Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera MAG desde su Blog LA TRASTIENDA DEL PECADO nos propone escribir un relato a partir de esta imagen tan bonita e inspiradora:
Mientras la mente de la protagonista divaga, parece que ha leído algo que le ha impactado y se detiene en un pensamiento que ha hecho que su imaginación se eche a volar, diseñando una historia. A partir de varias frases propuestas, escoger una como tema principal y construir el relato juevero de esta semana.
La frase escogida para mi relato es:
“Demasiada sinceridad te hace parecer falso”
El nombre del viento (Patrick Rothfuss)
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos
participantes.
"SINCERIDAD COMPULSIVA"
Ayer como cada domingo, me escapé a la cabaña del abuelo. Su biblioteca es genial. Retomé el libro que empecé la semana pasada y leí aquella frase:
“Demasiada sinceridad te hace parecer falso”.
Inicialmente me pareció que era una contradicción. Pero después no pude evitar acordarme de un comentario que me hizo mi madre días atrás.
Ella regenta una pequeña tienda de ropa en el centro del pueblo. En realidad, era el negocio familiar y lo heredó al jubilarse la abuela. Cuando empezó ella a encargarse, heredó también su vieja clientela de tantos años y con tanto esfuerzo, aunque mi abuela tenía un don especial. Dicho por mi madre, era capaz de venderte lo que fuera; lo necesitaras o no; te quedara bien o no; lo exhibiera en la tienda o estuviera todavía por llegar. Tenía una habilidad única para las ventas y todo el mundo lo sabía y la admiraba por ello. Su carácter abierto y persuasivo hacía que se metiera a todos en el bolsillo.
Pero por lo visto mi madre no tenía el mismo don que ella. Le faltaba simpatía, quizá algo de picardía y le sobraban escrúpulos. Pero intentaba suplirlo mostrando a las clientas una gran sinceridad, para compensar sus carencias.
No dudaba en comentarle a la clientela, tanto si le preguntaban su opinión como si no, si un color les favorecía o hacía palidecer su cutis, si un modelito les daba un aire más clásico o demasiado moderno, si parecían más jóvenes o maduritas, o si ciertos géneros marcaban sus carnes o sus huesos excesivamente, según fuera el caso.
Con las semanas algunas clientas de toda la vida dejaron de venir a su tienda con tanta asiduidad, y empezó a sospechar que su técnica de ventas no funcionaba como ella había creído inicialmente que lo haría.
“Definitivamente hija, la sinceridad está sobrevalorada. Ya nadie quiere oír la verdad, ya no está de moda.
Y tanto. Te lo confirmo. Somos superficiales. Nos gusta que nos digan lo que nos gusta escuchar y empezamos por engañarnos a nosotros mismo, pero donde esté una buena bofetada de realidad, que se quiten los demás aderezos. Yo trabajo con la sinceridad y a quien no le guste, ahí tiene la puerta, lo que pasa que con un sonrisa, dulzura y unas palabras adecuadas, la cosa cambia mucho.
ResponEliminaMil gracias por tu aportación, Marifé.
Cuídate mucho.
Un beso.
Claro, con una sonrisa, dulzura y buenas palabras se puede decir casi todo! Je je! Gracias por organizar este desafiante reto! Un besote Mag!
EliminaEs muy cierto que algunas personas tienen la habilidad de venderte cualquier cosa sin titubear, a mi me sorprenden. Claro, porque yo, no podría vender ni un caramelo, mas haría como esa madre, te diría que el color no te sienta. Y bueno hay cosas que son así.
ResponEliminaUn abrazo, Marifelita,
Hay personas a las que la sinceridad nos pierde! Je, je! Supongo que todo en su justa medida no es malo! Siempre es preferible la sinceridad, pero a veces duele tanto! Aixxx! Un abrazote Cecy!
EliminaAl parecer nos gusta oír lo que queremos que nos digan y no la verdad u otro punto de vista. Buen aporte. Un abrazo!
ResponEliminalady_p
Es que a veces la verdad no es bonita ni gusta, pero hay que decirla! Nos hace fuertes! Je, je! Un besote Lady_p!
EliminaJajaja Creo que eso más que sinceridad, es sincericidio. Opinar sin que te pregunten es de muy mala educación.
ResponEliminaMe ha gustado tu relato, muy bien construido.
Besos.
Sincericidio! Ja ja! Me ha encantado el concepto! Me lo apunto Noelia! Un besote!
EliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponEliminaYa había leído el texto y me gusto creo que comente , pero mira hecho bien en regresar y dejar otra vez comentario o tal vez se me fue.
EliminaBueno la sinceridad esta sobrevalorada , puede ser, si todos queremos la verdad en ella va implicada la sinceridad.
Hoy me esta jugando los comentarios problemas, se suben si subir y por duplicado ajja, ,los hados están juguetones. Un beso.
Efectivamente, ser sincero tiene un alto precio, para el que habla y también para el que escucha! Je, je! Un abrazote!
EliminaSi es que la sinceridad no está valorada. El mundo no está preparado para oír la verdad. La pobre se quedó sin clientela por su sinceridad.
ResponEliminaBuen relato. Un abrazo
La sinceridad es altamente peligrosa! Un alma de doble filo! Je je! Un abrazote!
Eliminajajaja cierto! todos esperamos que el espejo y la crítica nos mientan un poco, al menos para no sentirnos tan en desventaja! un abrazo, Marife
ResponEliminaSi, la sinceridad es una gran cosa cuando uno quiere opinar, pero no tanto cuando a uno le toca recibir la crítica! Un abrazote Neo!
EliminaSinceridad si, pero decir lo que se piensa sin ton ni son, tiene consecuencias. Y es que es preferible ser dueño de tu silencio a esclavo de tus palabras. Muy bueno, besos.
ResponEliminaMe ha encantado tu cita, Inma! Ja, ja! Lapidaria! Un besote!
EliminaNo todos tienen la capacidad de escuchar la verdad del otro; y tan válido, como dicen, "Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada" y así el negocio familiar no se perderá
ResponEliminaUn abrazo
Efectivamente, la madre de nuestra protagonista aprendio la leccion! Claramente padecer de sinceridad compulsiva no es lo mejor para llevar un negocio! Ja ja! Un abrazote!
EliminaGran dilema, Marife.
ResponEliminaNadie quiere oír mentiras, pero hay verdades que pueden doler. Los vendedores quieren vender y más si cobran comisión. Por eso para comprar ropa hay que ir con alguien de confianza que te pueda ver de espaldas y te diga.... Ese vestido te queda fatal, mejor coge el otro. También hay clientes que si o si quieren algo porque está de moda y no aceptan consejos En cierta ocasión fui testigo de una escena así.
Al margen de ventas, en lo personal prefiero la verdad aunque duela un poco.
Un abrazo.
Sin duda, lo peor que le puede pasar a un vendedor es ser sincero! Je je! Un abrazote!
EliminaHola Marifelita, la verdad duele, siempre, sea buena, mala, regular, en el fondo los humanos prefieren una mentira que les haga disfrutar de la realidad que una verdad. En una tienda de ropa, no obstante, yo no me fiaría de la dependienta, por ejemplo, a saber, si a mí me gusta el vestido me lo llevo, luego ya decidiré yo si me queda bien o mal, (probablemente luego no me lo pondría), jajajajaja. Somos así. Buen cuento.
ResponEliminaUn abrazo. :)
Gracias Merche! Eso seria lo normal y deseable! Pero hay mucha gente insegura pendiente de la opinion ajena, y a veces no es sincera ni desinteresada! Un abrazote!
Eliminaun muy interesante relato que dibuja sin máscara las consecuencias de la verdad desnuda, Tiemblo muchas veces cuando escucho a alguna persona decir " yo es que digo todo lo que pienso " por que esas personas son incapaces de filtrar Un abrazo
ResponEliminaEs que subestimamos la verdad, es una poderosa arma, demasiado reveladora y peligrosa! No todo el mundo está preparado para afrontarla! Ja, ja! Un abrazote!
Elimina¡Hola, Marifelita! No puedo más que suscribir la frase de que la verdad está muy sobrevalorada. A quienes están todo el santo día con lo de ser sincero les diría que pensaran en un mundo donde todo el mundo fuera sincero. Creo que llegaríamos a ver el sol del nuevo día. Nada identifica al mentiroso como cuando alguien se pone serio y dice algo así como "Mi problema es que no sé mentir". Puff, yo es que escucho eso y ya me preparo a escuchar una milonga.
ResponEliminaEstupendo relato en el que justo usas la profesión más dada a la mentirijilla como es el comercio. Un abrazo!
Estoy de acuerdo contigo! Estoy convencida que la mentira se inventó comerciando! Ja, ja! Y creo que hay algo que tenemos que tener claro y no pasa por admitirlo! Casi todos sabemos mentir perfectamente y a casi todos nos duele la verdad! Somos animales sentimentales y no lo podemos evitar! Ja, ja! Un abrazote David!
EliminaEs muy cierta esa frase, conozco a varios comerciantes que como se dice por aquí "te doran la píldora", para que termines comprando algo que no pensabas comprar o que no necesitas realmente.
ResponEliminaMuy buena tu historia, un abrazo y buen fin de semana.
PATRICIA F.
Es muy dura la vida del comerciante, pero hay que colocar el producto como sea! Hay que comer, no? Je, je! Son mentiras "piadosas" en ocasiones, en otras quizá no tanto! Ja, ja! Un abrazote y feliz fin de semana para ti también, Patricia!
EliminaPues para vender no es la mejor cualidad la sinceridad.
ResponEliminaA no ser que, como una amiga común, tengas una alternativa: " esto no, peeeeero esto..."
Es una labor especializada y siempre en continuo perfeccionamiento, lo de vender.
Besosss, amiiga
Es todo un arte esto de vender, más antiguo que el mundo! Y no todos valemos para ello, los que padecen de sinceridad compulsiva decididamente no es su mejor cualidad para ello. Je, je! Un besote amigo!
EliminaMe ha encantado tu relato, Marifelita. Es curioso cómo mucha gente pide que le des tu opinión, pero luego no quieren escucharla *.*
ResponEliminaMe encanta Patrick Rothfuss y tengo pendiente la última novelette que ha publicado: The Narrow Road Between Desires.
Un besazo
Efectivamente Dafne! En general pedimos sinceridad a los que nos rodean pero cuando nos la brindan, depende de cual sea el mensaje igual no nos gusta tanto! Je, je! El ser humano es muy complejo! Ja ja! Un abrazote!
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