Nuestra amiga GINEBRA BLONDE desde su nuevo blog SERENDIPIA nos propone el siguiente reto para este mes de Febrero. El tema propuesto será escribir entorno a la idea de “Resiliencia”.
Partiendo de la definición: dícese de “la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos”.
Como siempre, para ilustrar nuestras historias, Ginebra nos propone unas ilustraciones, en este caso de la artista Elly Liyana Ruslan, muy sugerentes.
Y hablando de Resiliencia, tras las peripecias sufridas por Ginebra con su antiguo Blog, le deseamos toda la buena suerte del mundo en esta etapa nueva con su nuevo blog "Serendipia" y la felicitamos por ello.
AQUÍ puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes:
" BIONIC-A"
Imagen: Elly Liyana Ruslan
Cuando voy por la calle, la gente que pasa por mi lado, me mira con cierto recelo. Si, veo en sus ojos parte de rechazo, en ocasiones miedo y en otros, miradas de lástima que les resultan imposibles de disimular.
Mi físico es un tanto peculiar, incluso con cierto toque futurista, no paso desapercibida. Algunos niños en el supermercado o en la parada del autobús se acercan osados a preguntarme si soy un robot. Las madres les dan un buen estirón y se apartan de mi lado ruborizadas y disculpándose nerviosas por su atrevimiento.
Debido a un aparatoso y desgraciado accidente que sufrí hace ya unos años, fui sometida a unas cuantas intervenciones que salvaron mi precaria vida. Sin duda, de haberme ocurrido muchos años atrás hubiera muerto sin remedio. Pero gracias a los grandes avances de la tecnología y la medicina, estoy viva para contarlo, aunque mi vida es totalmente diferente a la que llevaba antes.
Los primeros años fueron de total dependencia, principalmente de mis padres, volvía a sentirme como una niña. No podía caminar, no podía asearme por mí misma ni tampoco comer sola. Necesitaba ayuda para todo, hasta la cosa más sencilla e insignificante.
En el accidente que sufrí perdí todo el lado derecho de mi cuerpo, de la cabeza a los pies. Por lo tanto, me quedé sin mi brazo y pierna derechas, además de dejar tocados algunos órganos internos y también perdí la visión del ojo y el oído derecho.
La recomposición facial fue lo más fácil, casi no se me nota, con una operación de cirugía plástica, todo volvió a su sitio, tan solo mi implante sobre mi nueva oreja derecha da pistas de que mi audición no es del 100%.
Imagen: Elly Liyana Ruslan
Mi caja torácica, mi brazo y mi pierna nuevos, ya eran otra cosa… Tras varios implantes fallidos e intervenciones innovadoras, pasé unos años de quirófano en quirófano sin obtener los resultados que los ambiciosos cirujanos e ingenieros esperaban. Pero lejos de caer en la peor de las depresiones tras tantos intentos y sus decepcionantes resultados, no podía permitirme verlo de otra forma que una nueva oportunidad.
Milagrosamente salí con vida de aquel aparatoso accidente, y siento que he sido escogida para disfrutar de una segunda oportunidad que no pienso desaprovechar. Tenía una muy mala vida antes, ahora lo puedo confesar. Mi familia, amigos y compañeros de trabajo vivían ignorantes de todo, aunque ahora que lo pienso en la distancia, veo difícil que no sospecharan que algo en mi matrimonio no funcionara bien.
Mi pareja nunca me puso la mano encima, pero en lo relativo al componente emocional se cebó conmigo. No supe nunca cual fue el detonante, la situación o el motivo que hiciera que me tratara como lo hacía. Solo cuando estábamos solos, me hablaba de esa manera agresiva, hiriente, despectiva y me hacía sentir tan poca cosa, insegura, desgraciada incluso dependiente. Ahora, miro atrás y no sé darme cuenta de cuando empezó todo.
Pero una noche fue más allá, o quizá yo no pude soportarlo. Estábamos regresando a casa, tras asistir a la fiesta de unos amigos. Esperábamos el metro en el andén y empezó como siempre su discurso, tras cualquier insignificante palabra mía. Aquella retahíla de insultos adornados con aquel educado vocabulario suyo, y aquel tono de voz pausado como si estuviera comentando cualquier tema banal y sin importancia. No era su volumen ni tono de voz el que me hería, sino el contenido y fondo de sus palabras.
Y entonces, delante de aquel público improvisado del andén y expectante al ver entrar el metro a la estación, sin pensarlo dos veces, decidí tirarme a la vía, sin no antes llevármelo conmigo. Y justo en el momento de saltar, le cogí por la manga del abrigo y tiré de él, cayendo juntos a la vía justo cuando el metro atravesaba el andén.
Él murió en el acto. Lo que quedaba de mí, tras unas semanas en coma, regresó a la vida milagrosamente, gracias a la atenta observación de un equipo de médicos e ingenieros que me propusieron su ambicioso proyecto tan pronto desperté de aquella larga pesadilla.
El proyecto del que soy producto, se llama BIONIC-A, debido a que soy el primer prototipo. Reconozco que conservaba cierta ilusión por averiguar si sería la primera mujer biónica al 50% de la historia y a día de hoy puedo decir que finalmente ha sido todo un éxito. Ahora hay muchas miradas y esperanzas puestas en mí, así que no puedo decepcionarlos, tengo una gran labor que realizar y un largo futuro esperándome.
AQUÍ puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes.
Hace unas semanas, mis amigos del grupo literario “EL VICI SOLITARI” han estrenado su sección “REFUGI POÉTIC” para los amantes de la poesía. Si a tí también te gusta, cada semana puedes encontrar un nuevo poema AQUÍ.
Has hecho un trabajo excelente , me ha gustado como has ido detallando las circunstancias , y lo que hizo tirarse al andén y quitarse del medio, eso sí , menos mal que un término de maltratar, aunque el otro quedo para ser una oportunidad para la humanidad.
ResponEliminaSiempre hay que tener esperanzas mientras queda un hilo de vida. Y ella lo aprovechará sin ninguna duda.
Un abrazo. Feliz semana.
Hay situaciones extremas que le hacen a uno plantearse si merece o no la pena seguir! Sin duda el entorno y las personas cercanas nos ayudan a decidir si seguimos adelante o nos rendimos! Un abrazote Campirela, me alegro que te haya gustado !
EliminaEs una historia de resiliencia y de barbarie en el tipejo. Muy bien llevado, dan ganas de empujarlo la metro uno mismo.
ResponEliminaPor sobrevivir. tiónicamente o no. Un abrazo fuerte, amiga
Hola Paz! Si, hay personas que nos despiertan esos instintos: o empujarlas a ellas al abismo, o bien tirarnos nosotros! Es una pena que haya gente que nos lleve a esos límites! Un abrazote amiga!
EliminaMi querida amiga. Además de felicitarte por tu, siempre, magnífica participación, quiero darte las gracias por la mención y tus bonitos deseos con respecto a esta nueva andadura, en la que me siento feliz de contar nuevamente con vuestra valiosa y enriquecedora compañía. GRACIAS sinceras 🙏
ResponEliminaUn relato muy bueno en forma y fondo. No hay duda de que a más de uno le hubiese entrado las mismas ganas de hacer aquello. En este caso, y como se suele decir, no hay mal que por bien no venga.
Actual y significativo. Y con un desenlace verdaderamente esperanzador. Se pueden enmendar esas situaciones o experiencias pasadas, y resurgir con nuevas expectativas.
Gracias nuevamente por tu buen aporte.
Abrazos y cariños 💙
Gracias Ginebra! Seria este un caso como se suele decir "resurgir de las cenizas", empezar de cero y adaptarse a una nueva situación. Sin duda, todo un reto, tambien dificil pero en forma diferente! Un abrazote!
EliminaHola Marifelita, me ha gastado mucho la forma de contarlo, de exponer los detalles. Resurgir y aprovechar esa nueva vida.
ResponEliminaUn abrazo!
Gracias Dakota! Me alegro que te haya gustado mi historia! La Resiliencia no deja de ser eso, supongo, superar nuevas metas y retos! Un abrazote!
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