Pestañas

dimecres, 28 de juny del 2023

Cada jueves, un relato: Tema - Las prisas - "La vida que quieres"

Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera INMA desde su Blog MOLI DEL CANYER, nos invita a escribir sobre anécdotas, malentendidos o cualquier cosa relacionada o provocada por las prisas. Pueden ser reales, inventadas, modificadas o lo que surja.

Aquí podreis encontrar el resto de relatos participantes:


"LA VIDA QUE QUIERES"



Te encuentras a mitad del camino y no te has dado ni cuenta. Ha llegado el momento de plantearte, pero esta vez de verdad, la vida que quieres. Te has limitado a ir tirando, seguir el ritmo que te venía marcado por los demás y según las circunstancias que se presentaban, sin dar demasiadas vueltas a tus decisiones ni ser selectiva en la forma de invertir tu tiempo. Ahora te paras a pensar en lo que has hecho con tu vida, en que podrías haber cambiado, y si eso la hubiera hecho totalmente diferente.

El pasado no lo puedes cambiar, pero sí que puedes, al menos en parte, decidir el futuro que quieres. Dicen que si deseas algo con mucha intensidad se puede acabar convirtiendo en realidad. Si existe una pequeña posibilidad, no tengas miedo de soñar con una nueva vida.

Cierra los ojos y sumérgete en tu fantasía. Dejarías la estresante recepción del hotel en el centro, y te marcharías a vivir lejos del ruidoso y trepidante ritmo de la ciudad. Trabajarías en una casa rural, en un pueblecito de montaña, dejando de ser esclavos del tiempo, característica de cualquiera que viva en la capital. Tu marido podría teletrabajar a distancia. Le encantaría vivir en un clima más seco y fresquito que ahora. La familia estaría más lejos pero seguro que estarían encantados de venir a visitaros.

Saldrías a caminar cada día, a respirar aire puro, te acercarías a las tiendecitas del pueblo para comprar sin prisas y a otro ritmo, los ingredientes frescos para preparar la comida. Incluso podrías animarte y aprender por fin a ir en bicicleta.

Dejarías libres a tus gatos en el patio de la finca, donde explorarían nuevos rincones en una casa más grande y se revolcarían por la hierba mientras toman el sol en el jardín…



—¡Perdona la interrupción! Acaban de llegar unos clientes y tengo que atenderlos. Puedes esperarme al lado de la chimenea mientras tomas un café. Cuando acabe de acomodarlos en su habitación y explicarles un poco las actividades que pueden hacer por la zona, continuamos donde lo habíamos dejado. Trabajar en esta casa rural me ha cambiado la vida. ¡Es un sueño hecho realidad!

22 comentaris:

  1. Es bonito saber lo que uno quiere aunque sea en mitad de la vida, pero siempre por muy bueno que sea un trabajo habrá prisas , lo unico que hay que saber como gestionarlas, sin duda el trabajo de recepcionista en una casa rural no tiene nada que ver con en el de un hotel en el centro de una gran ciudad.
    Un sueño que puede ser real y cumplirlo todo una aventura.
    Un beso , feliz semana.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Creo que la vida en una gran ciudad ya lleva las prisas incorporadas! Y es verdad que uno debe saber gestionarlas, pero creo que muchas veces la ciudad nos puede! Un besote Campirela!

      Elimina
  2. Es una ensoñación muy bonita. Al final, el mundo del turismo rural puede ser una actividad que cumpla muchos sueños.

    Buen relato. Un abrazo, amiga.

    ResponElimina
    Respostes
    1. En mi caso era un sueño hace ya tiempo y que finalmente quedó en eso, pero buscaremos otros sueños nuevos para cumplir! Ja, ja! Un besote amiga!

      Elimina
  3. A veces es necesario llegar a la madurez para darnos cuenta de lo que en realidad queremos, diferente a lo que a veces las sociedad nos hace creer que queremos.
    Besitos.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Efectivamente yo creo que el ritmo de nuestra vida nos arrastra cuando somos jóvenes y no nos deja ni un momento para pararnos a pensar donde estamos, hacia donde vamos y que queremos! A veces la oportunidad de pararte a pensar viene cuando estás en la madurez y los intereses de cada uno también han cambiado! Un abrazote!

      Elimina
  4. Perseguimos sueños. Unas veces somos conscientes e intentamos hacerlos realidad y otras veces los dejamos escapar, dejando escapar también el tiempo, para preguntarnos de vez en cuando, si es eso lo que queremos.
    Un relato que es una reflexión sobre el tiempo perdido y que el cambio de vida es posible siempre que lo intentemos con ganas.
    Muy bonita ensoñación a través de un bonito relato.
    Un abrazo marifé.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Jose Luis! Es que es verdad que el tiempo se nos escapa de las manos y no nos damos cuenta de ello hasta que ya ha pasado! Nunca hay que rendirse ni dejar de perseguir sueños e ilusiones, sean grandes o pequeños! Un abrazote!

      Elimina
  5. Felices quienes logran hacer realidad sus sueños sin someterse a la tiranía del reloj! Un texto muy bien planteado y certero. Un abrazo

    ResponElimina
    Respostes
    1. Estoy de acuerdo contigo! El tiempo es un tirano que en muchos casos acaba sometiendonos a muchos en su trepidante ritmo! Para vivir con calidad de vida, en la medida de lo posible, hay que intentar mantenerlo a raya! Ja, ja! Un abrazote!

      Elimina
  6. Has descrito el sueño que yo desee hace años y que logré conseguir, aunque vivir en un lugar pequeño no garantiza librarse del estrés, eso sí, mis gatos se mueven de forma bastante libre. Muy buen relato. Gracias por tu aportación, besos.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Inma por proponeros este reto! Si que es cierto que el campo no te garantiza una vida tranquila, pero seguro que la visión de las cosas y el tiempo es distinta que en la gran ciudad! Un besote!

      Elimina
  7. ¡Hola, Marifelita! Ay, el problema es que el ser humano es contradictorio y cuando el estrés nos alcanza soñamos con una vida relajada, vida que si nos llega nos hará sentir el deseo de algo más movido. Quizá el secreto dependa más de cómo afrontemos lo que nos viene que cualquier escapatoria. Como decía aquel, ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Estupendo relato. Un abrazo!!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Si, yo tambien creo que uno siempre ansia lo que no tiene! A todos los niveles! Tendenos a pensar que lo otro siempre es mejor! El ser humani y sus contradicciones! Ja ja! Un abrazote!

      Elimina
  8. Puede estar contenta la protagonista porque al menos se ha dado cuenta de lo que verdaderamente quería, hay gente que se muere sin saberlo.
    Un abrazo

    ResponElimina
    Respostes
    1. Efectivamente, para saber lo que uno quiere hay que pararse a pensar en ello, y a veces no tenemos ni tiempo de reflexionar sobre ello, por culpa precisamente de esas malditas prisas y el frenético ritmo de vida que llevan algunos! Un abrazote!

      Elimina
  9. Le hacía pensar en las ventajas, para convencerla, lejos de las prisas.
    Ventajas que conoce por propia experiencia.
    Hasta que tuvo que interrumpirse por su trabajo. Espero que esos recién llegados no sean molestos.
    Bien contado. Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. A veces damos tantas vueltas a las cosas que deseamos, que aun teniendo claro lo que queremos no nos atrevemos a dar el paso, perdiéndonos entre los pros y los contras, y perdiendo también la posibilidad de comprobar si habría sido una buena o mala decisión! Un abrazote!

      Elimina
  10. Creo que ver las cosas desde otra perspectiva, te hace balancear, a veces se puede y otras no, pero al menos esta algo mas cerca la alternativa, y si bien las prisas están en todos lados, los sueños también, habrá que darse la oportunidad mientras realizamos el trabajo, jeje

    Un abrazote :)

    ResponElimina
    Respostes
    1. Nunca hay que dejar de soñar y de intentar alcanzar ilusiones, es lo que nos da aire en la ajetreada vida que llevamos, verdad? Jje, je! Un abrazote!

      Elimina
  11. A esta chica le ha salido bien eso de cerrar los ojos y ... ¡flash!
    las prisas de la ciudad viene determinadas por los semaforos. Te hacen para y luego obligatoriamente, tienes que salir corriendo para recuperar el tiempo perdido.
    besoosss, amiga

    ResponElimina
    Respostes
    1. Ojala todo fuera tan fácil, verdad? Ja, ja! Debo decir que bajo tierra, en el submundo del metro también existen las prisas! Yo creo que vienen de cualquier tipo de transporte y los horarios para todo, claro ! Ja, ja! Un besote, amigo!

      Elimina