Pestañas

dimarts, 7 de febrer del 2023

Concurso"El Tintero de Oro" - Homenaje a John Kennedy Toole: " El sabelotodo""

El Tintero de Oro nos propone el siguiente reto para el mes de Febrero. Se trata de escribir una historia en la que el protagonista sea un personaje excéntrico, enfrentado al mundo y único.

Aquí podreis leer el resto de relatos participantes:




EL SABELOTODO


Es extraño que hoy aún no haya llegado puntual a su habitual cita de las doce. Cada día lo tenemos aquí sentado en nuestra terraza, de lunes a domingo. Los días laborables suele venir a desayunar de tenedor, como él dice, y los fines de semana a tomar el aperitivo.

Aunque es un hombre muy simpático y agradable, siempre viene solo. Sentado en la misma mesa todos los días, saluda con cualquier excusa a las mesas vecinas y empieza a tejer hábilmente su tela de araña. Porque tiene un algo especial para atraer a extraños a sus conversaciones que inicialmente parecen amigables e inofensivas, pero que una vez inmersos en ellas es muy difícil poder salir ileso.

Cuando aún no lo conoces, a modo de presentación, siempre explica que había sido un niño precoz desde la infancia, era el entretenimiento de todos en cualquier reunión familiar. Su memoria era tal que era capaz de memorizar datos sin límites: fechas, nombres, lugares, cifras, citas, no se le resistía nada. En casa era el rey, un genio que sus padres estaban orgullosos de exhibir siempre que tuvieran la oportunidad. Pero en la escuela, era el sabelotodo, el repelente, un monstruito con el que todo el mundo se sentía incómodo e inferior y nadie quería estar a su lado ni tener nada que ver con él.

Ahora ya jubilado, tras una larga vida laboral ejerciendo de notario, es un hombre un tanto peculiar. Lo más destacable y lo que lo define es que siempre tiene respuestas para todo, y si no es así, se las inventa. Si lo observas atentamente es fácil de detectar. Cuando sabe la respuesta es como un niño travieso, sonríe y con las dos manos se recoloca su vistosa pajarita antes de empezar con su explicación magistral. Pero si no sabe la respuesta, mientras idea que responder en cuestión de segundos, con una mano se quita su sombrero de ala, con la otra se repeina pasando sus dedos entre su escaso pelo gris, para volverse a colocar de nuevo el sombrero y empezar su recién inventada disertación.

Cuando hago turno de tarde en el bar, al salir del metro, suelo encontrármelo allí hablando con el “Comité de sabios”, como los llama él. Es un grupo selecto de contertulios que sentados todas las tardes en los bancos que hay en frente de la estación, arreglan el mundo, aunque sea tan solo por unos minutos. El grupo está formado principalmente por jubilados que no soportan la compañía de los de casa y huyen a la calle en busca de nuevos amigos. También los hay jóvenes desocupados o que han conseguido una paga de discapacidad o larga enfermedad, invierten su tiempo libre en filosofar por las esquinas, con quien quiera escucharles, mientras sostienen una cerveza inspiradora en sus manos. Allí se discute sobre política, economía, estrategias de guerra, sanidad, justicia, construcción y urbanismo, transportes, de todo lo opinable y más. Y ahí es cuando el “sabelotodo” se luce con su indiscutible dialéctica, su fuente inagotable de datos y su dilatada experiencia vital. Y es que le encanta seguir siendo tras los años, el centro de atención. Se siente rejuvenecer. Y pobre del que le lleve la contraria.

Siempre llama la atención, no solo por su aspecto que nunca pasa desapercibido, sino también por su personalidad arrolladora. Cuando lo tratas te das cuenta que es un hombre con infinidad de rarezas y “tics”. Una de ellas es girar la cucharita del café cinco veces hacía la izquierda, y acto seguido, cinco veces hacía la derecha, así, como para no casarse con nadie.

Otra peculiaridad que lo define es que siempre cruza los semáforos justo cuando se acaban de poner en rojo. Lo comenta todo el mundo que lo conoce, porque algún frenazo peligroso y numerosos incidentes ha protagonizado por el barrio. Hay varias teorías al respecto, la más popular es que es todo un rebelde, un inconformista y un provocador.

Especulan con otra teoría. Cuentan que, al nacer, su abuela medio meiga vaticinó que se vería involucrado en un accidente de tráfico mortal. Su madre siendo ya adulto le hizo prometer que nunca subiría a un automóvil y por ello nunca aprendió a conducir. Así que nunca iba en coche, taxi, moto ni autobús. Solamente viajaba en metro y en tren, y ocasionalmente en avión. Su astucia evitando su destino durante su larga vida quizá le hizo olvidar con los años el riesgo latente que siempre existe en una gran ciudad. ¿O podría ser que, siendo un provocador nato, rasgo que se le ha ido acentuando con la edad, quiera poner a prueba la clarividencia de su anciana abuela, o incluso darle la razón?

En cualquier caso, es todo un misterio este hombre, aunque se muestre siempre como un libro abierto, en ocasiones resulta un gran desconocido para todos. ¡Ay, mira! Ahora lo veo cruzar la calle, como siempre en rojo, con sus pasos cortos como dando saltitos, mientras diviso su sonrisa bajo su excelente y bien recortado bigote. Es fácil distinguirlo en la distancia por su colorida y llamativa pajarita a juego con sus tirantes. Y su elegante americana, incluso en los calurosos domingos veraniegos. ¿Crees que sus oscuras gafas de sol y el humo de su pipa le dejarán ver a tiempo el veloz y moderno patín que se le aproxima por la acera?



64 comentaris:

  1. Hola Marifelita, me encantó tu relato, es que personajes como este señor debe haber en muchos bares, pero eso de cruzar en rojo con sus anteojos oscuros me llevan a pensar si sería ciego o daltónico.
    Muy bien narrada me llevo a querer a ese personaje,
    Un abrazo.
    PATRICIA F.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Me alegro que le hayas tomado cariño al "sabelotodo", Patricia! Ja, ja! Hasta las personas más difíciles siempre tienen un lado entrañable ¿verdad? Y más que ciego o daltónico yo diría que es un poco temerario! Je, je! Un abrazo!

      Elimina
  2. Parece un personaje sacado de principios del sigloXX y trasladado a nuestra époc. Me da un poco de pena pensar lo que la patineta hará con él, pero de verdad que cada uno busca su destino. Un abrazo

    ResponElimina
    Respostes
    1. Efectivamente hay gente que claramente busca su destino! Como nuestro "sabelotodo"! Será imprudencia o un pequeño toque de locura? Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  3. Brillante texto, ese personaje es un temerario, tal vez, como sugieres, por haber nacido de una meiga y estar predestinado a morir de accidente de tráfico. A los 104 años para mí que se tira ante un coche, no te digo más.

    Un abrazo, amiga

    ResponElimina
    Respostes
    1. Todo podría ser, si es descendiente de una meiga, debe sentirse valiente para enfrentarse a su destino! Aunque estoy de acuerdo, efectivamente es todo un temerario! Ja, ja! Un besote, amiga!

      Elimina
  4. Has creado un gran personaje el cual puede que si indaga en su vida , tendrá mil y una historias que poder contar.
    Todas personas llevan una mochila , pero los hay que cuidado jajaj. Un besazo, te felicito.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Si, este personaje sin duda tiene muchas cosas que explicar, y no pierde la oportunidad para compartirlas con cualquiera! Ja, ja! Gracias Campirela! Un besote!

      Elimina
  5. Hola, Marifelita:
    Tu relato tiene la magia de lo sencillo, de contar una ficción de manera real. Logras que sintamos a tu personaje como una persona, como ese desconocido que puede darnos conversación esta tarde sentados al sol de febrero en una terraza.
    Articulas tu cuento con habilidad, usando un lenguaje cercano que le da una semblanza costumbrista. Y lo finalizas con una amenaza cotidiana al conjugarse el despiste con la velocidad.
    Gracias por este relato mágico, Marifelita.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Muchas gracias Nino por tu bonitos comentarios! La verdad es que es un personaje que podríamos encontrar en cualquier esquina, pequeñas rarezas aparte! Aunque ¿no tenemos cada uno las nuestras? Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  6. Te leo y veo al personaje, lo muestras muy bien en la narración. Además el cierre del relato da sentido al principio, dejas entrever el desafortunado final del personaje. Te quedó redondo, Marifelita.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Desde el principio quise dar pie a que algo ocurría, para desvelarlo al final! Je, je! Un abrazo Carmen!

      Elimina
  7. Interesante final abierto.
    La abuela no especificó que vehículo sería el implicado en el mortal accidente de tráfico. Aunque ha sabido postergarlo por mucho tiempo.
    Bien contado.

    Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Si, al final la abuela resulta que tenía razón, y el patinete, pues en nuestros tiempos se podría considerar un vehículo ¿verdad? Al menos por la velocidad y los daños que puede causar en un accidente con un peatón! Un abrazo!

      Elimina
  8. La abuela era poco meiga, al menos para la adivinación. Si ya se ha jubilado, poco mérito tendrá si lo atropella ahora un patinete. Además no tengas duda de que al patinete le explotará la batería antes de llegar a impactar.
    Esta científicamente demostrado que si estás hablando despreocupadamente co alguien delante de un semáforo, en el momento que acabas la conversa y decides cruzar, en ese mismo momento y no en otro, el semáforo se pone rojo; tendría que ser uno un esclavo del destino si esperara a que cambiara a verde. Estoy completamente de acuerdo con el personaje.
    Me fascina la habilidad wue tiene para inventar lo que no sabe. Lo encuentro mucho más meritorio que presumir de lo que sabe.
    Un peculiar sin muchas desbocadas extravagancias, pero no menos peculiar por ello
    Me encantó tu personaje y la naturalidad del texto.
    Besoo, amigaqa

    ResponElimina
    Respostes
    1. Me consta que estás de acuerdo con la arbitrariedad del cambio de color de los semáforos! Ja, ja! La habilidad de inventar según habla está poco valorada, si tenemos en cuenta que hay más gente de la que pensamos que la posee! Je, je! Un besote amigo!

      Elimina
  9. Hola Marifelita, un curioso personaje, la cosa es si llegara al otro lado. Enhorabuena y suerte. Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. La posibilidad ahí está, queda la duda de si lo conseguirá o si por el contrario su abuela tenía razón! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  10. Hola, Marifelita. Me gustó mucho tu relato, el personaje principal se me hizo muy simpático. Seguramente, debe ser una agradable experiencia tener una charla con él. Mucha suerte en el concurso. Un saludo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Temas tiene mil para conversar, el peligro es si no encuentra el momento de dejarte ir y no puedes escapar de él! Ja ja! Un abrazo!

      Elimina
  11. Hola, Marifelita. Si pretendías construir un personaje único, lo has conseguido y con matrícula. Vaya personajazo, el sabelotodo. Aunque por el título pensé que el susodicho me caería mal, todo lo contrario, le he cogido tal cariño que me ha encandilado. Al mismo modo, intuyendo su fatal desenlace, o atropello, tampoco siento lástima, ni alivio, sino cierta despreocupación, pues no es que él se lo haya buscado, es que es parte intrinseca de su personaje, jajaja, aunque seguro que se las apaña para salir ileso.
    Felicidades, Marifelita, me parece que has escrito un relato soberbio.
    Un abrazo!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Pepe! El personaje es algo peculiar, y precisamente por ello te puede despertar buenas y malas vibraciones al mismo tiempo! Me alegro que te haya gustado! Como es un hombre con recursos y mucha suerte seguro que encontrara la manera de librarse de su destino....o no! Ja ja! Un abrazo!

      Elimina
  12. Hola Marifelita. Has creado un personaje único sin duda, muy particular, como anclado en tiempos pasados con su forma de vestir impoluta y esos aires de profesor frustrado. Sin duda disfruta acumulando conocimiento y sintiendo la admiración de los demás ante su sabiduría, tanto es asi que cuando no sabe algo prefiere inventarlo antes que admitir su ignorancia. Altivo hasta el punto de desafiar al mismo tráfico rodado y a su destino, parece que finalmente no podrá escapar de él. Al menos la maldición le ha dejado vivir largos años y llega ahora para librarle de la decrepitud de la vejez. Buen trabajo. Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Jorge! Este tipo de carácteres altivos nos pueden provocar rechazo como admiración al mismo tiempo, por no importarles lo que piensen los demás e ir directos a sus objetivos! Je je! Un abrazo!

      Elimina
  13. Hola, Marifelita. También a mí me ha gustado mucho tu relato. Una historia muy agradable de leer con un final que parece abierto pero no lo es tanto. Esa última frase desvela el motivo por el que el personaje no llegó a su cita de las doce y hace volver al comienzo. Muy buena historia.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Desde el principio ya hay una pista de que algo inesperado va a suceder! Dejo a eleccion de cada lector el final que prefiera para este "sabelotodo"! Un abrazo!

      Elimina
  14. Hola Marifelita, la intención de tu historia y el personaje aumenta en la segunda mitad del relato. Esa provocación callejera es para seguir contando. Creo que la trama acaba de empezar en esos tres últimos párrafos. Me quedé con las ganas de saber más ;). Un besote compañera

    ResponElimina
    Respostes
    1. El sabelotodo, con su conversación infinita, daría para muchas páginas más...je je! A ver si sale ileso de su percance y eso le permite explicarnos más historias! Un besote!

      Elimina
  15. Has dibujado a un personaje extravagante pero cercano, alguien que podríamos ser cualquiera de nosotros a su edad. Me ha recordado un poco a aquel raruno que interpretó en su día Jack Nicholson en una peli titulada 'Mejor imposible'. Eso sí, ese tuvo un mejor final. Y hablando de finales, el tuyo enlazado circularmente con el comienzo es de diez.
    ¡Suerte en el reto del tintero!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias MJ! Creo que todos tenemos nuestra parte extravagante, lo que algunos la sacamos a relucir más que otros, pero tarde o temprano sale a la superficie! Un abrazo!

      Elimina
  16. Hola, Mariferlita. Me gustó mucho el retrato de este "sabelotodo". Normalmente nos fastidia alguien que se las sabe todas, o dice saberselas, pero has logrado que le tomemos cariño y que incluso nos preocupe esa patineta.
    Un abrazo

    ResponElimina
    Respostes
    1. La gente que sabe de muchas cosaa nos suele despertar admiracion, imagino que el secreto esta en ser una persona humilde! De lo contrario es cuando nos despierta rechazo! Me alegro que este, pese a su soberbia, os despierte cariño! Ja ja! Un abrazo!

      Elimina
  17. Todo un excentrico el caballero que en si asusta por conocer todas las respuestas, no se el por que pero asi reaccionamos. Suerte en el tintero. Abrazos

    ResponElimina
    Respostes
    1. Si, de alguien que sepa todas las respuestas, por lo pronto deberíamos desconfiar! Gracias y un abrazo!

      Elimina
  18. Hola, Marifelita! Lo extraordinariamente bien que describes al personaje de tu relato, tanto desde el punto de vista de su aspecto físico como a nivel de sus tics y manías varias, hace que tenga la impresión de haberme topado con él en más de un lugar. Como por arte de magia (de hecho, gracias a tu buen oficio como escritora), has conseguido dotar a tu personaje de vida propia, tan real como la de los jubilados que se sientan en los bancos de la plaza de mi pueblo. Sin duda que tu historia está de momento entre mis favoritas. Un abrazo!!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Beri! Te agradezco mucho tus bonitos comentarios! Estoy convencida que quien más o quien menos conocemos a algun sabelotodo similar! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  19. Hola. En mi ciudad también hay un grupo de "filósofos de esquina", imagino que en todas las ciudades y pueblos los hay, que arman y desarman el mundo cada día y que cuentan, cómo no, con su "sabelotodo" ocupando un sitial de honor. Conozco personalmente al hombre y te juro que, exceptuando las manías que cambian un poco, podría ser el protagonista de tu historia... excelente relato.. ¡Saludos!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Octavio! Creo que cada pueblo y cada barrio tiene su comité de sabios y su sabelotodo particular! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  20. Ya vaticino yo después que su abuela, que el patín eléctrico va a ocasionar un disgusto. No estoy seguro si al abuelo sabio y filósofo o al que lo lleva. El caso es que jugar con fuego innecesariamente es un riesgo innecesario y una gran necedad.
    Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Efectivamente, se masca la tragedia, de un lado o bien del otro! Y es que efectivamente, un exceso de necedad siempre provoca disgustos! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  21. ¡Buenísimo! Y por varios factores:
    - Me gusta la voz que has utilizado, al no ser en primera persona permite el método observación, y aunque el narrador tiene un pellizco omnisciente, lo tiene en su justa medida, para saber los asuntos del sabelotodo desde su tierna infancia aprovechando que el mismo personaje suele contar en las tertulias sus vivencias de niño precoz. Me gusta también la voz en modo observador, como se fija el narrador en la diferencia de gestos de cuando rememora o inventa.
    - Me gusta también que al presentarnos al personaje en principio nos hace pensar (al menos a mi) que es lo que se llama vulgarmente “un enterao”, ese tipo de personas que no suelen caer bien por el alarde de conocimientos a tutiplei. Un pesao. Pero no… a meda que avanza el relato, con sus tic y sus toc, sus carencias y rarezas, resulta que es un humano no solo un dios del conocimiento.
    - ¡Pero esa voz!, ¡esa voz…! Tan deliciosa y observadora, que hasta nos obliga a mirar cuando dice: ¡Ay mira!, ahora lo veo cruzar la calle dando saltitos con sus pasos cortos…

    Tengo la impresión que Marifelita, la autora, es tan observadora como el narrador, una premisa vital para ser escritora.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Muchas gracias Tara por tus bonitos y detallados comentarios! Me alegro mucho que te guste mi "Enterao Pesao"! Ja, ja! Efectivamente no puedo evitar fijarme en personas con las que me cruzo en la calle, en el metro o en el supermercado. Y tengo que confesar que algunas veces los hago aparecer, en parte, en alguno de mis relatos! Un abrazo y mucha suerte a ti también!

      Elimina
  22. Hola, muy buen relato, cargado de ironía y humor, yo creo que lo conozco porque alguna vez se me ha cruzado con el semáforo en rojo, así que sí, debe ser el mismo. Te felicito por él. Un abrazo. :)

    ResponElimina
    Respostes
    1. Ja, ja! Claro, quien no se ha cruzado alguna vez con un sabelotodo suicida de estos, aunque sea una sola vez en la vida? Muchas gracias! Un abrazo!

      Elimina
  23. Hola, Marifelita. A mí me da que este kamikaze quiere acabar su vida de forma expeditiva porque ya están hartos o quiere provocar un accidente para arreglar su exigua pensión. Lo digo porque de estos mayorcitos que pasan el semáforo en rojo hay a patadas. Buen relato, muy divertido y un personaje muy logrado. Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Isan! Si que hay bastantes si, solo tenemos que pararnos en la calle a observar un momento y enseguida veremos aparecer alguno! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  24. Marifelita, me ha gustado mucho tu personaje. Un enterado como ese hay muchos en las plazas de los pueblos entre jubilados. Has dibujado muy bien el personaje y hasta lo he ido visualizando. Suerte en el tintero. Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Personas con ansias de arreglar el mundo siempre habrá, y visionarios que tienen soluciones para todo también! Ja, ja! Gracias Mamen! Un abrazo!

      Elimina
  25. Hola, Marifelita:
    Has creado un "Sabelotodo" sencillo y cercano, fácil de encontrar en el banco de la plaza de tu pueblo o ciudad, sentado al sol junto a su grupo de amigos jubilados. Y le escucho darme conversación y enorgullecerse de su sapiencia.
    ¡Lástima que el despiste no casa bien con la velocidad! Porque aunque su abuela ya se lo haya advertido, es difícil escapar al destino.
    Gracias por tu precioso relato. Un abrazo y suerte.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Su exceso de seguridad o creerse su infalibilidad le hizo pensar que podria enfrentarse al peligro sin ninguna consecuencia! Quizá valiente, inconsciente o una mezcla de las dos cosas! Ja, ja! Gracias y un abrazo!

      Elimina
  26. GE NI AL
    Me encanta como juegas con el lector.
    Parece que va a pasar algo y NO 😊👍

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias! Todo depende de lo que cada lector quiera que le ocurra a nuestro protagonista! Ja, ja! Un abrazo!

      Elimina
  27. Hola Marifelita, que personaje tan entrañable, de esos que pululan por los parques y que cuentan su vida al que pillan mas cerca. Lo original es lo de pasar el semáforo de esa forma. El final nos hace presentir que va a ser el patinete quien se cruce en su camino.
    Muy bien contado
    Un abrazo
    Puri

    ResponElimina
    Respostes
    1. Imagino que hay sabelotodos en cualquier plaza y esquina! Son una plaga! Ja,ja! Un abrazo!

      Elimina
  28. El sabelotodo no merece ese final, jejeje. Muy buen personaje el que has creado, Marifelita. Todo un cumulo de tics, extravagancias y rarezas. Me cae bien. Mucha suerte en el concurso.
    Saludos.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Pedro! Es que algunas personas curiosas, pese a sus extravagancias consiguen caer bien! Jaja! Un abrazo!

      Elimina
  29. Maravilloso relato, Marifelita.
    Con un final abierto, que da pie a que cada uno se imagine un desenlace para la historia.
    Muy bien narrado.

    Mucha suerte en el concurso.
    Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Asi dejamos que cada uno le de al sabelotodo el final que prefiera! Ja ja! Gracias Estrella! Un abrazo!

      Elimina
  30. Bárbaro! Has creado todo un personaje. Es el tipo de historias que me gusta leer. Un excéntrico maravilloso. El final, con el toque del destino y el puntazo del desafío, genial, y no era fácil redondear un cuento donde lo que domina es la descripción.
    Te felicito.
    Espero que llegue muy alto.
    Un abrazo!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Volarela! La verdad es que la descripción no es mi fuerte! Je je! Me alegro que te haya gustado! Mucha suerte para ti tambien! Un abrazote!

      Elimina
  31. Hola, Marifelita. Interesante este personaje que nos traes. Todo un "cuñao", de los que si no saben la respuesta se las inventan. ¡Hay tantos sueltos por ahí! Unos se apoyan en la barra del bar con una cerveza en la mano, arreglando el mundo antes del previo de turno; otros "amenan" la cena familiar, auténticos cuñaos por partida doble, y después está el tuyo dándole vueltas al café, hacia uno y otro lado. Espero que vea el patinete a tiempo.
    Un buen trabajo. Felicidades.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Si, el mundo esta lleno de personajes excéntricos y excepcionales! Resultaremos tambien nosotros a otros igual de excéntricos? Ja ja! Gracias y un abrazo!

      Elimina
  32. Hola, Marifelita. Yo creo que este reto le ha venido al pelo, aunque sea escaso, al personaje de tu historia. Yo supongo que es un compendio de sujetos conocidos por ti. Igualmente, yo, de hecho, a medida que lo ibas describiendo me han venido a la mente unos cuantos enteraos de entre mis recuerdos locales. Yo mismo podría ser un repelente como ese notario si no fuera que de memoria ando como un pez y haría el ridículo en cada disertación al tener que inventarme casi todo.
    Saludos y suerte.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Creo que si todos nos damos una vuelta por nuestro barrio y observamos, podemos encontrar infinidad de personajes que nos inspiren muchas historias! Ja, ja! Gracias y suerte para ti también! Un abrazote!

      Elimina