Pestañas

dimecres, 28 de juny del 2023

Cada jueves, un relato: Tema - Las prisas - "La vida que quieres"

Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera INMA desde su Blog MOLI DEL CANYER, nos invita a escribir sobre anécdotas, malentendidos o cualquier cosa relacionada o provocada por las prisas. Pueden ser reales, inventadas, modificadas o lo que surja.

Aquí podreis encontrar el resto de relatos participantes:


"LA VIDA QUE QUIERES"



Te encuentras a mitad del camino y no te has dado ni cuenta. Ha llegado el momento de plantearte, pero esta vez de verdad, la vida que quieres. Te has limitado a ir tirando, seguir el ritmo que te venía marcado por los demás y según las circunstancias que se presentaban, sin dar demasiadas vueltas a tus decisiones ni ser selectiva en la forma de invertir tu tiempo. Ahora te paras a pensar en lo que has hecho con tu vida, en que podrías haber cambiado, y si eso la hubiera hecho totalmente diferente.

El pasado no lo puedes cambiar, pero sí que puedes, al menos en parte, decidir el futuro que quieres. Dicen que si deseas algo con mucha intensidad se puede acabar convirtiendo en realidad. Si existe una pequeña posibilidad, no tengas miedo de soñar con una nueva vida.

Cierra los ojos y sumérgete en tu fantasía. Dejarías la estresante recepción del hotel en el centro, y te marcharías a vivir lejos del ruidoso y trepidante ritmo de la ciudad. Trabajarías en una casa rural, en un pueblecito de montaña, dejando de ser esclavos del tiempo, característica de cualquiera que viva en la capital. Tu marido podría teletrabajar a distancia. Le encantaría vivir en un clima más seco y fresquito que ahora. La familia estaría más lejos pero seguro que estarían encantados de venir a visitaros.

Saldrías a caminar cada día, a respirar aire puro, te acercarías a las tiendecitas del pueblo para comprar sin prisas y a otro ritmo, los ingredientes frescos para preparar la comida. Incluso podrías animarte y aprender por fin a ir en bicicleta.

Dejarías libres a tus gatos en el patio de la finca, donde explorarían nuevos rincones en una casa más grande y se revolcarían por la hierba mientras toman el sol en el jardín…



—¡Perdona la interrupción! Acaban de llegar unos clientes y tengo que atenderlos. Puedes esperarme al lado de la chimenea mientras tomas un café. Cuando acabe de acomodarlos en su habitación y explicarles un poco las actividades que pueden hacer por la zona, continuamos donde lo habíamos dejado. Trabajar en esta casa rural me ha cambiado la vida. ¡Es un sueño hecho realidad!

dissabte, 24 de juny del 2023

Reto de Junio en Varietés – Tema: Totem – “LA DUEÑA DEL TIEMPO”

Para este mes de Junio, GINEBRA BLONDE nos propone desde su blog VARIETÉS un nuevo reto. En esta ocasión se trata de crear un relato que gire en torno a una o varias de las obras que nos sugiere ambientadas en estos fantasiosos escenarios.

Se tratan de las composiciones entre ilustración y fotografía del artista de Leningrado, Vladimir Fedotko. Este fotógrafo manipula y combina sus fotografías con el dibujo tradicional y por ordenador para crear imágenes de verdadera belleza, fantasía y elegancia con su depurada técnica.

Al eje principal de la historia añadiremos un “Totem”, un objeto o animal considerado como nuestro trébol de la suerte.


Aquí puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes de esta interesante propuesta.


LA DUEÑA DEL TIEMPO

Foto: Vladimir Fedotko

Hoy he robado el reloj de la iglesia, sé que ha sido una travesura. No puedo evitarlo, siempre que veo uno, hay algo dentro de mí que me empuja a hacerlo, es mi principal debilidad. Cuando salgo de ronda, siempre llevo el elegante sombrero de copa del abuelo, que ya sufría la misma obsesión que yo y el collar de la abuela que fue su fiel ayudante en esta misión durante toda su vida. Luego les relevó de su tarea mi madre.

Llevo el monóculo mágico que heredé de ella para prever el futuro, y el reloj de bolsillo de papá para calcular el tiempo que le queda a cada uno. Cuando me coloco estos artilugios familiares, me llegan como voces lejanas, susurros de mis antepasados que me dicen lo que está por venir. “Ese caballero que cruza la calle será arrollado por un carruaje mañana por la noche. Aquella dama que pasea por el parque padecerá una grave enfermedad dentro de un año. Aquel muchacho travieso que corretea por el mercado robando piezas de fruta, se verá mezclado en una pelea en el callejón y le costará la vida”.

En ocasiones son visiones, una vez las conozco puedo actuar y evitar el desagradable futuro inminente que les espera a las víctimas, advirtiéndoles de su porvenir. En otras la naturaleza es implacable, sigue su curso y no hay nada que yo ni nadie pueda hacer para cambiarlo.

Cuando consigo que alguien me crea y cambie su desagradable futuro me siento la más poderosa de las mujeres, como si fuera la dueña del tiempo. Pero cuando ocurre lo inevitable no puedo dejar de pensar en ello durante semanas, lo que me provoca una gran frustración y entonces es cuando salgo a la caza de nuevos relojes para mi colección.

Este don es una gran responsabilidad que no es difícil de llevar. Sufro crisis en las que flaquean mis fuerzas y tengo la tentación de pasar este desagradecido trabajo a otro. Me miro al espejo y veo mi tatuaje, el grifo protector, símbolo de mi familia desde hace ya tantos años que se pierde en el tiempo. Me recuerda mi cometido en este mundo y entonces respiro hondo y prosigo mi camino.

Ayer por la noche recibí una curiosa visita mientras me disponía a robar el reloj de la estación. Se me acercó una elegante dama con su equipaje y acompañada de una simpática mascota. Se me presentó como Miss Blue y me dijo que venía de un tiempo muy lejano, ya que había conseguido viajar desde una época futura hasta la nuestra.

Me quedé observándola fijamente, sin saber si creerme sus palabras. Pensé que quizá intentaba engañarme o incluso tenderme una trampa, cuando vi distintos símbolos en su vestuario, en su sombrero, su cinturón y un colgante, que me recordaban de alguna manera mi insignia familiar. Y fue cuando tuve una intuición y supe quién era. Era una descendiente de mi familia, ella sí que era la verdadera “dueña del tiempo”. Nuestro símbolo del grifo había evolucionado con las generaciones a un dragón alado, sería por eso de poder volar en el tiempo. ¿Qué llevaría en sus maletas? ¿Quizá artilugios para hacer su magia? Algo me decía que pronto iba a descubrirlo.

Foto: Vladimir Fedotko








dissabte, 17 de juny del 2023

Reto Juevero: Tema - La Música

Hoy me estreno como convocante del reto juevero semanal. Tengo que confesar que además de cierta ilusión, me genera bastante respeto. Deseando estar a la altura y no defraudar a nadie, os propongo el siguiente reto:

A partir de las ilustraciones siguientes del artista LLUIS RIZZO REY idear un escrito, sea en prosa o verso, en el formato que desees, con una extensión de unas 350 palabras y que gire entorno al mundo de la música, o lo que sus ilustraciones os sugieran.

Y si te parece, para hacerlo más difícil e interesante, puedes incluir el título de la obra en el relato. ¡El reto juevero está servido!


Andante Spianato

Meditación

Appassionnatta

E lucevan le estelle

Lohengrin

Sonata para cello y piano

Claro de luna

Beethoven Sonata nº 30

Sonata Aurora

Concierto de arpa



LISTADO DE PARTICIPANTES










Volarela - Relato

Volarela - Poesía




Y aquí os comparto mi aportación al reto:


“CLARO DE LUNA”



Hoy no puedo dormir. No consigo conciliar el sueño. Cierro los ojos y a la mente me vienen uno tras otro, pensamientos, recuerdos e imágenes de nuestros días juntos. Cansada de dar vueltas en la cama, me levanto.

Voy hacia la sala y tras pasar por delante del piano, tu rincón favorito de la casa, no puedo evitar sentarme en el banco y posar mis manos sobre sus teclas.

Mis inexpertas manos se deslizan por el frio y suave teclado mientras intento torpemente reproducir alguna de esas melodías que tantas veces repetías. Están grabadas en mi cabeza, nota a nota, pero soy incapaz de reproducirlas. Ojalá tuviera tu talento y pudiera tocarlas ahora para ti, aunque fuera en la distancia. Al oírlas sería una manera de sentirte más cerca.

Al levantar los dedos del teclado noto una caricia, como si tus propias manos se posaran sobre las mías, a modo de último intento de retenerme un poco más a tu lado. Sobre el piano aun te espera la partitura de tu pieza favorita “Claro de Luna” de tu tan admirado Beethoven.

Bajo suavemente la tapa del piano y me alejo de él, tan solo me trae dolorosos recuerdos. Pero hay algo dentro de mí, que no puede evitar que me acerque a él una y otra vez. Pronto debo decidir si quiero conservarlo como tu posesión más preciada o bien donarlo a tu escuela, era uno de tus deseos si algún día triunfabas.

Miro por la ventana y en la oscuridad de la noche la luna me regala su blanca, rotunda y brillante figura que se refleja sobre las negras aguas. Al fijarme en su reflejo mis ojos traicioneros me muestran tu rostro meciéndose sobre el oleaje. Y es entonces cuando me pregunto ¿Llegará el día en que al tocar tus objetos no sienta esta profunda tristeza? ¿Habrá una noche en la que tu recuerdo no me asalte en mis sueños? ¿Conoceré el día en el que pueda olvidarte?




La convocatoria ha llegado a su fin compañeros jueveros y solo me queda daros las gracias a todos por participar.

Paso el testigo entonces a la compañera INMA que desde su Blog MOLÍ DEL CANYER nos propondrá el siguiente reto juevero.


¡Feliz fin de semana a tod@s y nos leemos y comentamos en el próximo reto juevero!


dimecres, 14 de juny del 2023

Cada jueves, un relato: “De tal palo tal astilla”

Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera TRACY desde su Blog TRACY CORRECAMINOS, nos propone escribir un relato en el que se hable del maltrato a las personas mayores.

Aquí podréis encontrar el resto de relatos participantes.


"DE TAL PALO TAL ASTILLA"

Foto: Pixabay


Recuerdo a mis hijos de pequeños, mira que llegaban a ser malos. Desobedientes y descarados, sus insolencias agotaban mi paciencia y me llevaban al límite, teniendo que ponerlos a raya. Recuerdo llegar a casa cansado después de trabajar, y con ganas de sentarme y ver la televisión mientras bebía una cerveza. Los niños no hacían más que chillar, corretear, pelearse y molestar. Mi mujer con su voz cándida y sin ninguna autoridad no conseguía en todo el día, lo que mi cinturón o la vieja vara de avellano conseguía en tan solo cinco minutos.

A medida que se hacía mayores, pude comprobar también que poner sus limitaciones en evidencia delante de sus amigos también surgía efecto. El mayor ponía más interés en sus estudios y el pequeño más esfuerzo en el equipo de futbol, el pobre siempre fue mediocre, nunca destacó en nada. Ellos me correspondían con esas miradas suyas entre odio y recelo, que en la adolescencia son tan comunes, pero nunca me importó, sé que con ello los hice mejores.

Ahora, llegando a mi vejez, pienso que quizá nunca tuve madera de padre, quizá nunca debí serlo. Me pregunto, ¿fueron felices alguna vez? Nunca lo sentí así y yo desde luego nunca lo fui. Toda una vida llena de sacrificios y esfuerzos, para nada, sin ninguna recompensa. ¿Tan mal lo hice? Me hubiera ahorrado el trago de sentirme ninguneado por mi propia familia, nadie respeta mi opinión ni mis deseos. Tras morir mi esposa, que fue la única que siempre me cuidó, tuve muy claro que los papeles se habían cambiado.

Me había convertido en un niño mayor al que nadie quiere cuidar, al que hay que vigilar que no haga o diga lo que no debe, que solo hace que molestar. Soy un mueble viejo, aparcado en un rincón esperando que alguien se lo lleve. Mis hijos no hablan conmigo, me hacen callar o me insultan. Mis hijos no me abrazan ni me besan, me empujan cuando estoy en medio y les molesta mi lenta y torpe presencia. Ahora me doy cuenta de que esto ya lo he vivido, pero resulta que ahora soy yo el que está al otro lado.

dissabte, 10 de juny del 2023

Concurso Junio - Tintero de Oro: Homenaje a Ian Fleming - "Carla"

Para este mes de Junio, la propuesta de nuestros amigos de EL TINTERO DE ORO haciendo un homenaje a Ian Fleming y sus novelas de espías con su famoso personaje "James Bond".


Aquí podreis encontrar el resto de relatos participantes en este interesante reto:


Foto: Pixabay


"CARLA"

Es lunes de nuevo, abro la puerta del taller, me pongo mi mono de trabajo y manos a la obra. A ver qué me depara esta semana. Trabajo no me falta y siendo autónomo no me puedo quejar.

No veo el momento de que llegue de nuevo el sábado, es el día más esperado de la semana. Es mi momento de distracción, de liberación, de ser yo mismo, entre mi gente, en buena compañía y disfrutando de la vida como a mí me gusta.

Pienso en Carla, ¿qué atrevido vestido escogerá para su actuación este sábado? ¿Lucirá escote o echará mano de sus vistosas lentejuelas? Dejando ver siempre sus firmes y musculadas piernas, imponentes sobre sus altos tacones. Invirtiendo casi una hora de su tiempo frente al espejo para maquillarse y peinarse. ¿Llevará una melena pelirroja a lo Jessica Rabbit, o quizá una rubia platino a lo Marilyn?

Trabajar por las noches en el “Tucuman’s Club“ me permite redondear mi modesto sueldo y pagar mis deudas, además de conocer gente interesante en uno de los locales nocturnos con mayor éxito de la ciudad. Era un trabajo que no hacía a disgusto. El mundo de la noche y la farándula siempre me había gustado, desde joven, aunque nunca lo pude disfrutar como lo hago ahora.

Hace unos años tuve un problema con Hacienda y de los gordos. Además, el que descubrió mis chanchullos fue uno de mis mejores clientes del taller mecánico. Me propuso un interesante y beneficioso trato para ambos. El enterraba mi expediente con innumerables irregularidades en el fondo de un cajón y yo a cambio le facilitaba nombres y datos de algunos empresarios locales, fraudulentos como yo, pero a gran escala.

Con mi simpatía habitual, no fue difícil entablar conversación con la mayoría de clientes del club y entre copa y copa, bailes y arrumacos, obtenía información la mar de valiosa para mi socio. Al poco tiempo podía comprobar que daba sus frutos al no volver a ver a la pobre víctima por allí, desapareciendo entre rejas por una temporada, según se rumoreaba entre la clientela unos días más tarde.

Cuando los más veteranos fueron desapareciendo poco a poco de las animadas noches del Club, y fueron substituidos por otros más jóvenes y sin ningún interés, fue cuando mi socio me aconsejó cambiar de aires, mudarme y empezar de cero en otra ciudad para evitar que alguna mente suspicaz atara cabos. Después de lo bien que había demostrado desenvolverme en la noche y mi gran habilidad para obtener información sin despertar sospechas, recomendó mis servicios a otro colega suyo que, aunque trabajaba también para el Estado, digamos que era en una división algo más policial y formal.

Mi próxima misión sería algo más arriesgada para mí, pero mucho más interesante. Se trataría de infiltrarme en los clubs más selectos de la capital, y con el mismo “modus operandi” que en el “Tucuman’s Club”, obtener ahora información acerca de personajillos y personalidades de negocios tan turbios y de grandes ingresos como son la prostitución y las drogas, además de sobornos y extorsiones.

Tengo que decir que, siendo Carla, me gano la vida mejor que antes. Pago mis facturas, hago un servicio a esta sociedad que nunca me será reconocido y además me aplauden cada noche con mis espectáculos en los mejores clubs nocturnos de la ciudad. Subido a mis tacones de aguja, con mis largas pestañas, extremadas pelucas y más que sugerentes vestidos. ¿Qué más puedo pedir?

Aunque algunas de las mayores redadas se realizan en los clubs durante mis actuaciones, parece ser que nadie sospecha de esta modesta artista que a todos cada noche les hace sonreír con sus ocurrencias descaradas; mover el culo al ritmo de la música y relajarse entre una actuación y otra mientras toman una copa acompañada de una animada conversación. Ninguno sospecha que tras sus inofensivas confidencias se esconde otro personaje oculto que puede hacer que esa misma noche acaben entre rejas.


Foto: Pixabay


dimecres, 7 de juny del 2023

Cada jueves, un relato: Tema: Mi epitafio

Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera MAG desde su Blog LA TRASTIENDA DEL PECADO, nos propone un reto genial. Se tratará de escribir nuestro epitafio, pero desde una perspectiva humorística. Desafiar la solemnidad tradicional de los epitafios y dar lugar a unas sonrisas en el más allá y en el más aquí. Para que cuando se lean se piense sobre la vida y la muerte de una forma diferente y más divertida.

En reto será escribir dos epitafios:

-Uno más ingenioso y humorístico, que deberá ser breve y conciso. Se podrán utilizar juegos de palabras, sarcasmo o referencias divertidas a la vida, profesión y pasiones del protagonista.

- Otro más tradicional, utilizando algo más de poesía, filosofía o pensamiento profundo, dejando fluir nuestra alma de escritores.

Echemos a volar nuestra imaginación. ¡El reto está servido!



Aquí podréis encontrar el resto de EPITAFIOS de los demás participantes.



Mi "Epitafio humorístico" podría ser este: 



En cuanto al epitafio tradicional, la poesía, filosofía o pensamiento profundo no es lo mío. Os aburriríais o haría el ridículo y resultaría también un epitafio cómico. Por lo que con el permiso de nuestra anfitriona MAG, y para quien tenga ganas de leer algo más extenso, he optado por incluir un pequeño ejercicio que se nos propuso en el taller de escritura al que acudo cada jueves, y que está relacionado con el mismo tema y complementa el epitafio anterior.



"CARTA EN MI FUNERAL"
 
Gracias por venir a despedirme, no tuvimos ocasión de hacerlo la última vez que nos vimos. Reunir a todos en el mismo lugar, hubiera sido genial, de poderlo hacer en vida. Olvidé daros las gracias cuando vivía así que aprovecho ahora para hacerlo, será la última oportunidad que tendré para hablar con todos vosotros.

Los que me habéis conocido sabréis que nunca he sido persona de grandes eventos ni conmemoraciones, por lo que, si hoy estuviera frente a todos vosotros hablando de los que significáis para mí, moriría literalmente de la vergüenza. He intentado ser una persona tranquila, conciliadora, evitar a toda costa los enfrentamientos y disfrutar de una vida sencilla. Es una filosofía que me ha funcionado para vivir en paz conmigo misma y con los demás, os la recomiendo.

A los que os he importado alguna vez, espero que tengáis buenos recuerdos de los momentos que compartimos juntos, como los que yo me llevo de vosotros. La vida son esos pequeños grandes momentos, llenadla con ellos.

A los que me habéis querido, teneis que saber que siempre me sentí querida por vosotros. Espero haber correspondido vuestro amor y cariño, haceros sentir bien y acompañaros en los momentos difíciles como vosotros lo habéis hecho conmigo. Por si nunca os lo dije, esta es mi última oportunidad: ¡Os quiero!

Y a los que he fallado, decepcionado o incluso olvidado por el camino, que os puedo decir ahora, no tendré otra oportunidad para enmendar mis errores, así que solo diré que lo siento. Lamento si no estuve a la altura.

Igual me he precipitado al suponer que no nos volveremos a ver. Si así fuera, solo quiero deciros que fue un placer compartir con vosotros esta pequeña y breve aventura. No me importaría volver a coincidir de nuevo al otro lado en una segunda oportunidad, porque la merecemos todos, ¿verdad?

Llegado este momento, sin demasiadas esperanzas, pero con cierta expectativa, solo me queda despedirme y confiar en que todos hayais recibido mi mensaje.

La vida son dos días y uno ya ha pasado. Así que no perdais más tiempo con esta carta, y seguid con esta fiesta a la que todos estais invitados, que es vuestra vida.

dissabte, 3 de juny del 2023

VadeReto Junio - Tema: "La Ventana"

Para el VADERETO de este mes de Junio, desde el Blog JACSNET/ACERVO DE LETRAS, nuestro compañero Jose Antonio nos propone el siguiente reto:


A partir de la fotografía, en que la ventana es la protagonista pasiva, construir una historia en la que el protagonista espera la llegada de la noche para situarse junto a la ventana. Ansioso, nervioso e impaciente, deseando ver algo que le ha creado adicción. Desde su piso domina todo el exterior. El reto está servido.

Aquí podeis encontrar el resto de relatos participantes:

Foto: Pixabay


"LA VENTANA"


Desde la ventana podía observar toda la calle. Ver a cualquier vecino que entraba o salía de la escalera. Al cartero repartir todas las mañanas. A los mensajeros durante el día y a los repartidores de comida por las noches. Su pasatiempo principal, ahora que se había quedado viuda y que en la televisión no daban nada que mereciera la pena, era mirar por la ventana. Incluso se había acercado la butaca al ventanal del comedor para verlo todo mejor. Empezó en verano, tímidamente poniendo una silla al lado de la galería cubierta del comedor, era el único sitio donde pasaba un poquito de aire. Y luego cuando ya vino el otoño, cerro el ventanal, sustituyó la incómoda silla por su mejor butaca, y con la cortina medio recogida, podía seguir mirando sin perder detalle.

Se fijaba en cualquiera que pasaba, con un vestuario llamativo; gritando mientras hablaba con su acompañante; escuchando la música a todo volumen de algún móvil o de un coche en doble fila delante de su portería. Pensaba que tipo de personas serían, a que se dedicarían, donde vivirían. Y cuando se daba cuenta, ya había pasado toda la tarde y tocaba ir preparando la cena.

Y ese era uno de los momentos del día que más la entristecía. Primero porque cenar sola e irse a dormir a una cama vacía no lo llevaba del todo bien. Otra razón era que con la pequeña pensión que le había quedado, había días que llegando a final de mes no le daba para prepararse nada. Cocinaba buenos pucheros de caldo, legumbres y verduras para que le duraran varios días, pero aún ni así había meses que no lo conseguía.

En verano que los días eran más largos, había llegado a estirar sus sesiones contemplativas todo lo que podía, casi hasta que se escondía el sol. Y fue por entonces que empezó a observar como la verdulería o la panadería antes de cerrar, preparaban unas bolsas con género que les había sobrado, algo tocado o que ya no se podía vender, y lo dejaban al lado de los contenedores de basura. Eso la escandalizaba. ¿Cómo podían tirar tanta comida? Seguro que no estaba tan mal como para acabar en la basura. En estos tiempos en que vivimos la gente tiene “el morro muy fino”, como decía su madre.

Una noche de un final de mes, se vio muy apurada con la despensa y la nevera vacías. No tenía ni un mendrugo de pan para mojarlo en la leche ni nada con qué acompañarlo. ¿Cómo podía haber llegado a una situación así? Sus hijos vivían lejos y no pasaban tampoco por un buen momento, se prohibió a sí misma pedirles ayuda ni darles lástima ni a ellos ni a nadie.

Pero esa noche algo desesperada se comió el orgullo. Esperó a que fuera de noche, y antes de que pasara el camión de la basura, se apresuró a bajar al container y hacerse con una de esas bolsas. Al salir del portal, miro a izquierda y derecha, no vio a nadie y cogió una que enseguida reconoció por el logotipo de la panadería.

Al subir a casa, dejo la bolsa sobre la mesa del comedor, aun no se creía lo que había hecho, pero como sus tripas empezaron a sonar ruidosamente, se limitó a abrirla y sorprenderse del contenido. Había pan y pastas casi para una semana, solo tenía que ponerlas en la tostadora o mojarlas en leche y ya tenía merienda y cena para unos días.

Sentada en la mesa, con su pan tostado y una buena variedad de pastas, mojándolas en el café con leche, como a ella le gustaban, aun no salía de su asombro, de cómo a su edad había sido capaz de atreverse a hacer algo así.

Esa fue la primera de muchas noches que, estando ya vigilante desde última hora de la tarde, controlaba las bolsas de las tiendas y donde las dejaban. Así que repitió la operación cada noche durante toda la semana, hasta que llegó el día de la paga y entonces ya volvió a respirar de nuevo. Pero continuó su nuevo hábito durante el mes, ya que así se organizaba y no le faltaba dinero para pagar las facturas, que tanto la luz como la compra habían subido una barbaridad.

Una noche al bajar a buscar su bolsa de provisiones, coincidió con el dependiente de la frutería que traía una bolsa mientras ella recogía otra, y ruborizada, subió a su casa rápido sin mediar palabra. Después de aquella noche, dejó de comprar en la verdulería, ni pasaba por delante dando el correspondiente rodeo, le hacía sentir muy incómoda. ¿Qué pensarían las vecinas si se enteraban?

Y como la necesidad aprieta, lo que pensó que sería algo puntual, se convirtió en algo habitual. Con el tiempo descubrió que algunas bolsas de la panadería llevaban una pegatina, para que ella supiera cuales contenían el mejor género. El chico paquistaní de la verdulería le escribía un “HOLA” con una flor dibujada en el trazo de la “O” y pintando una carita sonriente dentro. Sintió que vivía en el mejor barrio del mundo, con muy buena gente. ¿Qué más podía pedir a esas alturas de la vida?