dimecres, 24 de desembre del 2025
La leyenda del gato tricolor
dimarts, 23 de desembre del 2025
¡Felices y jueveras fiestas, blogueros!
Como cada año, nuestra compañera bloguera NEOGÉMINIS, que organiza y participa cada semana en los RETOS JUEVEROS, nos ha felicitado las fiestas con esta postal tan especial que confecciona cada año con todo el cariño del mundo.
Aprovecho el momento para compartirla orgullosamente con todos los blogueros que se pasan de vez en cuando por aquí a leer alguna de mis historias y además para desearos a tod@s unas...
¡MUY FELICES Y JUEVERAS FIESTAS!
diumenge, 21 de desembre del 2025
Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos "Rapunzel y su peinado rebelde"
Esta semana comparto con vosotros mi última colaboración del año al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de nuestra compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES.
Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!
Si quieres seguir leyendo más sobre la serie de CUENTOS ALTERNATIVOS, aquí tienes estos enlaces:
dissabte, 13 de desembre del 2025
Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Cenicienta a tus zapatos"
Esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES.
Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!
Si quieres seguir leyendo más sobre la serie de CUENTOS ALTERNATIVOS, aquí tienes estos enlaces:
dimarts, 9 de desembre del 2025
Concurso de Diciembre – EL TINTERO DE ORO – Homenaje a Terry Pratchett y "El Color de la magia" - "Se busca: Cruz de Malta"
Para el concurso de este mes de diciembre, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", nos han propuesto hacer un homenaje a la obra del genial autor Terry Pratchett y su universo tan particular y alocado del "Mundodisco".
Para ello el relato que tendremos que presentar será como siempre de un máximo de 900 palabras y debe incluir un elemento mágico o fantástico que cree más caos que ventajas.COMPRO CUBERTERÍA DE PLATA “CRUZ DE MALTA”. Ese fue el texto que puse en el cartel
y con el que empapelé el barrio entero, para recuperar la cubertería de la
abuela. Fue lo que me dejó en su testamento, además de una carta explicativa
sobre su genuino valor.
“No es solo una vieja y elegante cubertería, como verás enseguida
si le dedicas tiempo y paciencia, comprobarás que tiene ciertas habilidades especiales,
y que no todo el mundo sabe apreciar”.
El problema fue que mi padre, tras meter a la abuela en un
asilo, y cuando se vio apurado al ver que sus negocios iban de mal en peor, empezó
a vender todo lo que encontró de valor en su casa, incluida la valiosa
cubertería.
Según las indicaciones de la abuela en una carta manuscrita
de su puño y letra, su valor no residía únicamente en la exclusiva marca, sino en
cierta particularidad: tenía el don de hacer que al comensal que la tuviera en
sus manos y la utilizara regularmente, le convertía el sabor de la comida de su
plato a lo que él deseara.
Cuando leí la nota pensé que se trataba de una broma de la abuela,
era conocida por su peculiar sentido del humor y forma de vida. Se
autodenominaba “la loca de la familia” y muchos estaban de acuerdo con aquella
afirmación.
Para un joven estudiante como yo, con unas aburridas y
tristes fiestas navideñas por delante, se convirtió en su objetivo principal.
¿Cómo podía recuperarla? Le pregunté a mi padre si tenía el nombre y teléfono
del comprador, pero siempre fue un desastre y su respuesta, terriblemente
decepcionante: no lo conservaba. Recordaba que era de un vecino de la zona, que
había perdido la suya en una timba de póker y quería recupera otra antes de las
navidades para que su mujer no se enterara.
Así que, fui a la copistería del barrio, encargué cien copias
y colgué los carteles por el exclusivo barrio donde vivía mi abuela, uno de los
mejores de la ciudad. Le dije a mi padre que si la encontraba me ayudara a
pagarla porque me lo debía, era mía por derecho. Le convencí al decirle que
podía ahorrarse mi viaje de fin de curso. Recientemente me había enterado de que
Lola, la chica de mi clase que me gustaba, no iría, así que ya no tenía ningún
sentido ese viaje para mí.
Pasaron aquellas navidades que resultaron larguísimas y
deprimentes, porque tuve la ausencia de mi abuela muy presente durante todos
aquellos días. Me pesaba encima una tremenda frustración al ver que mi plan
para recuperar su cubertería había sido un desastre, ni una sola llamada.
Unos días después de Reyes, cuando lo daba todo por perdido, en
plena cuesta de enero, recibí una llamada interesándose por mi oferta. En nuestra
breve conversación me di cuenta enseguida que se trataba del mismo comprador
que adquirió la de mi abuela, parecía impaciente por venderla, y llegamos rápido
a un acuerdo con el precio. Le pedí el dinero a mi padre, que me lo dio muy a
regañadientes y fui a la casa del vendedor. Piqué al timbre y mientras esperaba
que me abrieran la puerta, pensaba en la gran suerte que había tenido al encontrarla.
Pronto podría comprobar si lo que explicaba mi abuela en su carta era cierto, o
solo me tomaba el pelo.
Enseguida vi que mi racha de buena suerte solo acababa de empezar
cuando Lola, mi adorada compañera de clase, abría la puerta y me recibía
sorprendida con una de aquellas dulces sonrisas suyas.
Me llevó al salón donde estaban sus padres visiblemente
malhumorados. Cada uno sostenía un paño en la mano y frotaba la cubertería abrillantándola,
antes de introducir cada pieza en su casillero correspondiente del elegante estuche.
Lola me ofreció tomar algo mientras sus padres acababan de repasar
todas las piezas antes de entregármela. Al quedarme a solas en el salón con sus
padres, continuaron una discusión que parecía que mi llegada había
interrumpido. Yo deseaba con todas mis fuerzas que Lola saliera de la cocina ya
que el tono estaba subiendo y yo no sabía donde meterme. Al mismo tiempo que vi
regresar a Lola con una bandeja llena de aperitivos y bebidas, empezó a suceder
algo ciertamente mágico.
Los cubiertos que estaban ya guardados en su estuche salieron
de sus casilleros por su propio pie, algunos levitando suavemente y otros
saltando violentamente encima de la mesa. Lola y yo contemplábamos maravillados
aquella prodigiosa escena. Mientras, sus padres enzarzados en una acalorada
discusión, cada uno con un cubierto en la mano, agitándolo bruscamente en el
aire o apuntando al otro, se acusaban mutuamente de ser el culpable de todas
sus desgracias.
Justo en ese momento se produjo literalmente una explosión de
cubiertos por todo el salón. Yo cogí enseguida a Lola de la mano y nos
refugiamos debajo de la mesa. Sus padres en medio del comedor fueron las
víctimas entre gritos, maldiciones y reproches, de una violenta lluvia de
cubiertos que se movían erráticamente de un lado a otro del salón, golpeándolos
con fuerza o hiriéndolos con pequeñas punzadas y cortes.
Por lo visto mi abuela tenía razón, pero, o se quedó corta en
sus explicaciones o no acabó de descubrir todas las posibilidades de aquel
valioso legado que acababa de encontrar y que estaba deseoso por explorar.
dissabte, 29 de novembre del 2025
Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Lobito Manso y Encarnita Feroz"
Esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES.
El relato de hoy es una versión totalmente alternativa de estilo libre, del clásico fácilmente reconocible. A ver que os parece:
"LOBITO MANSO Y ENCARNITA FEROZ"
Érase una vez
un lobito bien manso y chiquitito que vivía en el bosque. Era muy asustadizo,
algunas veces se había encontrado con unos enanitos que iban por el bosque
silbando y cantando con una muchacha morena, joven y guapa pero muy
escandalosa, que siempre lo despertaban de sus siestas. Una tarde se tropezó en
el bosque con una niña, que de entrada parecía estar perdida e indefensa.
—Hola bonita!
¿Te has perdido? ¿Puedo ayudarte?
—Mi madre
siempre dice que no hable con desconocidos, pero yo no le hago caso, que sabrá
ella. Me llamo Encarnita, y como voy bien de tiempo para llegar a casa de la
abuela, me quedaré aquí un rato a descansar y a comer algo de lo que le ha
puesto mi madre en la cesta. ¿Quieres probar algo? - El lobito educado dijo:
—Te lo
agradezco, pero no gracias. Me temo que no me sentaría demasiado bien. – Y
antes de que acabara la frase, Encarnita ya había empezado a zamparse una
madalena con una mano, mientras que con la otra sostenía una rosquilla, y en
cuanto le quedó una mano libre, echó mano de una chocolatina.
—¡Tú te lo
pierdes, lobito bobo! Y siguiendo comiendo a dos manos mientras con la boca
llena de dulces le preguntaba al lobito, con voz inocente:
—¡A ver
lobito! ¿Sabes para que son estos ojos tan grandes que tengo?
—Imagino que
son para ver mejor ¿no?
—No tonto,
son para encandilar a un joven príncipe y se case conmigo. – El lobito se
estaba empezando a incomodar en compañía de la extraña niña.
—¿Y sabes
para que son estas orejas tan grandes que tengo?
— ¿Serán para
poder oír mejor?
—Que bobo
eres lobito. Serán para que una vez me haya casado con un apuesto príncipe,
poder llevar los pendientes más lujosos y caros que me regale. – El lobito de
nuevo se estaba poniendo cada vez más nervioso, que les pasaba a las niñas de
hoy en día?
—¿Y sabes
Lobito, para que es esta boca tan grande que tengo?
—¿Para
zamparte la merienda de tu abuela mejor? - Definitivamente se estaba empezando
a arrepentir de haberse acercado a la niña para auxiliarla, en vez de quedarse
feliz durmiendo su siesta en su madriguera.
—Pero mira
que eres inocente Lobito, es para estamparle a mi príncipe unos buenos besos y
que nunca se quiera ir de mi lado.
El lobito se
levantó e hizo ademán de marcharse mientras decía:
—Creía que
las niñas de hoy en día erais más espabiladas, y menos superficiales la verdad.
Que decepción, así acaban luego los cuentos.
—Oye, pues tú
eres un lobito, antipático e impertinente. Soplaré y soplaré, y tu casa
derribaré.
—Perdona
Encarnita, pero creo que eso es de otro cuento, y en todo caso me tocaría a mi
decirlo, ¿no te parece?
—Yo ya soy
mayor y digo lo que me da la gana. — Y molesta se levantó, tapó la cesta con
las cuatro migajas que quedaban de la merienda para su abuela y se fue gritando
por el camino diciendo:
—Y ahora le
voy a decir a mi madre y a mi abuela, que no solo me has molestado, sino que
además te has comido toda la merienda. Pobre abuela, se va a disgustar mucho. Y
mi madre más. Ella que la había preparado con toda la ilusión.
El lobito se
quedó sorprendido, pero al mismo tiempo aliviado al verla alejarse por fin de
su rincón de bosque favorito, y así podría seguir con su siesta en el mismo
punto donde la había dejado. Y por cierto, no iba a volver a salir en la ayuda
de ninguna niña perdida nunca más.
FIN
P.D.: Recuerda que el lobo siempre será malo,
si solo escuchamos a Caperucita, digo, a Encarnita...
Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!
diumenge, 23 de novembre del 2025
Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Espejito, espejito"
Tras una gran pausa durante los meses de verano, esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que ha sido un placer participar durante varias semanas este año.
En esta ocasión continuamos con una serie de versiones alternativas, actualizadas a nuestros tiempos, de clásicos cuentos de toda la vida, que muchos de vosotros reconocereis enseguida. Espero que os gusten:
Blanca vivía en el bosque, con sus siete personas preferidas. Eran sus mejores amigos,
porque siempre la habían ayudado cuando los necesitaba y incluso a veces sin
tener que pedírselo. Como aquella vez que conociendo a su príncipe, el que
creía que sería su novio ideal y su marido para toda la vida, resultó salirle
rana, como suele decirse, y dejaron correr su noviazgo, yendo cada uno por su
lado.
Ella se
refugió en el bosque con sus queridos amigos, que la acogieron encantados, y le
dijeron que por ellos como si se quería quedar a vivir con ellos para siempre,
y que se olvidara del castillo, de su madrastra y de príncipes. Que ella se
bastaba sola para ser feliz.
Un día
paseando por el bosque se tropezó con un gran espejo, que le pareció un poco
familiar. Se trataba del espejo mágico de su madrastra, la bruja que le había
hecho siempre la vida imposible. Hacía meses que no sabía nada de ella, y casi
que mejor.
Se acercó
tímidamente, ya que no le dio buena espina, y al estar a un palmo del espejo,
de pronto surgió un rostro desconocido para ella que le dijo:
—¡Blancanieves
querida! ¿Qué hace una linda muchacha como tu perdida por este oscuro,
tenebroso y triste bosque? — A lo que Blancanieves respondió:
—Pues mira,
no estoy ni perdida, ni este bosque es tenebroso ni triste. Esta es mi casa
ahora y por fin me siento feliz, querida y bien acompañada.
—¡Pero
chiquilla! Una joven linda como tú, en edad casadera con las propiedades
heredadas de tu familia, cualquier príncipe estaría encantado de casarse
contigo.
—No me hables
de príncipes, que ya con el que conocí el año pasado salí escaldada, que no es
oro todo lo que reluce, y de momento no tengo ánimos ni ilusiones de meterme en
otro fregao semejante.
—¡Mujer! Pero
un día tendrás que buscar un marido y formar una familia. No es menos lo que se
espera de una princesa como tú. Yo puedo ayudarte.
—Pues quien
sea que este esperando eso, ya puede esperar sentado porque ahora mismo no
tengo ninguna intención de buscar nada, y si un día me apetece buscar, pues ya
me espabilaré sin ayuda de nadie ¿sabes? Creo que yo solita podré hacerlo.
—Eso es lo
que dices ahora que eres joven y tienes toda la vida por delante, pero cuando
seas mayor como tu madrastra, no pensarás de la misma manera, ya lo verás. Y
entonces ya no serás ni tan bella, ni llamarás la atención de nadie, y aunque
quieras casarte ya no podrás.
—¡Mira
espejito! Te estás poniendo un poco impertinente para mi gusto. Ya te he dicho
que me va muy bien ahora y si llegado el momento me apetece pues ya me buscaré
a alguien. Porque otra cosa te digo, igual no me busco un príncipe, igual me
gusta más una princesa. O incluso me enamoro de alguien que no sea de la
realiza, porque la vida de palacio es muy estresante, que le leído muchos
cuentos, y solo hay mala gente con ganas de perjudicarte. —Te voy a decir una
cosa jovencita…
—Y antes que
el maldito espejo pudiera pronunciar una palabra más, aunque pesaba un quintal,
Blancanieves consiguió arrastrarlo hasta el borde del lago, y allí lo dejó caer
hasta lo más profundo de sus oscuras aguas para que ya no pudiera molestar a
nadie nunca más.
Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!
diumenge, 12 d’octubre del 2025
Concurso de Octubre – EL TINTERO DE ORO – “Homenaje a Carmen Martin Gaite - "Caperucita en Nueva York” - “Hiperrealismo”
AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes.
dissabte, 20 de setembre del 2025
“EL TINTERO DE ORO” - Microreto Septiembre: “Arte y literatura” – "El surrealismo y yo"
dimarts, 22 de juliol del 2025
Cada jueves, un relato - Tema: 5 elementos – “ El callejón”
Esta semana, nuestra compañera NEOGÉMINIS toma de nuevo la batuta de los relatos jueveros y nos convoca al siguiente reto:
Esta vez la consigna tratará de incluir en una historia breve, sin superar las 350 palabras, los siguientes 5 elementos:
* Un desenlace inesperado
Salí a tomar unas copas a un conocido local del centro. Mis
amigas fueron desfilando con sus conquistas a medida que iba pasando la noche.
Yo me quedé la última y no tenía prisa en volver a casa.
Al advertirme el camarero que cerraban el local, decidí
volver caminando para despejarme. Atajé dejando atrás la gran avenida y
metiéndome en el primer callejón. En el silencio de la noche, caminaba
concentrada en el sonido de mis tacones cuando oí a mis espaldas a alguien salir
de un portal y abalanzarse sobre mí. Su mano tapó mi boca y noté un objeto
punzante y frio en mi cuello. Un grito quedó ahogado en mi garganta, mientras
me empujaba contra la pared, arrancándome el bolso de un tirón.
Vi la sombra de alguien que se aproximaba corriendo y
forcejeaba para quitarle el cuchillo, que acabó cayendo al suelo. Nuestro
atacante salió corriendo calle abajo mientras el buen samaritano se llevaba la
mano al costado. Cuando vi sus dedos ensangrentados le hice sentarse mientras
iba a buscar ayuda.
Salí a la avenida pidiendo auxilio a gritos, sin éxito. Regresé
donde había dejado a aquel hombre, apoyado en la pared, con la mano en el
costado, sujetándose la herida, pero al llegar solo encontré unas ropas
ensangrentadas. ¿Cómo podría haber huido tan rápido si estaba gravemente herido?
Sentí impotencia por no poder ayudarle ni agradecérselo como merecía.
De pronto del interior de aquellas ropas, oí los lloros de un
cachorrito y al acercarme encontré a un gatito también ensangrentado. Lo cogí
en brazos, envolviéndolo en una de aquellas prendas, para llevármelo conmigo, a
casa de un amigo veterinario. Tras lavar y explorar al gatito ensangrentado, le
encontramos una herida en el mismo lugar en el que mi agresor había apuñalado a
aquel hombre misterioso.
Hace unos meses que Tito vive conmigo. Cada día agradezco que se cruzara en mi camino. Aún conservo su camisa, en la que lo envolví ensangrentado y en cuyo bolsillo encontré un extraño y pequeño dispositivo electrónico. Creo que ha llegado la hora de devolverle el favor y saber quién es en realidad.
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos
participantes.
dissabte, 19 de juliol del 2025
Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Una historia de sirenas - Capítulo 12 - "Nueva vida, nuevas aventuras"
¡Hola Blogueros!
Hoy os presentamos ya el último capítulo de “UNA HISTORIA DE SIRENAS”, como colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que ha sido un placer participar con esta historia durante estas últimas semanas.
¡Si te perdiste algún capítulo anterior pulsa AQUI!
dimarts, 15 de juliol del 2025
Cada jueves, un relato - Tema: El viaje que nunca hice – “Bienvenue à Lavelanet ”
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
Podría asegurar sin ninguna duda que tomando como guía las
bonitas postales de tu ciudad y siguiendo las detalladas descripciones de tus
cartas, recibidas durante años me orientaría perfectamente por sus calles.
Un verano al acabar la escuela, tu padre encontró trabajo al
otro lado de la frontera y decidió mudarse con toda la familia. Nos despedimos
con un fuerte abrazo, dándome un papelito con tus señas para mantener
correspondencia. La semana siguiente recibí tu primera postal con una breve carta
donde me contabas tus primeras impresiones. Después de aquella primera le
siguieron muchas otras, donde me hablabas de tus nuevas amistades, curiosidades
de tu nuevo hogar y la belleza de sus paisajes.
Vuestra casa estaba nada más entrar al pueblo, tras el cartel
de bienvenida, “Lavelanet, Pays des Pyrénées Cathares” frente al “Stade Paul
Bergere”, donde con los años acabarías jugando al rubgy con el equipo local. La
ventana de la cocina daba a las montañas y desde allí se divisaba el "Chateau
de Montségur".
A dos manzanas de casa se encontraba la fábrica textil
“Thierry et fils” donde trabajaba tu padre y la mitad de pueblo según
descubriste semanas más tarde. Si seguías bajando por la “Promenade de L’Île”, con
los avellanos que daban nombre al lugar, llegabas a la Place de L’Êglise, junto
a “La Poste” donde cada lunes llevabas tus cartas antes de entrar al instituto.
Los domingos ibas con tus padres a tomar un vermut a la “Place
de la Revolution” y en el quiosco situado delante del “Hôtel de Ville”,
comprabas algunas postales para mostrarme tus rincones preferidos.
Nunca fui a visitarte y nunca regresaste. Nuestras cartas se
fueron espaciando hasta que dejamos de escribirnos. Cuarenta años después de
recibir tu última postal, me encontré una tarde removiendo viejas cajas en el
desván y me tropecé con tus cartas. Algo dentro de mi me invitó a cometer una
locura: escribirte unas líneas a tu vieja dirección. Para mi sorpresa recibí tu respuesta dos
semanas más tarde.
Ahora estoy esperándote en la “Avenue de la Gare” delante de
la estación, nerviosa y ansiosa por nuestro reencuentro.
La leyenda del gato tricolor
Coffee LA LEYENDA DEL GATO TRICOLOR “Cuenta la leyenda que hace cientos de años, en un monasterio del Tíbet, los monjes no lograban pone...
-
Para el concurso de este mes de febrero, nuestros amigos de " EL TINTERO DE ORO ", nos proponen hacerle un homenaje a Robert Louis...
-
En el último reto de este año con los amigos del TINTERO DE ORO , nos desafían con la siguiente propuesta. Crear un relato futurista en el q...
-
El Tintero de Oro nos propone el siguiente reto para el mes de Enero. Se trata de escribir una historia inspirada en algún mito o en el nom...
























