Esta semana desde su Blog, nuestra amiga ALMA LEONOR nos propone este reto Juevero, con las siguientes pauta:
- Deben aparecer al menos 5 personajes.
-Al menos uno ha de ser un niño/a (de cualquier edad menor de 18 años).
-Al menos uno ha de ser un anciano/a.
-Y, al menos uno, ha de ser padre/madre (no necesariamente de un personaje).
La temática, el tiempo y el lugar donde transcurre y el estilo son libres. La duración, seguiría siendo de 350 palabras como máximo.
Aunque este mes ando algo liada con mis estudios y no he tenido tiempo de escribir un nuevo relato, he recuperado un texto que tenía escrito de los talleres de escritura semanales en los que participo con mis amigos de "El Vici Solitari" que encaja con las normas del reto.
" INDEPENDENCIA ENERGÉTICA"
Imagen: Pixabay
Así se llamaba el nuevo libro que escogió ayer el abuelo de su valiosísima biblioteca formada por una treintena de ellos, bien guardados debajo de su colchón. Así le aíslan del frio y la humedad del suelo, y si alguna noche no puede conciliar el sueño, echa mano de uno para que le ayude a dormir.
En el rincón del mundo donde yo vivo creo que todos somos totalmente independientes, energéticamente hablando. Cada mañana, al levantarme voy a despertar a los niños, les doy un vaso de leche y me aseguro de incluirles en sus bolsas la comida que tendrán que racionar para todo el día. Tienen un largo camino a pie de casi dos horas para llegar a la escuela y otras tantas que tendrán que recorrer para la vuelta. Al despedirme de ellos yo tomo el camino contrario hacía el arroyo, lleno dos garrafas grandes de agua que me servirán para cocinar, lavar la ropa y dar de beber a la docena de gallinas y las cuatro cabras que tenemos detrás de nuestra barraca.
Al llegar a casa mi madre ya ha empezado su jornada laboral en el telar tradicional que ya utilizaba su madre y antes su abuela y que yo no tardaré en tomar el relevo. Enciendo la hoguera y lleno el caldero de agua, que con unas cuantas verduras será la comida de hoy. Mientras he molido un poco de grano y con la harina he preparado las tortitas. Nada más acabar dejo la comida preparada a mi madre, y en una cesta meto tres raciones que me llevaré a unas parcelas cercanas donde mi padre, mi hermano y mi marido trabajan el campo y esperan ansiosos mi visita con su comida del día. Me llevo también dos garrafas vacías de agua, porque al regreso, pasaré por el arroyo de nuevo y las llenaré para tener agua con la que asearnos todos, esta noche antes de acostarnos.
Al llegar a casa como del caldero y con lo que sobra preparo las raciones de la comida de los niños para el día siguiente. Y con el caldero ya limpio y las brasas aun calientes empiezo a preparar lo que será nuestra cena. Con el fuego ya en marcha, aprovecho para lavar algo de ropa y ponerla a secar antes de que el sol se esconda y los niños regresen de la escuela.
Empieza a anochecer y es cuando los niños van entrando en casa y por orden de edad del más pequeño al más mayor, van pasando por el barreño de agua mientras mi abuelo les explica alguna de sus historias. Los hombres también llegan cansados de su largo y duro día de trabajo en el campo y por orden inverso de edad, también pasarán por la tina de agua.
Nos sentamos todos alrededor del fuego mientras cenamos y nos explicamos como ha sido nuestro día. Al finalizar el abuelo abre uno de sus libros y sigue su lectura a la luz de las velas, donde la dejó la noche anterior mientras todos le escuchamos atentos. Algo de la Independencia energética comentaba…
Marifelita! Bello como relatas el día arduo de esa familia de campo... Mis abuelos fueron gente de campo y mí abuela (mí abuelo no lo conocí) me contaba un poco de sus días largos de trabajo duro, pero la hacía muy feliz trabajar con la tierra... Ya de más mayor se mudó a la ciudad con mí mamá y los nietos fuimos gente de la ciudad... Quedan en el recuerdo de aquellas historias narradas esos días de trabajo en el campo...Besos por ahí!!!
ResponEliminaGracias Mari! Me alegro que te haya gustado! Supongo que mucha gente de ciudad que nos queda tan lejos esta vida, ya no nos queda más que imaginarla! Sin duda una vida muy dura llena de sacrificios! Un abrazote!
Elimina¡Que emotivo, Marifelita! El duro trabajo de nuestros padres y abuelos para sacarnos adelante y ahora les bombardeamos con términos como "independencia energética", que suenan vacíos al lado de su esfuerzo de cada día. Ya está subido a HELICON. Muchas gracias.
ResponEliminaSaludos. AlmaLeonor_LP
El término "Independencia energética" para todos aquellos que se han sacrificado tanto en la vida para poder disfrutar de ello en la vejez, les debe de preocupar bien poco imagino! Y para los que nunca han podido disfrutar de las ventajas de las energias, todavía menos! Un abrazote Alma Leonor y graciaspor proponernos tu reto juevero esta semana!
EliminaUna soterrada crítica al ebook, que no aisla del frio y la humedad.
ResponEliminaNo creo que ellos estuvieran muy orgullosos de su independencia económica. ni siquiera qie fueran conscientes. hoy en día cualquier cosa sirve para sacar pecho.
Antes se hacía por lo bajini, ni tanto aspavientos ni zarandajas.
besazoo, amiga
Todos aquellos que no tienen la suerte de disfrutar del acceso a la energía como los privilegiados del primer mundo de hoy en día, sin duda la envidian. Y los que tenemos el privilegio de disfrutarla, la derrochamos y la damos por sentada. El mundo siempre ha estado mal repartido, y ahora más que nunca! Un besote amigo!
EliminaMe gusta el sentido que le has dado al relato, es como reclamar un poco esas escenas de la familia alrededor de la mesa, a la hora de cenar, contándose como ha transcurrido el día.
ResponEliminaHoy, por desgracia, es suplido por los móviles y aislarse en la habitación.
Muy bueno, un besote y muy feliz semana.
La tecnología y los avances de la sociedad traen muchas grandes cosas y nos aportan mucho, pero también nos hacen perder de vista lo esencial! Y sobretodo la importancia de cada cosa en su justa medida! Un besote Campirela y feliz semana para tí también!
EliminaHola Marifelita, que duró el trabajo del día a día. El barreño me recordó momentos de mi infancia. Y la reunión familiar al rededor del abuelo para seguir escuchando su lectura a la luz de las velas, me recordó también cuando leía a mi madre un libro mientras ella le daba al pedal de su máquina de coser. Preciosa historia. Un abrazo
ResponEliminaGracias Nuria! Lo cotidiano en cada casa puede ser muy diferente en función del rincón del mundo que se trate! Un abrazote!
EliminaLa dureza de la vida rural, muy buena historia, bien contada y descripta cada situación, un abrazo.
ResponEliminaPATRICIA F.
Gracias Patricia! Cuando disfrutamos de nuestras comodidades a menudo no reflexionamos sobre como seria nuestra vida sin ellas! Un abrazote!
EliminaEs verdad que la vida en el campo puede parecernos dura a los que somos de ciudad, pero al menos yo, y pienso que muchas personas más, vivir de esa manera sería la solución a los problemas como pagar altas tarifas de agua, luz, comida, colegios, y pare de contar...Los gobiernos deberian implementar lugares en el campo para personas mayores, con aire fresco, caminatas y donde poder sentirnos realmente libres...bellisimo relato... bsss
ResponEliminaSin duda, las grandes comodidades nos demandan altos precios en esta sociedad avanzada de hoy en dia, aunque aun no sea asi en todos los lugares del globo! Un abrazote Diva!
Elimina¡Qué rica lectura chingaos! y sí, sí a todo, esas boletas de la luz no se pagan solas... ¿o sí?
ResponEliminaExacto, en medio mundo somos totalmente dependientes de las energias! Imposible nuestra vida sin ellas! Y todo tiene un precio, tenerlas y no tenerlas! Un abrazo y bienvenido a los jueveros!
EliminaEs tan bonito tu relato que me parece ejemplar e inviable para las familias urbanitas y aldeanas de nuestro primer mundo,por llamarlo de alguna manera y fíjate que lo del cuento leído por el abuelo me parece tan difícil como lo del agua.
ResponEliminaBesos
Son otros lugares...y como de otros tiempos! Sin duda! Un abrazote Tracy!
EliminaUn relato lleno de un realismo crudo pero que suena veraz. Es una historia seguramente común para muchas familias del mundo, historias que seguro que serán mucho peores en otros muchos casos dispersos por los rincones del planeta.
ResponEliminaQué bien has desarrollado la secuencia de actividades de la madre desde el comienzo del día hasta el final, con la reconfortante lectura del libro por parte del abuelo.
Felicidades.
Efectivamente, a millones de afortunados como nosotros, nos deben parecer historias de otro tiempo, aunque en algunos rincones del planeta aun ocurra así, sino más crudo si cabe! Un abrazote Marcos!
EliminaAnte la incongruencia de mundos tan antagónicos, los problemas del exceso de unos determina las carencias de los otros. Muy aleccionador. Un abrazo
ResponEliminaExacto, unos se plantean si es posible vivir con esa energia que ya daban por sentada, cuando otros nunca han tenido ese privilegio! Un abrazote Mónica!
EliminaCreo se le dio un buen uso a los libros, nunca pense que serian un buen aislante, salvo una leve observacion, el papel es duro y tiende a desintegrarse o llenarse de hongos dependiendo de la calidad.
ResponEliminaEsos libros mantenidos en esas condiciones no se les augura una vida demasiado larga, aunque si es verdad que lo importante es el contenido! Y mientras sus tapas resistan la humedad y las adversidades el abuelo podrá seguir leyendo a la familia! Je, je! Un abrazote Jose!
EliminaUna vida muy familiar, y más común de lo que imaginan. Aunque no estoy seleccionado en la convocatoria les dejo link www.adoquines-mojados.Blogspot.com
ResponEliminaGracias por tus comentarios! Sin duda aun existen situaciones cotidianas como las del relato en lugares del mundo, aunque a nosotros nos parezcan ya muy lejanas en el tiempo, lo son solo en distancia! Un abrazote!
EliminaEn tu texto veo la vida misma, tal cual 😌. A pesar de lo difícil que lo tienen, tus personajes han sabido adaptarse y encontrar la felicidad a su manera. ¡Es precioso! ✨😊
ResponEliminaGracias Lucila! Si hay una cosa que sabemos hacer los humanos es adaptarnos a las circunstancias por pura supervivencia! Ya dicen que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita! Será verdad? Un abrazote!
Eliminauno a uno se van integrando en esa manera de vivir tan dura para aquellos urbanitas que tenemos todo tan a mano que no somos conscientes de lo que la vida nos da
ResponEliminaEstoy de acuerdo contigo! Cuantas más cosas tenemos menos somos conscientes de lo difícil que nos resultaría ahora vivir sin ellas! Y tampoco sospechamos que con menos también se puede vivir y ser feliz! Un abrazote!
EliminaMe parece que la dependencia energética tiene sus ventajas, con respecto a la independencia. Por lo menos, evita que algunas tareas se vuelvan interminables.
ResponEliminaBesos.
Eso es verdad, sin energías y tecnología no seríamos nadie, por eso precisamente nos debería preocupar tal dependencia, por si un día no estan disponibles, o al menos no para todos! Da que pensar! Un besote Demi!
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