En nuestro “Reto Juevero” de esta semana, LA MUJER DE NEGRO nos
propone seleccionar la tercera fotografía que tengamos almacenada en nuestro
móvil, sea desde la cámara, descargas, whatsapp o cualquier aplicación y
desarrollar el tema, del conjunto o de algún elemento que aparezca, de lo que
se ve o se perciba. Así que contemos: 1, 2 y 3.
Aquí podréis encontrar el resto de relatos
participantes en este nuevo reto.
CELOS
Hace unas semanas entraron en casa contigo en brazos y pensé:
¿Es que ya no me queréis? ¿No tenéis suficiente conmigo? ¿Con mis mimos y mis
caricias?
Ahora tengo que compartir la casa y a ellos dos contigo. Antes
dormíamos cada noche los tres juntitos, bien a gusto. En verano y en invierno.
Y ahora tú, renacuajo, te has hecho el amo y señor de la casa, te encuentro en
cualquier rincón, en mis lugares favoritos. Parece que lo sepas y lo hagas con mala
intención, solo para fastidiarme.
Yo no me sentía sola antes, no me hacía falta compañía
ninguna, al menos, no la tuya. ¡No sé qué les ha hecho pensar que podría ser
una buena idea tenerte en casa!
Cuando nos ponen la comida, en cuanto se marchan, vienes y me
la robas de mi plato, sobre todo cuando es atún que es lo que más me gusta.
Vienes a jugar conmigo y yo no tengo ni ganas ni edad para
tus juegos. Nada es mío ya, ni mis escondites, mis juguetes, mis mantitas, mis
lugares especiales delante de la ventana, ahora todo es tuyo y ellos solo
tienen ojos para ti. Ya casi no juegan conmigo, ni me cepillan con la misma
asiduidad que antes, claro, ahora tienen que repartir su poco tiempo libre,
entre los dos.
Así que yo me voy a un rincón indignada para hacerles
entender que estoy disgustada y ofendida, y tú, te quedas con ellos jugando,
escondiéndote en sus armarios, llenándoles su ropa de pelos, robándoles sus
cosas, mordiendo sus papeles, cuando cazas moscas les arañas las cortinas, y
ellos solo hacen que reírte las gracias. Ya no recuerdan que yo siempre me he
portado bien. Ya no se acuerdan de mí.
Incluso he dejado de comer unos días como protesta, para ver
si se dan cuenta de mi enfado, y nada, parece que no les importe. ¡Ya se le
pasará, deben pensar! ¡Pues que sepan que esta traición no la pienso olvidar y
nada volverá a ser como antes!
En unos meses ya serás mayor, habrás dejado de ser el bebé
mono y juguetón que eres ahora y solo serás un gato adulto, travieso y malo, y
ya se encargaran de ponerte en tu sitio. Es cuestión de tiempo.
Si quereis leer más historias suyas y de otras mascotas las
encontrareis en la sección “Animaladas”.
Qué ternura de relato, ellos también sienten y recienten cuando hay un nuevo miembro que acapara la atención, así tratemos de equilibrarla, son como niños pequeñitos, pelín egoístas y celosos, una maravilla tu relato, gracias por sumarte, Marifelita, me has hecho sonreír.
ResponEliminaUn abrazo
Es que observando a los gatos se aprende mucho y conviviendo con ellos, mucho más! Tu lo has dicho, son como niños, como nosotros... vaya! Ja, ja! Un abrazo!
EliminaSencillamente ternura al máximo nivel ...Pobrecito gato lo pasaría fatal sin duda alguna, hasta los animales sienten celos y no quieren compartir ese espacio que es como si se lo arrebataran.
ResponEliminaUn fuerte abrazo, feliz noche.
Los gastos son animales muy complejos y difíciles, pero cuando consigues su atención y su afecto es muy satisfactorio. Donde hay un poquito de amor, siempre surgen los celos, aunque sea un poquito! Un abrazo!
EliminaTierna historia. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponEliminaGracias J.P! Un beso!
EliminaHistorias de gato.
ResponElimina;)
Si, conviviendo con ellos tienes mil historias y mucho material para escribir! Tengo más si quieres... Je je! Saludos!
Eliminame da que el gatito cualquier dia aparece en la inexistente casita-nido, que no se le cayo en la cabeza a una mujer que no pasaba.
ResponEliminaabrazooo MARIFE
Ja ja, pues igual! No me extrañaría nada! Me encanta esta "no referencia" tuya a un "no relato" mío anterior! Ja ja! Un beso!
EliminaQué gatitos preciosos! Y qué bien hilado ese relato de los celos recién nacidos! Gracias por compartir tan lindas fotos. Un abrazo
ResponEliminaEs que los celos no son exclusivamente humanos! Ja, ja! Saludos!
EliminaQué tierno relato. Me has recordado a mi gata. Es parecidísima a la tuya, lo único que en lugar del pelo negro lo tiene gris. Por lo demás muy muy parecida. Y también es mayor, ya tiene 12 años. Y cuando mi hija trae su gatita, que es pequeña, pues solo quiere jugar con ella, y va corriendo detrás suyo, la otra como es mayor quiere estar tranquila jajaja y la entran celos, y a veces se enfada y la bufa jajajaajaj.
ResponEliminaMe ha encantado tu relato, Marifelita.
Besos enormes.
Creo que la combinación de esos tres colores la llaman "Calico"! Son muy curiosos! La verdad es que en muchas cosas y a medida que se van haciendo mayores, toman comportamientos muy humanos, como los celos, el aburrimiento, querer estar solos o aislarse, se vuelven gruñones... se humanizan, vaya! Ja ja! Besos!
Elimina¡Me encantan tus mascotas, Marifelita! Coffee y Lemmy, ambas son preciosas (y espero que a Coffee se le pasen pronto los celos). El relato te quedó 10/10.
ResponEliminaUn besazo juevero.
Gracias Dafne! Eso espero, porque sus conflictos se acaban convirtiendo en los tuyos, y no puedes evitarlo! Je je! Un beso!
EliminaVivo con tres gatos y se de esa sensación que ves cuando llega el nuevo. Actitudes que tú vives con preocupación, hasta que un día como por arte de magia te los encuentras a los dos acurrucados juntos hechos una bola y entonces ya respiras tranquila. Una dulzura de relato, besos.
ResponEliminaDeseo que llegue ese día, te lo seguro! Y es que son los dos unos pequeños personajes con grandes personalidades! Ja ja! Un beso!
EliminaVerdaderamente tengo dos gatas, las dos son princesas, pero es cierto cuando aparece la nueva integrante prontamente sus estados de ánimos cambian, convirtiéndola en un torbellino.
ResponEliminate sigo.
abrazos desde el aire
La verdad es que esto de convivir con gatos es toda una experiencia! Saludos!
Elimina¡Hola, Marifelita! Un relato que muestra a la perfección, y en versión gatuna, el síndrome del príncipe destronado que tan bien mostró Delibes en su novela, en ese caso en referencia al niño que de repente se encuentra con un hermano recién nacido que lo saca de su trono. Pero como dice el gato de tu relato: todo será cuestión de tiempo. Estupenda lectura. Un abrazo!
ResponEliminaGracias David! La verdad es que los celos nos convierten a todos, en cualquier edad y especie en "un principe destronado"! Un abrazo!
EliminaOhhh, son preciosos los dos ♥ Leerte me ha hecho acordar a los celos de mi gata mayor, Mina, cuando trajimos a casa al menor, Teo. Hicimos todo lo posible por no dejarla sin atenciones, pero se ofendió tanto que tardó un año en volver a maullarme como antes. Eso sí, al pequeñito lo tomó como un bebé propio, pero a nosotros no nos lo perdonó rápido. Muy tierno relato, un abrazo.
ResponEliminaEs que los gatos tienen cada uno su propia personalidad, y son la mayoría de carácter fuerte y complejo! Se dice que los gatos no tienen amo, y en muchos momentos en el día a día así me lo demuestran, constantemente. Su comunicación es muy especial! Un abrazo!
Eliminasiempre hemos tenido animales de compañía, desde hace milenios, muchos de esos animales abandonaron su situacion salvaje por un plato seguro y algo de calor, ahora les damos estatus casi de personas, Un abrazo
ResponEliminaEs verdad, somos nosotros quienes los humanizamos, a veces sin querer y a veces por nuestras necesidades. El cualquier caso, ya se dice que "el roce hace el cariño", se crean lazos que a veces son difíciles de explicar. Un abrazo!
EliminaQue personificación has hecho de la gata celosa y que bien has ido describiendo sus sentimientos.
ResponEliminaMe gustó mucho.
Gracias Tracy! Observándolos se pueden percibir muchas cosas, aunque quien fuera gato por unos instantes y poder meterse en esas pequeñas mentes tan complejas! Un abrazo!
EliminaEncantado de observar tu capacidad de comprensión con Cofee. pone cara de que le lees sus pensamientos.
ResponEliminaabrazos
Aunque temo que sus pensamientos son mucho más complejos que los míos, y la comunicación por tener lenguajes distintos es complicada, me limito a observar su lenguaje corporal que en ocasiones dice mucho! Ja, ja! Un abrazo!
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