Pestañas

diumenge, 14 de juliol del 2024

Microreto de Julio - Tema: La receta - “La receta de la abuela”

Para el VAdeRETO de este mes de Julio, desde el Blog JACSNET/ACERVO DE LETRAS, nuestro amigo José Antonio nos proponen un reto muy concreto y especial.

Se trata en esta ocasión, de crear un relato alrededor de una RECETA DE COCINA.

Puede ser la misma receta la que provoque la trama, pero también ser simplemente una excusa para que los protagonistas se metan en ella. Puede ser una receta de la abuela, la fórmula de un condumio modernista; un plato frío para refrescarse en verano o uno de cuchara y toalla para secarse el sudor; una receta típica de vuestra región o exótica y más peligrosa que un mosquito tigre enfadao. Elegiremos el género del relato, el escenario, los personajes y el momento.


AQUÍ podeis encontrar el resto de relatos participantes:

"LA RECETA DE LA ABUELA"

Imagen: Pixabay


Hoy es Navidad, y desde ayer la abuela, dueña absoluta de la cocina estos días y también el resto del año, casi no sale de ella.

Anoche disfrutamos toda la familia de un buen banquete igual que hoy, pero después de la gran comilona, tras servir el café y algunos turrones de postre, todos han desfilado poco a poco para casa. Y es que ya saben que a la abuela aun le queda otra sesión en la cocina para seguir con las celebraciones navideñas.

Ahora le toca el fregoteo, hay que ir con cuidado con la vajilla buena, la cubertería y la cristalería, reservadas para estas ocasiones especiales. Nada más y nada menos que doce comensales. Cuando ya está todo limpio y escurriéndose, esperando ser colocado de nuevo en la vitrina, la abuela empieza a ponerse con la comida especial de mañana, San Esteban, día festivo en Cataluña.

Como cada año, calcula que va a sobrar carne y verduras del caldo típico navideño, además de parte de la carne rustida que ha preparado como segundo plato. Con todas estas sobras empezará a preparar el plato especial.

Primero toca deshuesar la carne del rustido y a desmigarlo en hebras bien pequeñas. Luego lo pone en una cazuela y con las verduras del caldo y la guarnición que han sobrado, prepara un relleno. Tritura todo con la picadora y la masa resultante la deja reposar hasta mañana.

Al día siguiente, se levanta pronto y se pone manos a la obra, porque aun le queda trabajo. Con el relleno de ayer y mucha paciencia, irá montando cada uno de los canelones, enrollándolos sobre el relleno, y colocándolos en fila india sobre la bandeja que irá al horno.

Imagen: Pixabay

El paso final, pero no por ello menos importante, la preparación de una salsa bechamel casera, bien espesa y sin grumos, que solo se consigue batallando fuertemente con la harina, y removiendo sin parar mientras se añade la leche y se obtiene la textura deseada.

Acabará por verterla después sobre la bandeja llena de canelones y echará un poco de queso rallado para gratinarlos.

En cuando el abuelo entra en la cocina y le dice: —¡Que bien huele! —la abuela ya tiene preparada su respuesta de siempre: — ¡Mejor sabrá!

Y es que es el mismo ritual de cada año, todos sentados ya a la mesa para celebrar este día de San Esteban, esperando ansiosos el plato estrella del día. Los más comedidos y prudentes piden dos, aunque luego seguro que querrán repetir. Otros más hambrientos quieren tres y los más fans de saque ya pedirán cuatro. A unos les encantan la parte del queso gratinado, bien tostadito, otros los prefieren sin bechamel.

Todos callados mientras se escaldan por pura ansia con la bechamel ardiendo. Y la abuela que pregunta: —No decís nada, ¿están buenos? — Y todos al unísono responden: —¡Si, muy ricos abuela!

Y ella satisfecha contesta: —¡Como estais tan calladitos! Claro, ya dicen que “Oveja que bala, bocao que pierde”.




En el blog amigo EL VICI SOLITARI están de aniversario, 
si quieres saber lo que tienen preparado este verano para ti, pulsa AQUÍ.

Imagen: Pixabay



13 comentaris:

  1. Bueno, me has abierto el apetito, no sabes de qué manera jajaja.
    Genial el tema y el relato. Esas abuelas no tenían precio. Un besote grande.

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    1. Ay, las abuelas! Que gran herencia culinaria entre otras cosas nos dejan siempre! Lástima que muchas veces nos damos cuenta demasiado tarde! Un besote Campirela!

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  2. Hola, Marifelita.
    ¡Qué delicia del paladar! Se me ha olvidado el babero y no veas como tengo la pechera de la camiseta. 😅😂
    Me has recordado aquellos tiempos en que mi abuela, o mi madre, preparaban con tanto ahínco, cariño y dedicación cada celebración que hacíamos juntos. Si ya eran momentos dichosos por congregarnos todos alrededor de la mesa, felices y hambrientos, todavía era mayor la satisfacción al degustar las maravillas que cocinaban.
    El aprovechamiento de las "sobras" de la cena o el almuerzo festivo, el olor de la cocina, la cara de felicidad de ellas, el amor que impregnaba cada rincón de la casa. Los has narrado deliciosamente para despertar todos esos sentidos en la memoria.
    No somos conscientes del regalo de estas celebraciones alrededor de una buena mesa y disfrutando de la compañía de estas anfitrionas.
    Un relato, una receta, un regalo. Muchas gracias.
    Abrazo grande.
    P.D. El relato traspasa la temporalidad navideña y se puede sentir para cada fiesta del año.

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    1. Gracias Jose Antonio por tu propuesta de este mes de Julio!
      Yo creo que las recetas familiares van asociadas automáticamente a recuerdos del pasado y celebraciones en familia. Imagino que con los tiempos todo se hace diferente, ya no se aprovecha tanta sobra ni se dedica tanto tiempo a la cocina, pero lo importante es seguir reuniendose y recordar aquellos buenos tiempos, aquellas recetas y a sus anfitrionas si ya no estan con nosotros, para que no queden en el olvido. Un abrazote y feliz verano!

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  3. Hola Marifelita, eres muy mala porque con tu relato nos abres el apetito de una forma rabiosa, más que apetito, antojo por probar esos deliciosos platillos que describes. Un excelente aporte para el VadeReto. Te mando un abrazo.

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    1. Gracias Ana!
      Es que la comida no sé que tiene, que aunque no la veas, ni la huelas, ni la cates, es hablar o leer de ella y automáticamente te entra hambre y capricho! Ja, ja! Un abrazote!

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  4. Hola Marifelita, que bonita historia, esas comidas preparadas con tanto amor para reunir a toda la familia en Navidad, cuando se pone en la mesa la vajilla especial, a mí me trae hermosos recuerdos de mi infancia.
    Los canelones son un capítulo aparte, exquisitos siempre con cualquier relleno, en mi casa los cubrían con ambas salsas, bechamel y roja, siempre son exquisitos.
    Un abrazo grande, me hiciste dar ganas de hacer canelones.
    PATRICIA F.

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    1. Es que cuando se cocina con amor se nota, y cuando no, también! Je, je! Sin duda, los canelones estan ricos, les pongas lo que les pongas y en cualquier época del año! Aunque en verano nos hagan pasar calor, merece la pena el sacrificio! Je, je! Un abrazote Patricia!

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  5. "Oveja que bala, bocao que pierde". Qué gran verdad. El silencio es la mejor prueba de que uno ha acertado con la comida, siempre que la gente dé buena cuenta del contenido, claro. Qué bien has descrito la labor de la abuela, con su entrega am la cocina. Espero que haya recibido ayuda de alguien más en los preparativos y fregoteos.
    Saludos.

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    1. Esa frase la decía siempre la abuela cuando estabamos callados en la mesa! Je, je! La cocina eran sus dominios indiscutibles, para preparar la mesa y fregoteos varios, ya serviamos el resto! Je, je! Un abrazote Marcos!

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  6. Yo me apuntaba a celebrar San Esteban...Seguro que todo muy rico. Un abrazo!
    lady_p

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  7. Hola Marifelita.
    Tienes un error en tu relato: deberías comenzar aclarando que se debe leer imprescindiblemente lejos de las horas de comida. ¡Porque no veas cómo ha quedado mi pobre teclado!
    Es que has juntado todo lo más exquisito del mundo mundial: reunión familiar en buena armonía, recetas que MMmmmmm ¡esos canelones con restos me vuelven loca!, el recuerdo de la abuela que tiene fuerzas para todo y más. ¡Y la Navidad! fuente inagotable de momentos felices. ¡Me encantó!
    Un abrazo grandote.
    Marlen

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    1. Siento mucho haberte hecho pasar este mal trago Marlen! Je, je! Es inevitable pensar en Navidades y no te venga a la cabeza una buena comilona en familia! Un abrazote!

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