dissabte, 13 de desembre del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Cenicienta a tus zapatos"

Esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES.

El relato de hoy es una nueva "revisión" de un cuento infantil clásico fácilmente reconocible, con un toque gamberro que he intentado introducir, igual que al resto de la serie. Espero que os guste:



"CENICIENTA A TUS ZAPATOS"

Imagen: Pixabay


—¡Pues mira, yo paso de ir a la fiesta con estos zapatitos tan cucos de cristal! Son monísimos, pero ni yo ni nadie es capaz de llevar algo así. ¡Ya se acabó la esclavitud de las mujeres, ya está bien! De ir estupendas para agradar a los hombres, aunque suponga ir sufriendo, ir apretadas e incómodas. Todo por el qué dirán. ¿Pero que tarado se ha inventado estos zapatos? A mi dame unos "tennis" de toda la vida, que yo lo que quiero es pasármelo bien, bailar toda la noche y estar cómoda.

Los ratoncitos que la escuchaban atentamente desde el otro lado de la habitación no daban crédito a lo que decía Cenicienta, pero ya se sabe, las chicas de hoy en día son muy diferentes a las de nuestros tiempos.

— ¡Pero mira cómo vas muchacha! ¿Vas a salir así a la calle, "Ceci"? Eso no te combina nada con el vestido y vas a hacer el ridículo. Mañana ya te veo en Facebook, alguna chica que te tenga manía en la fiesta te hará una foto y la colgará en Internet para que todos se burlen de tí, te van a poner de vuelta y media, ¡ya lo verás!

—¿Y a mí que más me da lo que digan los demás? Cada uno que se preocupe de lo suyo, que yo no les digo a ellos lo que tienen que ponerse, como tienen que pintarse ni que chicos les convienen.

Los dos ratoncitos no dejaban de menear sus cabezas con gesto de desaprobación y ya sin saber que decirle a "Ceci" para poder aconsejarla. Ellos sabían lo malvados que podían ser los chicos del instituto cuando querían, y ellos dos solo pretendían ahorrarle un disgusto a la muchacha.

— ¡Ratoncitos míos! No os preocupéis más por mí, que yo ya sé cuidar de mí misma, y sé con quién estoy tratando. Además, os voy a decir una cosa. Pienso vender estos zapatitos de cristal en Wallapop o donde sea. Mis hermanas mayores son tan exquisitas que no repiten nunca modelito, y por eso me los han dado. Y además son unas esclavas de la moda. Aun no sé cómo pudieron llevar estos zapatos. Estoy convencida que se venderán enseguida y me ganaré un dinerillo para organizar mi próxima fiesta de cumpleaños. Bueno, eso si la madrastra me deja, claro. Ya sabéis que a las dos pánfilas de mis hermanas les deja hacer siempre lo que quieren, y a mí que soy la pequeña, siempre me lo prohíbe todo.

Una vez estuvo ya arreglada cogió su cazadora de cuero y salió corriendo escaleras abajo, dirección a la calle. Los ratoncitos la miraban desde la ventana del comedor, mientras se subía a la moto de una de sus amigas y salían disparadas camino de su tan esperada fiesta.

"Ceci" regresó puntual a su casa, antes de las doce, no quería que su madrastra se enfadara con ella como la última vez y la dejara sin salir todo un mes. De los errores se aprende. Se lo pasó genial y bailó toda la noche hasta que sus pies, doloridos y apretujados dentro de sus zapatillas deportivas, ya le avisaron que era la hora de regresar a casa.

A la mañana siguiente, estaba dormida como un tronco, agotada de la noche anterior, y al no bajar a desayunar a la hora que acostumbraba, los ratoncitos fueron a su habitación a despertarla.

—¡Buenos días "Ceci"! ¿Qué tal fue la fiesta anoche?

— ¡Me lo pasé genial, chicos! Bailé hasta que mis pies dijeron basta. – Y mientras hablaba con ellos cogió su móvil de la mesita de noche y revisó los mensajes de WhatsApp y Telegram que sus amigas le habían enviado. Miró su Facebook, como todas le invitaban a hacer, y les mostró la pantalla de su móvil a sus amigos los ratoncitos.

—¡Mirad chicos, que éxito anoche! ¡Voy a marcar tendencia!

Y efectivamente así fue, ya que sorprendidos vieron como en Facebook todo el mundo alababa el moderno y desenfadado look que llevaba Cenicienta la noche anterior. Y es que esta juventud es de miedo, ¿Cómo ha cambiado el cuento no?

Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!


Si quieres seguir leyendo más sobre la serie de CUENTOS ALTERNATIVOS, aquí tienes estos enlaces:

ESPEJITO, ESPEJITO

LOBITO MANSO Y ENCARNITA FEROZ


Puedes seguir leyendo más historias FANTÁSTICAS en MIL Y UNA NARRACIONES.




dimarts, 9 de desembre del 2025

Concurso de Diciembre – EL TINTERO DE ORO – Homenaje a Terry Pratchett y "El Color de la magia" - "Se busca: Cruz de Malta"

Para el concurso de este mes de diciembre, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", nos han propuesto hacer un homenaje a la obra del genial autor Terry Pratchett y su universo tan particular y alocado del "Mundodisco".

Para ello el relato que tendremos que presentar será como siempre de un máximo de 900 palabras y debe incluir un elemento mágico o fantástico que cree más caos que ventajas.


AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:


"SE BUSCA: CRUZ DE MALTA"

Imagen: Pixabay

COMPRO CUBERTERÍA DE PLATA “CRUZ DE MALTA”. Ese fue el texto que puse en el cartel y con el que empapelé el barrio entero, para recuperar la cubertería de la abuela. Fue lo que me dejó en su testamento, además de una carta explicativa sobre su genuino valor.

No es solo una vieja y elegante cubertería, como verás enseguida si le dedicas tiempo y paciencia, comprobarás que tiene ciertas habilidades especiales, y que no todo el mundo sabe apreciar”.

El problema fue que mi padre, tras meter a la abuela en un asilo, y cuando se vio apurado al ver que sus negocios iban de mal en peor, empezó a vender todo lo que encontró de valor en su casa, incluida la valiosa cubertería.

Según las indicaciones de la abuela en una carta manuscrita de su puño y letra, su valor no residía únicamente en la exclusiva marca, sino en cierta particularidad: tenía el don de hacer que al comensal que la tuviera en sus manos y la utilizara regularmente, le convertía el sabor de la comida de su plato a lo que él deseara.

Cuando leí la nota pensé que se trataba de una broma de la abuela, era conocida por su peculiar sentido del humor y forma de vida. Se autodenominaba “la loca de la familia” y muchos estaban de acuerdo con aquella afirmación.

Para un joven estudiante como yo, con unas aburridas y tristes fiestas navideñas por delante, se convirtió en su objetivo principal. ¿Cómo podía recuperarla? Le pregunté a mi padre si tenía el nombre y teléfono del comprador, pero siempre fue un desastre y su respuesta, terriblemente decepcionante: no lo conservaba. Recordaba que era de un vecino de la zona, que había perdido la suya en una timba de póker y quería recupera otra antes de las navidades para que su mujer no se enterara.

Así que, fui a la copistería del barrio, encargué cien copias y colgué los carteles por el exclusivo barrio donde vivía mi abuela, uno de los mejores de la ciudad. Le dije a mi padre que si la encontraba me ayudara a pagarla porque me lo debía, era mía por derecho. Le convencí al decirle que podía ahorrarse mi viaje de fin de curso. Recientemente me había enterado de que Lola, la chica de mi clase que me gustaba, no iría, así que ya no tenía ningún sentido ese viaje para mí.

Pasaron aquellas navidades que resultaron larguísimas y deprimentes, porque tuve la ausencia de mi abuela muy presente durante todos aquellos días. Me pesaba encima una tremenda frustración al ver que mi plan para recuperar su cubertería había sido un desastre, ni una sola llamada.

Unos días después de Reyes, cuando lo daba todo por perdido, en plena cuesta de enero, recibí una llamada interesándose por mi oferta. En nuestra breve conversación me di cuenta enseguida que se trataba del mismo comprador que adquirió la de mi abuela, parecía impaciente por venderla, y llegamos rápido a un acuerdo con el precio. Le pedí el dinero a mi padre, que me lo dio muy a regañadientes y fui a la casa del vendedor. Piqué al timbre y mientras esperaba que me abrieran la puerta, pensaba en la gran suerte que había tenido al encontrarla. Pronto podría comprobar si lo que explicaba mi abuela en su carta era cierto, o solo me tomaba el pelo.

Enseguida vi que mi racha de buena suerte solo acababa de empezar cuando Lola, mi adorada compañera de clase, abría la puerta y me recibía sorprendida con una de aquellas dulces sonrisas suyas.

Me llevó al salón donde estaban sus padres visiblemente malhumorados. Cada uno sostenía un paño en la mano y frotaba la cubertería abrillantándola, antes de introducir cada pieza en su casillero correspondiente del elegante estuche.

Lola me ofreció tomar algo mientras sus padres acababan de repasar todas las piezas antes de entregármela. Al quedarme a solas en el salón con sus padres, continuaron una discusión que parecía que mi llegada había interrumpido. Yo deseaba con todas mis fuerzas que Lola saliera de la cocina ya que el tono estaba subiendo y yo no sabía donde meterme. Al mismo tiempo que vi regresar a Lola con una bandeja llena de aperitivos y bebidas, empezó a suceder algo ciertamente mágico.

Los cubiertos que estaban ya guardados en su estuche salieron de sus casilleros por su propio pie, algunos levitando suavemente y otros saltando violentamente encima de la mesa. Lola y yo contemplábamos maravillados aquella prodigiosa escena. Mientras, sus padres enzarzados en una acalorada discusión, cada uno con un cubierto en la mano, agitándolo bruscamente en el aire o apuntando al otro, se acusaban mutuamente de ser el culpable de todas sus desgracias.

Justo en ese momento se produjo literalmente una explosión de cubiertos por todo el salón. Yo cogí enseguida a Lola de la mano y nos refugiamos debajo de la mesa. Sus padres en medio del comedor fueron las víctimas entre gritos, maldiciones y reproches, de una violenta lluvia de cubiertos que se movían erráticamente de un lado a otro del salón, golpeándolos con fuerza o hiriéndolos con pequeñas punzadas y cortes.

Por lo visto mi abuela tenía razón, pero, o se quedó corta en sus explicaciones o no acabó de descubrir todas las posibilidades de aquel valioso legado que acababa de encontrar y que estaba deseoso por explorar.


AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:



Por cierto, TINTEROS y resto de BLOGUEROS, aprovecho para desearos a tod@s unas ...






dissabte, 29 de novembre del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Lobito Manso y Encarnita Feroz"

Esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES.

El relato de hoy es una versión totalmente alternativa de estilo libre, del clásico fácilmente reconocible. A ver que os parece:


"LOBITO MANSO Y ENCARNITA FEROZ"

Imagen: Pixabay

Érase una vez un lobito bien manso y chiquitito que vivía en el bosque. Era muy asustadizo, algunas veces se había encontrado con unos enanitos que iban por el bosque silbando y cantando con una muchacha morena, joven y guapa pero muy escandalosa, que siempre lo despertaban de sus siestas. Una tarde se tropezó en el bosque con una niña, que de entrada parecía estar perdida e indefensa.

—Hola bonita! ¿Te has perdido? ¿Puedo ayudarte?

—Mi madre siempre dice que no hable con desconocidos, pero yo no le hago caso, que sabrá ella. Me llamo Encarnita, y como voy bien de tiempo para llegar a casa de la abuela, me quedaré aquí un rato a descansar y a comer algo de lo que le ha puesto mi madre en la cesta. ¿Quieres probar algo? - El lobito educado dijo:

—Te lo agradezco, pero no gracias. Me temo que no me sentaría demasiado bien. – Y antes de que acabara la frase, Encarnita ya había empezado a zamparse una madalena con una mano, mientras que con la otra sostenía una rosquilla, y en cuanto le quedó una mano libre, echó mano de una chocolatina.

—¡Tú te lo pierdes, lobito bobo! Y siguiendo comiendo a dos manos mientras con la boca llena de dulces le preguntaba al lobito, con voz inocente:

—¡A ver lobito! ¿Sabes para que son estos ojos tan grandes que tengo?

—Imagino que son para ver mejor ¿no?

—No tonto, son para encandilar a un joven príncipe y se case conmigo. – El lobito se estaba empezando a incomodar en compañía de la extraña niña.

—¿Y sabes para que son estas orejas tan grandes que tengo?

— ¿Serán para poder oír mejor?

—Que bobo eres lobito. Serán para que una vez me haya casado con un apuesto príncipe, poder llevar los pendientes más lujosos y caros que me regale. – El lobito de nuevo se estaba poniendo cada vez más nervioso, que les pasaba a las niñas de hoy en día?

—¿Y sabes Lobito, para que es esta boca tan grande que tengo?

—¿Para zamparte la merienda de tu abuela mejor? - Definitivamente se estaba empezando a arrepentir de haberse acercado a la niña para auxiliarla, en vez de quedarse feliz durmiendo su siesta en su madriguera.

—Pero mira que eres inocente Lobito, es para estamparle a mi príncipe unos buenos besos y que nunca se quiera ir de mi lado.

El lobito se levantó e hizo ademán de marcharse mientras decía:

—Creía que las niñas de hoy en día erais más espabiladas, y menos superficiales la verdad. Que decepción, así acaban luego los cuentos.

—Oye, pues tú eres un lobito, antipático e impertinente. Soplaré y soplaré, y tu casa derribaré.

—Perdona Encarnita, pero creo que eso es de otro cuento, y en todo caso me tocaría a mi decirlo, ¿no te parece?

—Yo ya soy mayor y digo lo que me da la gana. — Y molesta se levantó, tapó la cesta con las cuatro migajas que quedaban de la merienda para su abuela y se fue gritando por el camino diciendo:

—Y ahora le voy a decir a mi madre y a mi abuela, que no solo me has molestado, sino que además te has comido toda la merienda. Pobre abuela, se va a disgustar mucho. Y mi madre más. Ella que la había preparado con toda la ilusión.

El lobito se quedó sorprendido, pero al mismo tiempo aliviado al verla alejarse por fin de su rincón de bosque favorito, y así podría seguir con su siesta en el mismo punto donde la había dejado. Y por cierto, no iba a volver a salir en la ayuda de ninguna niña perdida nunca más.

FIN

P.D.: Recuerda que el lobo siempre será malo, si solo escuchamos a Caperucita, digo, a Encarnita...


Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!


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diumenge, 23 de novembre del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Espejito, espejito"

¡Hola Blogueros!

Tras una gran pausa durante los meses de verano, esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que ha sido un placer participar durante varias semanas este año.

En esta ocasión continuamos con una serie de versiones alternativas, actualizadas a nuestros tiempos, de clásicos cuentos de toda la vida, que muchos de vosotros reconocereis enseguida. Espero que os gusten:


"ESPEJITO, ESPEJITO"

Blanca vivía en el bosque, con sus siete personas preferidas. Eran sus mejores amigos, porque siempre la habían ayudado cuando los necesitaba y incluso a veces sin tener que pedírselo. Como aquella vez que conociendo a su príncipe, el que creía que sería su novio ideal y su marido para toda la vida, resultó salirle rana, como suele decirse, y dejaron correr su noviazgo, yendo cada uno por su lado.

Ella se refugió en el bosque con sus queridos amigos, que la acogieron encantados, y le dijeron que por ellos como si se quería quedar a vivir con ellos para siempre, y que se olvidara del castillo, de su madrastra y de príncipes. Que ella se bastaba sola para ser feliz.

Un día paseando por el bosque se tropezó con un gran espejo, que le pareció un poco familiar. Se trataba del espejo mágico de su madrastra, la bruja que le había hecho siempre la vida imposible. Hacía meses que no sabía nada de ella, y casi que mejor.

Se acercó tímidamente, ya que no le dio buena espina, y al estar a un palmo del espejo, de pronto surgió un rostro desconocido para ella que le dijo:

—¡Blancanieves querida! ¿Qué hace una linda muchacha como tu perdida por este oscuro, tenebroso y triste bosque? — A lo que Blancanieves respondió:

—Pues mira, no estoy ni perdida, ni este bosque es tenebroso ni triste. Esta es mi casa ahora y por fin me siento feliz, querida y bien acompañada.

—¡Pero chiquilla! Una joven linda como tú, en edad casadera con las propiedades heredadas de tu familia, cualquier príncipe estaría encantado de casarse contigo.

—No me hables de príncipes, que ya con el que conocí el año pasado salí escaldada, que no es oro todo lo que reluce, y de momento no tengo ánimos ni ilusiones de meterme en otro fregao semejante.

—¡Mujer! Pero un día tendrás que buscar un marido y formar una familia. No es menos lo que se espera de una princesa como tú. Yo puedo ayudarte.

—Pues quien sea que este esperando eso, ya puede esperar sentado porque ahora mismo no tengo ninguna intención de buscar nada, y si un día me apetece buscar, pues ya me espabilaré sin ayuda de nadie ¿sabes? Creo que yo solita podré hacerlo.

—Eso es lo que dices ahora que eres joven y tienes toda la vida por delante, pero cuando seas mayor como tu madrastra, no pensarás de la misma manera, ya lo verás. Y entonces ya no serás ni tan bella, ni llamarás la atención de nadie, y aunque quieras casarte ya no podrás.

—¡Mira espejito! Te estás poniendo un poco impertinente para mi gusto. Ya te he dicho que me va muy bien ahora y si llegado el momento me apetece pues ya me buscaré a alguien. Porque otra cosa te digo, igual no me busco un príncipe, igual me gusta más una princesa. O incluso me enamoro de alguien que no sea de la realiza, porque la vida de palacio es muy estresante, que le leído muchos cuentos, y solo hay mala gente con ganas de perjudicarte. —Te voy a decir una cosa jovencita…

—Y antes que el maldito espejo pudiera pronunciar una palabra más, aunque pesaba un quintal, Blancanieves consiguió arrastrarlo hasta el borde del lago, y allí lo dejó caer hasta lo más profundo de sus oscuras aguas para que ya no pudiera molestar a nadie nunca más.

Y ... colorín colorado... este cuento se ha acabado!


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diumenge, 12 d’octubre del 2025

Concurso de Octubre – EL TINTERO DE ORO – “Homenaje a Carmen Martin Gaite - "Caperucita en Nueva York” - “Hiperrealismo”

Para el concurso de este mes de octubre, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", nos han propuesto hacer un pequeño homenaje a la obra de Carmen Martin Gaite, concretamente a su novela "Caperucita en Nueva York".

Para ello el relato que tendremos que presentar será como siempre de un máximo de 900 palabras y tendrá que estar ambientado en Nueva York, o bien que la ciudad tenga cierto protagonismo en la historia.


AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes.




HIPERREALISMO

Aquí me encuentro hoy, admirada por cientos de personas cada día, que vienen a visitarme. ¿Quién me lo iba a decir? Cuando en mi adolescencia ya soñaba con ser una gran estrella actuando en las obras de teatro del instituto. Así que al cumplir los dieciocho, me marché del pueblo con unos ahorros y una pequeña maleta llena de esperanzas y sueños, a la gran manzana.

Los primeros meses me los pasé trabajando en “fast foods” y como cajera de supermercado, me permitía no pasar hambre y poder pagar mi habitación en un pequeño apartamento compartido en Queens con otros jóvenes soñadores como yo. Gracias a una de mis compañeras conseguí otro trabajo como camarera en uno de los bares de copas más de moda en Broadway, que además de estar mejor pagado me permitió acercarme al mundo del espectáculo. Claramente cambió mi suerte por completo. Empecé a participar en alguna modesta obra de teatro, primero de extra sin texto y poco a poco fui consiguiendo alguna frase. No me daba para comer, pero sí que pude abrirme paso tímidamente en el mundillo, me invitaron a fiestas en las que empecé a codearme con algunos actores noveles, guionistas importantes, cantantes y músicos consagrados.

En una de esas fiestas conocí a mister Wolf. Me habían hablado ya de él en alguna otra ocasión, era un envidiado millonario de la ciudad y un famoso filántropo además de un soltero de oro. Era un apasionado del arte y siempre tenía revoloteando a su alrededor a cientos de artistas de distintos estilos y disciplinas, deseosos por que se convirtiera en su mecenas.

Recuerdo que por aquel entonces yo era la musa de un fotógrafo con el que salí durante una temporada y me consiguió un contrato magnífico con una reconocida casa de cosméticos para ser la imagen exclusiva de su nueva línea de pintalabios “Rouge”. Fue el motivo por el que me invitaron a esa fiesta y en el que causé sensación con mi llamativo vestido de un tono entre grosella y mermelada, de un desconocido y ecléctico diseñador local.

Mientras saboreaba un postre de un reconocido repostero internacional galardonado con tres estrellas Michelin, que me recordó vagamente a la tarta de manzana de mi abuela, lo vi entrar en la sala. Quiso el azar, o quizá fue mi subconsciente, que en aquella fiesta reuniera el atrevimiento para acercarme al codiciado millonario y presentarme como una cotizada modelo y joven promesa de la actuación. Enseguida comprobé que mi descaro, junto con mi sugerente vestido y mi explosiva juventud se combinaron en un coctel irresistible.

Aquella noche fui escogida junto a otras jóvenes más para acompañar a nuestra conquista a su mansión, en la que continuamos la fiesta con un reducido y selecto grupo de amigos. Allí nos esperaba un breve tour por todos los rincones de aquella gigantesca propiedad, que imitaba a un palacete de estilo italiano lleno de obras de arte en cada rincón. Pinturas, esculturas, cerámicas, grabados, tapices; todo lo que uno puede llegar a imaginar y de un valor incalculable.

En un momento de la velada, entre risas, música y copas, nuestro anfitrión me cogió de la mano y me llevó, susurrándome al oído, a su rincón favorito de la casa. Me confesó que poseía la mejor colección particular de estatuas de la ciudad y sin duda al mostrármela y poder observar cada una de ellas de cerca, no tuve ninguna duda que incluso sería la mejor del planeta. Nunca había visto algo igual. Ese brillo en los ojos, esos tonos de piel diversos, incluyendo imperfecciones como lunares, cicatrices o incluso alguna que otra arruga facial. Me explicó que todas aquellas esculturas eran de artistas anónimos, y que el día que vieran la luz tendrían un valor incalculable.

Después de aquel comentario, mientras miraba absorta una de aquellas excepcionales obras de arte, que parecía que en cualquier momento pudieran hablarme, noté un pinchazo en la nuca y todo se fundió en negro. Al recobrar la visión y el conocimiento, me sentí aterrorizada al comprobar que me era imposible mover un músculo de cuerpo, y por lo tanto era incapaz de articular palabra, aunque mis sentidos funcionaban perfectamente. Olía su perfume. Oía su voz claramente mientras me explicaba con voz pausada que ya formaba parte de su colección especial y que tenía un lugar de honor en aquella sala. Veía ahora, desde mi posición privilegiada según él, al resto de esculturas de una forma diferente.

No podía creer que lo que mi cabeza empezaba a imaginar fuera realidad, hasta que sus palabras confirmaron mis sospechas. Aquella excéntrica colección estaba formada por víctimas de carne y hueso como yo, que con una sofisticada y secreta técnica conseguían que una sustancia paralizante nos mantuviera vivos y conscientes, al mismo tiempo que totalmente petrificados, incapaces de pedir auxilio de ninguna forma posible. El artista, que así se autodenominaba el caprichoso y macabro millonario, solamente tenía que moldear nuestros cuerpos inconscientes a su gusto y una vez aplicada la dosis paralizante, cubría nuestra piel con distintos pigmentos y barnices para dar su toque final y personal a sus obras maestras.

Así que hoy al verte parado ante mí, curioso visitante, con tu camisa de leñador, observándome maravillado por la perfección de mis curvas, siguiéndolas detalladamente con tu mirada, y pensando como el artista pudo conseguir este hiperrealismo excepcional, me he preguntado: ¿Serías capaz de liberarme?

AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes.


Y AQUI podreis encontrar más pinturas del artista LLUIS RIZZO REY

dissabte, 20 de setembre del 2025

“EL TINTERO DE ORO” - Microreto Septiembre: “Arte y literatura” – "El surrealismo y yo"

Tras casi dos meses de parón, empezamos el “curso” de nuevo con nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO", y sus propuestas.

Para este mes de Septiembre, tras acabar muchos de nosotros las vacaciones estivales, nos proponen un reto con un marcado toque cultural. Se tratará de escribir un relato basado en una obra de arte, sea una pintura, escultura, arquitectura, o en cualquiera de sus formas y representaciones. Como siempre sin superar las 250 palabras y con estilo libre.


AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:


"EL SURREALISMO Y YO"



Entrar a un museo siempre me ha costado, cualquier otra manera de pasar el tiempo me resulta más interesante. Ese día tuve que ir por compromiso, a mi cita le encantaban y pensé que ganaría puntos con ella acompañándola.

Nada más entrar me di cuenta que no era el tipo de museo habitual, con pinturas clásicas, atmósferas oscuras y claustrofóbicas, mostrando viejos temas sobradamente reconocidos en torno a las mismas leyendas y escenas religiosas siempre tan instructivas y moralizantes.

En el vestíbulo, la inquisidora mirada de Salvador Dalí me intimidaba diciéndome: “¿que se te ha perdido aquí, chaval?” Mientras me fijaba en su nítido rostro, sus facciones se redibujaban, transformándolas en una colorida variedad de frutas y verduras.


Seguí por el pasillo y allí encontré ”El Grito”, aunque en una versión libre algo peculiar, como si fuera el capricho de algún frutero habilidoso y con gran sentido del humor. Tras varias versiones vegetales y gastronómicas de obras célebres, me pareció refrescante una reproducción de la mismísima “Gioconda” combinando numerosos mariscos y cefalópodos. Debo reconocer que me inquietó y al mismo tiempo de removió ligeramente el estómago.


A la salida, me esperaba una original escultura de frutas y hortalizas cuidadosamente escogidas y apiladas, reproduciendo aquellas figuras “elefantásticas” y famosísimas de Dalí. Algo mareado y confuso, salí por la puerta pensando que sería la última vez que entraba en un museo tras comer un copioso menú degustación de cincuenta platillos y acompañado quizá, de demasiadas copas de vino.




Si tienes curiosidad por ver más obras impactantes, originales y divertidas, como las que te he presentado ilustrando el relato, debo decir que no se trata de una invención de ninguna IA y que puedes visitarlas en The Big Fun Musem - Museo  de las Ilusiones en Barcelona.

 

        


AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:









dimarts, 22 de juliol del 2025

Cada jueves, un relato - Tema: 5 elementos – “ El callejón”

Esta semana, nuestra compañera NEOGÉMINIS toma de nuevo la batuta de los relatos jueveros y nos convoca al siguiente reto:

Esta vez la consigna tratará de incluir en una historia breve, sin superar las 350 palabras, los siguientes 5 elementos:

* Un paisaje urbano nocturno

* Un elemento tecnológico futurista

* Un peligro inminente

* Un personaje enigmático

* Un  desenlace inesperado

" EL CALLEJÓN"

Imagen: Pixabay

Salí a tomar unas copas a un conocido local del centro. Mis amigas fueron desfilando con sus conquistas a medida que iba pasando la noche. Yo me quedé la última y no tenía prisa en volver a casa.

Al advertirme el camarero que cerraban el local, decidí volver caminando para despejarme. Atajé dejando atrás la gran avenida y metiéndome en el primer callejón. En el silencio de la noche, caminaba concentrada en el sonido de mis tacones cuando oí a mis espaldas a alguien salir de un portal y abalanzarse sobre mí. Su mano tapó mi boca y noté un objeto punzante y frio en mi cuello. Un grito quedó ahogado en mi garganta, mientras me empujaba contra la pared, arrancándome el bolso de un tirón.

Vi la sombra de alguien que se aproximaba corriendo y forcejeaba para quitarle el cuchillo, que acabó cayendo al suelo. Nuestro atacante salió corriendo calle abajo mientras el buen samaritano se llevaba la mano al costado. Cuando vi sus dedos ensangrentados le hice sentarse mientras iba a buscar ayuda.

Salí a la avenida pidiendo auxilio a gritos, sin éxito. Regresé donde había dejado a aquel hombre, apoyado en la pared, con la mano en el costado, sujetándose la herida, pero al llegar solo encontré unas ropas ensangrentadas. ¿Cómo podría haber huido tan rápido si estaba gravemente herido? Sentí impotencia por no poder ayudarle ni agradecérselo como merecía.

De pronto del interior de aquellas ropas, oí los lloros de un cachorrito y al acercarme encontré a un gatito también ensangrentado. Lo cogí en brazos, envolviéndolo en una de aquellas prendas, para llevármelo conmigo, a casa de un amigo veterinario. Tras lavar y explorar al gatito ensangrentado, le encontramos una herida en el mismo lugar en el que mi agresor había apuñalado a aquel hombre misterioso.

Hace unos meses que Tito vive conmigo. Cada día agradezco que se cruzara en mi camino. Aún conservo su camisa, en la que lo envolví ensangrentado y en cuyo bolsillo encontré un extraño y pequeño dispositivo electrónico. Creo que ha llegado la hora de devolverle el favor y saber quién es en realidad.

Imagen: Pixabay

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.



Mis compañeros del grupo literario “EL VICI SOLITARI” os presentan su sección “REFUGI POÉTIC” para los amantes de la poesía. Si a tí también te gusta, cada semana puedes encontrar un nuevo poema AQUÍ.




dissabte, 19 de juliol del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Una historia de sirenas - Capítulo 12 - "Nueva vida, nuevas aventuras"

 ¡Hola Blogueros!

Hoy os presentamos ya el último capítulo de  “UNA HISTORIA DE SIRENAS”, como colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que ha sido un placer participar con esta historia durante estas últimas semanas.


"UNA HISTORIA DE SIRENAS"

Ilustración: Nevy - Altillo de los duendes

CAPÍTULO 2

"NUEVA VIDA, NUEVAS AVENTURAS"


Por lo visto, cuando una sirena se encuentra en apuros, hay algún tipo de transmisión o conexión más allá de la distancia que hace que el resto de sus hermanas reciban su mensaje de peligro y acudan en su ayuda. Pude averiguarlo al ver que tan solo en un par de días todas las sirenas de los distintos puntos cardinales se habían reunido allí para acudir a su llamada de auxilio.

Además de esperar al Gran Sabio Hipocampus con impaciencia para recibir sus instrucciones para el próximo siglo que empezaba, se celebraba también una ceremonia especial para dar la bienvenida y presentar al resto de la comunidad a las nuevas sirenas que habían nacido desde el cónclave anterior.

Tengo que decir que tuve el honor de conocerlas a todas y descubrir dos cosas que no sé si ya habréis sospechado durante toda esta historia. La primera es que Virginia resultó ser mi abuela, que según mi familia desapareció misteriosamente cuando mi padre era pequeño. La segunda es que en aquel cónclave descubrí cual era mi misión especial en esta larga vida que me esperaba, aunque durante mi viaje y aventuras con el abuelo ya empecé a plantearme seriamente que mi futuro y el mar estarían enlazados para siempre.

Ahora vivo en el pueblo con mi abuelo, salimos juntos a la mar para limpiar los escombros que encontramos por el camino. He hecho nuevos amigos aquí, y un par de amigas de mi antigua escuela vienen a visitarme este verano y pasarán unos días conmigo. Me las llevaré a limpiar las playas o bien a alguna manifestación improvisada delante de las fábricas que siguen sin descanso vertiendo residuos al mar. Siento que si deseas que las cosas cambien hay que hacer algo activamente, no sirve con quedarse sentado pensando que todo es una barbaridad y no hacer nada porque ya no tiene arreglo. No hay que rendirse y hay que actuar.

Con mi abuelo y algunos amigos suyos hemos abierto una asociación, para proteger el mar y concienciar a todo el mundo que necesita nuestra ayuda y protección. Yo por mi parte, traigo a mis amigos como voluntarios cada verano para colaborar con algunas tareas de limpieza.

Aunque a nuestra amiga Virginia la vemos a menudo, cuando salimos juntos de pesca con mi abuelo, al resto de sus hermanas las echo de menos. Mi abuelo me ha propuesto un plan para el próximo verano, cuando acaben las clases.

El próximo verano visitaremos de nuevo a Guayarmina en las Canarias y de paso la ayudaremos allí con los pobres náufragos que les llegan todos los veranos desde las costas africanas. También podemos alargar la travesía hasta el Mediterráneo y así también ayudamos a Carolina que tiene el mismo problema cada verano. Y de paso le presento por fin a mi abuelo, que tanto le había hablado de él cuando la conocí. Seguro que se gustarán.

A Jaqueline tardaré más en verla, porque está tan lejos, pero algo me dice que si no es este verano, al que viene será posible. He solicitado una beca para estudiar Biología Marina cuando acabe el instituto y creo que por su tierra sería un lugar perfecto para aprender todo lo que hay que saber. Y si tengo suerte, saco buenas notas y me aceptan allí, creo que intentaré convencer a mi abuelo para que me acompañe con el Maravillas. No creo que me cueste mucho convencerlo para volver al Caribe. Creo que puede ser feliz allí, reencontrarse con viejos amigos, disfrutar de su jubilación y descansar que ya le hace falta.

¿Que si existen las sirenas? Te puedo asegurar que así es. Las he visto, he disfrutado de sus dulces e hipnóticos cantos y he tenido el privilegio de seguir y aprender de sus sabios consejos. Solo te deseo que algún día tengas la misma suerte que yo y se cruce en tu camino una de estas bellas e inteligentes criaturas. Tu vida ya no volverá a ser la misma, te lo aseguro.

Lo que si tengo claro después de esta estupenda e inesperada aventura, es que tengo un compromiso y una misión que cumplir. ¿Y tú? Quizá no tengas escamas, o puede que aún no las hayas descubierto, pero seguro que hay un papel en este plan que lleva tu nombre. ¿Te apuntas a esta gran aventura?





¡Y hasta aquí la historia de nuestra amiga Mar! 

Espero que os haya gustado y aprovecho para dedicar esta historia a mis amigas "Las Marineras" (ellas saben quién son), que han sido la inspiración para crear esta historia.

¡Si te perdiste algún capítulo anterior pulsa AQUI!


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Y disfrutar de estupendas ilustraciones de NEVY en  EL ALTILLO DE LOS DUENDES

dimarts, 15 de juliol del 2025

Cada jueves, un relato - Tema: El viaje que nunca hice – “Bienvenue à Lavelanet ”

A mitad de julio, con calor en el aire y ganas de desconectar, nuestra compañera CAMPIRELA nos hace una nueva propuesta juevera. ¿Qué tal si lo hacemos a través de la imaginación?

Nos invita a escribir sobre un destino que jamás hayamos visitado, pero como si ya hubiéramos estado allí. El reto es crear una crónica, relato o carta desde ese lugar, narrando emociones, descubrimientos y anécdotas, como si el viaje hubiera sido real.

Así que el reto puede ser una historia real o de ficción, empleando cualquier género: prosa, poema, narrativa, y siempre sin sobrepasar las 350 palabras.

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.


" BIENVENUE À LAVELANET"


Podría asegurar sin ninguna duda que tomando como guía las bonitas postales de tu ciudad y siguiendo las detalladas descripciones de tus cartas, recibidas durante años me orientaría perfectamente por sus calles.

Un verano al acabar la escuela, tu padre encontró trabajo al otro lado de la frontera y decidió mudarse con toda la familia. Nos despedimos con un fuerte abrazo, dándome un papelito con tus señas para mantener correspondencia. La semana siguiente recibí tu primera postal con una breve carta donde me contabas tus primeras impresiones. Después de aquella primera le siguieron muchas otras, donde me hablabas de tus nuevas amistades, curiosidades de tu nuevo hogar y la belleza de sus paisajes.

Vuestra casa estaba nada más entrar al pueblo, tras el cartel de bienvenida, “Lavelanet, Pays des Pyrénées Cathares” frente al “Stade Paul Bergere”, donde con los años acabarías jugando al rubgy con el equipo local. La ventana de la cocina daba a las montañas y desde allí se divisaba el "Chateau de Montségur".

A dos manzanas de casa se encontraba la fábrica textil “Thierry et fils” donde trabajaba tu padre y la mitad de pueblo según descubriste semanas más tarde. Si seguías bajando por la “Promenade de L’Île”, con los avellanos que daban nombre al lugar, llegabas a la Place de L’Êglise, junto a “La Poste” donde cada lunes llevabas tus cartas antes de entrar al instituto.

Los domingos ibas con tus padres a tomar un vermut a la “Place de la Revolution” y en el quiosco situado delante del “Hôtel de Ville”, comprabas algunas postales para mostrarme tus rincones preferidos.

Nunca fui a visitarte y nunca regresaste. Nuestras cartas se fueron espaciando hasta que dejamos de escribirnos. Cuarenta años después de recibir tu última postal, me encontré una tarde removiendo viejas cajas en el desván y me tropecé con tus cartas. Algo dentro de mi me invitó a cometer una locura: escribirte unas líneas a tu vieja dirección.  Para mi sorpresa recibí tu respuesta dos semanas más tarde.

Ahora estoy esperándote en la “Avenue de la Gare” delante de la estación, nerviosa y ansiosa por nuestro reencuentro.


Mis compañeros del grupo literario “EL VICI SOLITARI” os presentan su sección “REFUGI POÉTIC” para los amantes de la poesía. Si a tí también te gusta, cada semana puedes encontrar un nuevo poema AQUÍ.




divendres, 11 de juliol del 2025

Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Una historia de sirenas - Capítulo 11 - "Regreso a casa"

¡Hola Blogueros!

Aquí estamos de nuevo para compartiros el penúltimo capítulo de mi relato “UNA HISTORIA DE SIRENAS”, como colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de mi compañera Mercedes desde su Blog MIL Y UNA NARRACIONES, y en el que estoy encantada de participar.


"UNA HISTORIA DE SIRENAS"

Ilustración: Nevy - Altillo de los duendes

CAPÍTULO 11

"REGRESO A CASA"


Dejé a mi abuelo inmerso en aquellas páginas repletas de interesante y enigmática información, mientras me quedaba charlando con Guayarmina. Conectamos enseguida, como si nos conociéramos de toda la vida. Fue una sensación extraña. Mientras charlábamos por la borda, observaba su espectacular melena, y como un pequeño ejército de caballitos de mar la rodeaban, la seguían a cualquier pequeño movimiento que hacía. Se nos hizo de noche charlando, yo explicándole anécdotas divertidas con mis compañeros del instituto y ella de sus familiares y aventuras marítimas vividas pese a su juventud:

— Muchas de somos hijas de atrevidas sirenas y apuestos marineros… ¿Y tu? ¿Sabes de qué familia procedes?

Aquella pregunta me sorprendió y por un momento no supe que contestar. Cuando me disponía a sacarla de su error y decirle que yo solo era hija y nieta de marineros, ella se avanzó y me dijo:

—Hay algo en ti especial que me dice que aun te quedan muchas cosas por descubrir en este viaje. Pero no quiero ser yo quien te desvele esas sorpresas, todo llegará en su momento…

Y antes de que pudiera acabar Guayarmina la frase, oímos algo parecido a una explosión. Fue el trueno más ruidoso y ensordecedor que haya presenciado en mi vida. Empezó a llover en segundos y enseguida nos vimos inmersos en una violenta tormenta.

De aquellas aguas negras, ya que sin darnos cuenta ya había anochecido, surgió un torbellino de burbujas que absorvieron a Guayarmina y sus pequeños caballitos de mar a las profundidades. Me quedé paralizada al verla desaparecer. Mi abuelo había subido a la cubierta y sus expertas manos habían tomado el timón. Algo dentro de mi me impulsó a tomar una decisión muy alocada y peligrosa. Me tiré por la borda para salir al encuentro de mi nueva amiga, mientras dejaba atrás los gritos de mi abuelo que me alertaban de que era una mala idea.

Todo estaba borroso en aquellas aguas removidas hasta que a lo lejos me pareció divisar una extraña luz. Me dirigí nadando hacia ella, con una extraña velocidad y resistencia, desconocida para mi hasta la fecha. Mis ojos se aclararon en aquellas aguas turbias que ahora parecían nítidas para mí.

Allí a lo lejos divisé a Guayarmina que parecía conversar con una extraña forma que resultó ser un Hipocampo gigante. En ese momento me asaltó una sensación de ligereza y alivio, como si extrañamente me encontrara en casa.




¡Y hasta aquí la historia de nuestra amiga MAR, la próxima semana llega el desenlace!

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Y disfrutar de estupendas ilustraciones de NEVY en  EL ALTILLO DE LOS DUENDES



dimecres, 9 de juliol del 2025

Ginebra Blonde en Serendipia– Verano entre Fotografías + Reto Juevero Tema: La playa - “Desnudos”

Nuestra amiga GINEBRA BLONDE desde su blog SERENDIPIA nos propone un nuevo reto para estos meses de verano. Entre Julio y Agosto, se tratará de desarrollar alguna historia a partir de las fotografías que nos propone y algunas de ellas con cierto toque veraniego.

Paralelamente, en los RETOS JUEVEROS de esta semana, de la mano de nuestra compañera MERCEDES desde su Blog "MIL Y UNA NARRACIONES", nos propone escribir un relato relacionado con la playa, como siempre libertad de estilo pero intentando no sobrepasar las 350 palabras.

Así que aprovecho que  ambos temas son fácilmente combinables para aportar el siguiente relato a ambas convocatorias:


Para leer más relatos participantes del Reto fotográfico veraniego de GINEBRA BLONDE, pulsa AQUI.

Fotografía: Bill Brandt 


"DESNUDOS"

Acalorados, cabreados y desorientados por culpa del GPS, creímos llegar a nuestro destino. Aquella playa paradisíaca, recomendada por unos amigos, resultó ser una modesta cala, tranquila y poco transitada, por algunos visitantes completamente desnudos. Un viejo cartel con letras desteñidas anunciaba lo evidente: Nudista.

Mi pareja durante treinta años, poco amigo de imprevistos, probar cosas nuevas y que creía conocer bien hasta ese momento, se giró con una mirada pícara preguntándome:

—Ya que estamos aquí, nos quedamos ¿no?

Me cayó el mundo encima. Estaba agotada de nuestra interminable excursión y lo único que deseaba era soltar todos los bártulos y darme un chapuzón.

Nunca había estado en un lugar similar, y estar rodeada de gente desnuda por todas partes me incomodaba. Mirara donde mirara, hombres y mujeres, jóvenes y maduros: todos desnudos.

A su difícil pregunta solo pude contestar con media sonrisa incómoda, que interpretó como un sí.

Sorteando toallas y parasoles, llegamos a un claro donde instalarnos. Nunca he tardado tanto en colocar toallas, parasol y quitarme la ropa doblándola cuidadosísimamente. Solo faltaba quitarse el bikini, cuando comprobé sorprendida que mi pareja estaba instalada sobre su toalla, completamente desnudo y aplicándose generosamente protector solar donde nunca le había dado el sol.

Me sentí una intrusa, siendo la única “vestida” de toda la cala. Hice un enorme esfuerzo quedándome en “Top Less” pero fui incapaz de ir más allá. Para esconder mi “no desnudez” decidí meterme en el agua, tenía un calor insoportable y no solo era debido al inclemente sol.

Desde allí observaba cuerpos peludos y perfectamente depilados, carnes apretadas y colgantes, pieles tersas y arrugadas, bronceadas y níveas, todo un catálogo de cuerpos de lo más normales. Ninguno sería portada de revista, pero todos orgullosos de compartir su desnudez con el mundo. Me hizo pensar que le damos más importancia de la que realmente tiene, por la vulnerabilidad e inseguridad que la acompañada, cuando es algo tan natural.

Algo hizo click en mi cabeza y como una Venus salí de aquellas aguas con mis braguitas en la mano. Un gesto imperceptible para el resto de bañistas, pero gigantesco para mí. Una sensación refrescante de libertad que os recomiendo.

¡ FELIZ VERANO A TOD@S!


Para ver más relatos participantes del RETO JUEVERO de esta semana, pulsa AQUI:


Fotografía: Clifton R. Adams, National Geographic – solárium en Florida


Colaboración Blog "Mil y una narraciones" - Serie: Cuentos alternativos - "Cenicienta a tus zapatos"

Esta semana reanudamos nuestra colaboración al proyecto de LITERATURA FANTÁSTICA de la compañera Mercedes desde su Blog  MIL Y UNA NARRACION...