo del espectáculo resulta más voraz que cualquier cuento o fábula que podamos imaginar! Hay mucho lobo suelto acechando! Je je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaFantástica historia Marifelita la inmortalizó en vida .
ResponEliminaEse leñador que la observa tan interesado a lo mejor la rapta y la libera de su encierro.
Un abrazo
Puri
Gracias Puri! A ver si en esta ocasión de nuevo el leñador es su salvación! Un abrazote y suerte en el concurso
EliminaUn relato de terror, en un ambiente moderno, que devora almas sonadoras. Los lobos del asfalto, son insaciables.
ResponEliminaEnhorabuena.
Hola Berta,
EliminaSi, en la actualidad tenemos unas versiones muy distintas del lobo del cuento, aunque igualmente feroces y aterradoras! Je, je! Un abrazote y suerte en el concurso!
Qué bueno, Marifelita. Un relato de terror al más estilo clásico. La pobre víctima, víctima de sus anhelos, queda empaquetada para la eternidad a la espera de ese cazador, ¿se dará cuenta? Madre mía con el Lobo, en este caso era un ser calculador y listo. Me encantó.
ResponEliminaUn abrazo
Hola Pepe! Los clásicos adaptados a nuestros tiempos... je je! Y es que hay lobos de muchas clases pero a veces no los reconocemos! Si tenemos suerte habrá algun cazador cerca que pueda auxiliarnos! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminaExcelente, Mariferlita! Cuando iba leyendo, por un momento pensé en esa posibilidad de que fueran personas petrificadas, me dije qué bueno sería si... y sí, así lo hiciste y me alegro! Un abrazo
ResponEliminaHola Mirna!
EliminaParece que me adivinaste las intenciones! Je, je! Me alegro mucho que te haya gustado! Un abrazote!
El precio de la inmortalidad artística, cuando no se debe a un artista. Sino a alguien siniestro, con secretos misteriosos.
ResponElimina¿Alguien la rescatará?
Besos.
Hola Demi!
EliminaTu lo has dicho, una especia de inmortalidad, si, pero a un siniestro precio! Un besote!