Nuestro amigo GUSTAB, que como todos sabeis es un "Libridinoso", desde su sugerente blog NÉCTARES nos lanza la siguiente propuesta:
"Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia, Pereza" son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». ¿Podemos imaginar el ser humano sin ellas? ¿El mundo sería mejor si estas inclinaciones no condicionaran nuestras actitudes?
El reto se tratará de escribir un texto de estilo y género literario libre, donde los nombremos literalmente con un límite de extensión de 345 palabras.
Este fue precisamente el tema principal del último libro que publicamos en nuestro TALLER de ESCRITURA con mis compañeros de EL VICI SOLITARI, por lo que os comparto uno de los relatos incluidos en este libro.
Puedes leer más relatos participantes AQUI:
"7 HERMANAS VIRTUOSAS PARA 7 HERMANOS PECADORES"
Dios hizo el paraíso para Adán y Eva, pero con la desobediencia de ella al probar aquella manzana prohibida, se condenaron ambos al sufrimiento eterno y a toda su descendencia.
Se dice que hasta aquel momento el paraíso fue perfecto, pero no hay que olvidar que la inocente y dulce Eva no pudo resistirse a aquella fruta pecaminosa que se le ofrecía.
Podríamos imaginar que tanto Adán como Eva, con tanto tiempo libre para disfrutar del paraíso eterno, pasarían de alguna manera el tiempo, y no precisamente jugando al escondite o paseándose inocentemente desnudos por aquel Jardín del Edén.
Parece ser que estudios recientes sobre la materia afirman que los siete pecados capitales ya existían antes de que ellos fueran castigados por su curiosidad y sed de conocimiento.
La Gula o la Lujuria ya las podemos dar por confirmadas, al mismo tiempo que la Pereza, ya que un mundo perfecto no da lugar a la necesidad de mejorar una vida de ensueño. Un día en el paraíso debe ser muy largo sin otra cosa que hacer que alguna siesta que otra bajo un manzano.
Las malas lenguas dicen que Lucifer aprovechó aquel pequeño desliz de Dios – que parece ser que, aunque no era humano también se equivocaba – para soltar al resto de pecados, hermanos de los anteriores, en el Jardín del Edén. Así fueron desfilando por el paraíso perdido: Avaricia, Envidia, Ira y Soberbia, que enseguida encontraron en los hijos y nietos de la pareja unos buenos candidatos para colarse en los corazones de todo el mundo.
Dicen que había un octavo hermano, Vanidad, pero que por creerse mejor que el resto se quedó en el purgatorio para ser allí el máximo protagonista.
Lucifer no tardó en explicarle a Dios su travesura, y este disgustado y para buscar un equilibrio, envió a la tierra a las hermanas conocidas como las 7 Virtudes: Castidad, Templanza, Caridad, Diligencia, Paciencia, Benevolencia y Humildad.
Hoy en día aún debaten si esta compensación fue suficiente o incluso necesaria. Está claro que el origen de todos ellos es tan incierto como el mismo universo.
Muy bien, nos dejas una buena explicación de su origines, de esos pecados que la iglesia nos ha dejado como un mazo para tenernos atados, aunque ya cada uno sabe lo que tiene que hacer y los pecados no los tiene muy en cuenta.
ResponEliminaNo hay más pecado que aquel que se hace adrede, sabiendo que vas a hacer daño, llámese como se llame. Un besote, feliz jueves.
Sin duda Campirela! Ya somos mayorcitos, je, je! Cada uno sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal, sea pecado o no! Un besote!
EliminaMUY Bien compendio raZonado de esos siete azotes para la humanidad, todas reunidas en el último párrafo.😝
ResponEliminaLeí en algún lado cuando hicimos lo del libro que sin los siete pecados capitales, estaríamos picó más evolucionados, que adán y eva, pero eso sí,, fuera del paraíso.
Anrazooo
Sin duda algunas de las 7 Hermanas, del mismo modo que ciertos 7 hermanos, mal llevadas y al extremo, dejan de ser virtudes y se convierten en otras cosas que tampoco son deseables. Pero ya se sabe, los humanos somos seres de extremos, no nos van las medias tintas! Ja ja! Un besote amigo!
EliminaParece que las siete virtudes, son tan pecaminosas como las otras... excelente tu participación... Eva eva eva.... y ahora estamos aquí trabajando como enfermos pudiendo comer frutas que estén lejos de los pecados.
ResponEliminaPues yo creo que el llamado "desliz" de Eva fue toda una suerte para todos, imaginaos que vida más aburrida la de un paraiso, sin nada que hacer, ni nada en que pensar o mejorar! Yo creo que no habría encajado demasiado allí y habría acabado comiendome una manzada, y eso que no me gustan demasiado! Je, je! Un abrazote Rodrigo!
EliminaQué buena aportación Marifelita, con las explicaciones pertinentes. Total todo fue como un castigo divino. Muy bueno. Un abrazo
ResponEliminaYo siempre he interpretado que era un castigo por el simple hecho de desobedecer, de no hacer caso y encima tener curiosidad por querer saber más, descubrir algo nuevo! Con mis ojos, no me parece un lugar tan atractivo, la verdad! Je, je! Un abrazote Nuria!
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