Cada jueves, un relato - Tema: Reto oceánico – “El Rey de los Piratas"

Esta semana desde el Blog MARCOS PLANET, nuestro amigo MARCOS, nos proponen un reto oceánico.

Dejarnos llevar por la imaginación y trasladarnos a entornos más o menos hostiles y oceánicos. La idea es crear una historia, desde el punto de vista de cualquier miembro de la tripulación de un barco pirata, ya sea el capitán, el contramaestre, oficial, marinero, grumete, artillero, carpintero, cirujano, cocinero, etc…

La acción puede desarrollarse en el barco o fuera de él; escapando de un naufragio, de un pulpo gigante o atacando a otro barco, explorar una isla perdida en los mares del sur. El reto oceánico está servido.

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.

"EL REY DE LOS PIRATAS"

Imagen: Blog Marcos Planet

Hacía días que vagaba por el muelle, preguntando a cualquier barco atracado si necesitaba dos manos más a bordo, sin éxito. Del último en el que estuve me apearon en el primer puerto tras tildarme de “pájaro de mal agüero”. Por lo visto fue poner el pie en cubierta y empezar a pasar cosas extrañas. ¿Tendría yo la culpa en un barco capitaneado por un tal Barba Loca? Tengo que agradecerle al menos que me perdonara la vida.

Pero cuando vi entrar a aquel majestuoso barco en la bahía me dije: “un día me convertiré en el Rey de los Piratas, y capitanearé uno como ese. Que digo uno, una flota entera”. De niño mi abuela decía que estaba destinado a grandes cosas, y viendo su convencimiento quise creer que tendría razón.

Ese inmenso buque que anclaba ahora en el puerto no podía zarpar sin mí. Me presentaría ante el mismísimo Barba Sucia, legendario pirata del que tantas historias sangrientas se contaban y le rogaría formar parte de su tripulación. Por fortuna, conseguí enrolarme como grumete, pero a los pocos meses con mi encanto y don de gentes conseguí colocarme de ayudante de cocina.

Debido a alguna enfermedad que nos llevamos del último puerto al que bajamos a por provisiones, o bien de algún alimento en mal estado, estas últimas semanas en alta mar han ido cayendo uno a uno toda la tripulación, excepto yo. Siento como si algo me protegiera.

Llevo varios días sin provisiones y esperando impaciente la muerte o que alguien me rescate para enrolarme en su barco. Haré lo que sea, aprendo rápido, seré artillero, carpintero, marinero, cualquier cosa por un plato de comida y seguir viendo mundo y vivir aventuras.

Quizá mis ojos me engañen y sean visiones, pero juraría ver a lo lejos ondear la bandera del inconfundible Barba Rubia, el terror de estos mares. Ojalá se apiade de este pobre marinero que vaga sin rumbo a la deriva y me acepte en su tripulación. Espero que mi buena estrella me acompañe y les proteja a ellos como lo ha hecho conmigo hasta ahora.

Imagen: Blog Marcos Planet