Esta semana nuestra amiga Mónica, desde su blog NEOGEMINIS nos hace la siguiente propuesta.
Nos invita a escribir un relato en el que la premisa, frase inspiradora o inicio del relato se base en la siguiente frase: “Alguna vez alguien me contó”.
Como siempre en el formato que queramos y sin exceder las 350 palabras.
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
LA MANO DE DIOS
Imagen: Pixabay
Alguna vez alguien me contó la historia de un hombre que vivía con el pleno convencimiento de que sería joven para siempre. Al llegar a cierta edad, su juventud le abandonó y al sumergirse en la madurez empezó a experimentar inesperados episodios de mala salud y otras circunstancias que le hicieron dudar de su ansiada eterna juventud.
Cayó en una fuerte depresión y cierta desgana por la vida que le queda y entonces pensó que llegado el momento tomaría la decisión conveniente antes de que la temida vejez lo alcanzase.
Un día a la salida del consultorio médico, tras recibir malas noticias, en lugar de volver a casa, decidió caminar y caminar hasta que sus pasos le llevaron muy lejos al otro lado de la ciudad. Se sentó en un banco y empezó a llorar desconsolado.
Cuando finalmente se serenó, regresó a casa pero al estar cansado de tanto caminar decidió tomar el metro. Estando ya en el andén abarrotado de gente esperando el tren, no supo si por un leve mareo por el calor sofocante o bien por el cansancio sus piernas flaquearon y sintió como si su cuerpo se abalanzara hacia las vías.
Justo en ese momento, cuando creía que su final había llegado y que ya nada importaba, una mano firme y fuerte le agarró del brazo y tiró de él hacia atrás evitando que se precipitara al vacío.
En ese breve instante asustado por lo que podría haber sido y también por la adrenalina del momento entró en pánico faltándole el aire. Los allí presentes le atendieron ofreciéndole un poco de agua y dándole aire en su sofocado rostro.
Cuando ya estuvo más sereno entró en el siguiente metro y un joven le ofreció gentilmente el asiento al verle tan mala cara. El muchacho llevaba un transistor que radiaba el célebre partido de futbol disputado entre Argentina e Inglaterra en el mundial del 86. Escuchó de la voz del mismísimo Maradona al finalizar el encuentro, decir que su polémico gol había sido fruto de “la mano de Dios”. El hombre no pudo evitar sonreír y pensar que el futbolista estaba totalmente equivocado ya que en ese mismo momento esa mano divina estaba con él, salvándole su ahora valiosa vida.
En el blog amigo EL VICI SOLITARI están de aniversario,
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Imagen: Pixabay