AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
Adiós,
No es la forma habitual de empezar una carta, pero quería
dejar bien claro que se trata de una despedida. Aprovechar para escribirte todo
aquello que no me atreví a decir ni preguntar durante todos estos años. Imagino
que en parte fue por evitar discusiones y preocupaciones a tus padres, que son
mis abuelos, y que por culpa de tu total ausencia en mi infancia me criaron
como si fuera hija suya.
Jamás pude comprender como el padre de una niña de tres años,
decide un buen día hacer la maleta y largarse de casa, abandonando a su familia.
Sin preguntarse siquiera como se encontrará su hija, si necesitará algo, si le
recordará, si le echará de menos, y como será su vida sin él. Cuando
reapareciste en mi vida a mis quince años, tuve esperanzas de recuperar el
tiempo perdido y el padre que nunca tuve, pero enseguida me di cuenta que yo no
te interesaba para nada.
Quizá nunca fui del todo sincera, no hice comentario ni
pregunta alguna para esquivar tan desagradable tema y así evitar
enfrentamientos innecesarios. El mal ya estaba hecho y no había manera de repararlo.
Tu actitud despreocupada al vernos hizo creer siempre a los demás que todo iba
bien entre nosotros y que nada malo había ocurrido, pero no pudo ser más
hiriente para mí. Y con cada encuentro y desaire tuyo se tejía en mi estomago
un nudo que cada vez apretaba y asfixiaba más.
Me pregunto si pude hacer algo más, esforzarme por
entenderte, perdonarte, olvidar y empezar de cero. Pensé que callando todos mis
sentimientos y frustraciones sobre nuestra inexistente relación, podría
enfrentar mejor la situación y convivir contigo, en las escasas reuniones
familiares en las que coincidíamos. En cambio, otras veces pienso que habría
sido mejor todo lo contrario, enfrentarme a ti, soltar todo lo que pensaba y
sentía, con la esperanza de captar tu atención, y quizá así despertaras y vieras
claramente nuestra realidad, que para nada era la tuya.
Solo puedo decir que de ti únicamente he recibido
indiferencia, desprecio y olvido. Creo que ha llegado el momento de que yo te
corresponda con la misma moneda. He logrado deshacer mi nudo y llenar tu vacío,
ahora me siento más ligera.
Se despide una hija a la que su padre nunca quiso conocer.
Marifelita
Hola Marifelita, gracias por sumarte a la convocatoria. Un relato desgarrador. El sentimiento de vacío interior que alberga la protagonista al esperar que el reencuentro con su padre cambie algo su relación puede llegar a ser perturbador. Por suerte es lo suficientemente fuerte como para despedirse de ese indiferente padre que no merece el cariño de su hija y llenar ese vacío sintiendo que por fin puede ir en libertad. Me gustó mucho. Una lección de vida, y una reflexión muy madura. Un abrazo
ResponEliminaGracias Nuria por proponernos este tema para el reto juevero de esta semana! Sin duda es un tema que da mucho de si, y da para infinidad de versiones! Me alegro mucho que te haya gustado mi historia y mi enfoque! Un abrazote!
EliminaQue triste para esa muchacha sentir el olvido de un padre, pero ella sin duda es muy diferente, creció para ser una mejor versión, empezar por decir lo que sentimos es un buen comienzo, demuestra que tiene emociones y sentimientos, hacen falta en este mundo lleno de egos... Muy bueno el relato! Besos por ahí!!!
ResponEliminaLos sentimientos nos juegan muchas veces malas pasadas, pero sin duda es preferible una vida con ellos! Es mas enriquecedora aunque dolorosa! Un abrazote Mari!
EliminaCuando nos hacen desprecios en la niñez es muy difícil olvidar y perdonar ese dolor que es vacío de sentirte abandonada por tus progenitores.
ResponEliminaHas plasmado muy bien ese sentimiento.
Un besote, feliz tarde.
Las cosas vividas en la niñez, para bien o para mal, no se olvidan y nos dejan huella para siempre! Un abrazote Campirela!
EliminaAHHHH ENTRADÓN, me paro de pie para aplaudir carajo.
ResponEliminaGracias "Conejo"! Me alegro que te haya gustado tanto! Un abrazo!
EliminaMuy original entrada. Es el primer relato que leo que relaciona el vacío con una persona concreta. Muy intenso rambien el uso de la segunda persona en carta.
ResponEliminaY me encantó la imagen del nudo que se tenía con cada desprecio.
A Papa le llegarán las vacas flacas.
Abrazooo
Gracias Gabi! Hay actitudes de personas o tipos de relaciones con ellas que pueden hacernos sentir muy mal! Contra más proximidad peor! Esa clase de vacio se hacen difíciles de superar! Un abrazote!
EliminaMuy bueno, como terrible y triste, realmente una historia original, un abrazo.
ResponEliminaPATRICIA F.
Gracias Patricia! Desgraciadamente ese tipo de sensaciones y vacios se dan todavia habitualmente! Un abrazote!
EliminaMuchos padres no se van de casa pero como si lo hubieran hecho porque nunca han tenido una charla con sus hijos.
ResponEliminaUn saludo
Eso es verdad! Que estén bajo el mismo techo en ocasiones no quiere decir que ejerzan como padres! También es una pena! Un abrazote!
EliminaQué doloroso! Nadie, ningún niño/a debería padecer esa experiencia. La crueldad de los adultos escudados en su despreocupación y cobardía causa profundas heridas que no se pueden borrar, menos, simular que nada pasó, que el abandono no fue importante o que el tiempo lo borró. Buena y sana actitud la de tu protagonista que decide en un momento decir lo que siente y dejar de simular. Un abrazo Marifé
ResponEliminaMuchos adultos no se dan cuenta de lo importante de sus acciones o inacciones, y de lo que pueden repercutir en la vida de sus hijos! Un abrazote Mónica!
EliminaUna situacion fuerte que ha vivido ella. Por lo menos, ha podido expresar sus emociones en esa carte.
ResponEliminaY coincido con Conejo, que es para aplaudir. Para aplaudir de pie, literalmente.
Besos.
Con la carta ha sido capaz de dejar ir todo lo que se guardó en tantos años! Me alegro que te haya gustado tanto Demi! Un abrazote!
EliminaBuah acidez en las letras. La cruel realidad. Un relato fantástico. Bss
ResponEliminaTristemente, a la realidad no la gana nadie en crueldad! Gracias Sylvia! Un besote!
EliminaNi perdón, ni olvido.... sería. Porque llamarlo padre?
ResponEliminaExactamente Gustab, como tu dices, hay cosas que aunque se quieran, no tienen ni perdón ni olvido! Un abrazote!
EliminaMuy bien narrado. Que abandonen a una hija pequeña es tal mala acción que no sirve intentar retomar la relación más de una década después. Yo haría lo mismo.
ResponEliminaUn abrazo enorme, amiga
Sin duda, hay decisiones que no tienen vuelta atrás, no hay manera de arreglarlas! Un abrazote amiga!
EliminaUna carta con una narración impecable que ni eso se merece el padre.
ResponEliminaSupongo que no hacían falta explicaciones, pero la protagonista se quitó un buen peso de encima, dejándolo ir todo en su carta! Un abrazote Tracy!
Eliminay es una historia que se repite a lo largo y ancho de la historia.... muchos padres abandonan a sus hijos, parece una regla no escrita que se debe seguir
ResponEliminaLamentablemente es una práctica del pasado que sigue ocurriendo en el presente! Una verdadera pena! Un abrazote Jose!
EliminaHola Marifelita, un tema triste, pero que se da, buena decisión decir adiós para llenar ese vacío de alguien tan importante y que nunca estuvo.
ResponEliminaUn abrazo!
En ocasiones hay que dejar ir ciertos sentimientos que solo nos aportan disgustos y sensaciones negativas, y seguir adelante! Un abrazote Dakota!
EliminaAclaro que no tuve problemas con mis padres y agradezco todo lo que me dieron...pero me he puesto a llorar con tu relato por lo triste que toca el tema...eso debe ser un gran e inmenso vacio..bss
ResponEliminaMe sabe mal haberte hecho pasar un mal rato con la lectura, pero al mismo tiempo me alegra haber sido capaz de transmitirte ese sentimiento de vacío, tall como nos pedían en el reto. Un abrazote Diva!
EliminaExtraordinaria carta muy bien narrada. Con qué entereza la hija le dice lo que siente, pero qué duro es llamar padre o decir hija a un padre a quién nunca lo ha sido. Realmente duro tiene que ser esa experiencia. Me ha encantado la carta, Marifelita.
ResponEliminaLlego tarde pero ha merecido la pena.
Un beso enorme.
Gracias por pasarte a leer mi relato, mejor tarde que nunca, dicen! Je, je! Efectivamente hay gente que solo tienen de "padre" el nombre. Algunos desgraciadamente, nunca se han ganado el título! Je, je! Un besote María!
Elimina