Pestañas

dilluns, 27 de febrer del 2023

Reto de Febrero en Varietés – Tema: El Subconsciente – “La noche interminable”

Para el reto del mes de Febrero, GINEBRA BLONDE nos propone, en su blog VARIETÉS, crear un relato con la ayuda e inspiración del subconsciente como tema principal y también con alguna de las fotografías que nos sugiere de Noell S. Oszwald.

El texto puede ser en cualquier formato. Además, como guinda del pastel, nos propone escoger una de las siguientes palabras sin traducción del griego, e incluirla en el texto:


MERAKI  - KAIMÓS  - KÉFI  - FILAUTÍA

Aquí puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes de esta interesante propuesta.


"LA NOCHE INTERMINABLE"

Foto: "Pesadilla" de Noell S. Oszvald


Aquella noche no salí. Aproveché para preparar mi cena preferida y ver una de mis películas favoritas. A él no le gustaba ni una cosa ni la otra, así que esa era mi noche.

Él había salido a celebrar los cuarenta de uno de sus mejores amigos. Es el primero en llegar a tan señalada cifra y fueron a celebrarlo por todo lo alto.

Disfruté de mi cena de soltera y mi dramón romántico, pero cuando empezó a vencerme el sueño, decidí acostarme. No tenía sentido esperarle, se lo estaría pasando bomba con sus amigos, ves a saber a qué hora volvería.

Era la una de la madrugada. No debí beber tanta Coca-Cola con la cena, por las noches me despeja demasiado, pero es que me apetecía tanto. No fue lo único que me impidió conciliar el sueño, escuché a los vecinos discutir al otro lado de la pared. Siempre estaban igual. Si no fuera porque no quería meterme en líos, me hubiera levantado a picar a su puerta. O mejor aún, podría haber llamado a la policía, pero no quise problemas. Me di la vuelta en la cama, intentando encontrar la postura que me ayudara a dormir. Pero cuando empecé a abrazar el sueño, llegó el camión de la basura y me despertó de nuevo.

Eran las dos de la madrugada. La vecina de arriba llegó de su cita de los sábados noche, y aunque intentaba con sus pasitos delicados no molestarnos, sus tacones siempre la delataban.

Eran las tres y media de la madrugada. Aproveché que la Coca-Cola ya había bajado, para ir al baño y cuando regresé a la cama, me llegó el lloro frenético e incesante del bebé del bloque de enfrente. Estaba muy enfadado, les costó más de media hora apaciguarlo y conseguir que se durmiera.

Repentinamente sonó una sirena a lo lejos. Ya se sabe que en una noche de sábado en la gran ciudad nunca hay descanso. El sonido de las sirenas de noche siempre me inquieta, no lo puedo evitar. Y ya se hicieron las cuatro de la madrugada.

Cuando eran las cinco y media, oí al perro de los del segundo desgañitarse cada vez que pasaba alguien por la calle. Y es que al pobre le hacían dormir en el balcón. Pobrecito, con el frio que hacía. Hay gente que no sé por qué tiene un perro. Porque era muy grande y mi piso pequeño, sino les habría dicho que me lo quedaba.

Ya eran las seis. Oí a unos chavales que de madrugada se retiraban a sus casas, no sin antes celebrar su noche, escuchando música en sus móviles a todo volumen y que compartían con el resto de vecinos muy generosamente.

No pegué ojo en toda la noche. No se si fue el cúmulo de circunstancias o bien es que mi subconsciente quería alertarme de algo. Finalmente, después de tantas horas intentando dormir, me venció el sueño.

Me desperté sobresaltada, por culpa de algún sueño extraño. Miré el reloj y eran las nueve de la mañana, y al girarme y mirar el otro lado de la cama y ver que todavía estaba sola me asusté.

¡No había llegado todavía! Me levanté corriendo y fui en busca del móvil para ver si tenía algún mensaje avisando que no vendría a dormir. Ningún mensaje, ni suyo ni de sus amigos. Me empecé a angustiar, pensando lo peor. Lo llamé y no contestó. Llamé a uno de sus amigos y al descolgar me dijo que se despidieron de él al finalizar la fiesta y cada uno regresó a su casa. Pero él no regresó a la suya, conmigo. Ni ese día, ni los que siguieron después.


Sumida plenamente en el “Kaimós”, como mi familia de origen griego definiría esta sensación en la que me encuentro inmersa desde hace meses, lucho con mi subconsciente cada día pensando en si no fueron señales suficientes las de aquella noche para avisarme de que algo terrible estaba por suceder.





divendres, 24 de febrer del 2023

Cada jueves, un relato: “Volar”

Para el reto juevero de esta semana, nuestra compañera MAG desde su blog LA TRASTIENDA DEL PECADO nos propone crear un relato que evoque o emule las sensaciones y emociones de sentirse un ave, asociadas al hecho de volar, lo que puede sugerirnos o representar para nosotros.

Aquí podréis encontrar el resto de relatos participantes.


"VOLAR"


“Después de varios meses despejando la mente y aclarando las ideas a miles de kilómetros, hoy regreso a casa. Además, acabé mi última novela tras el ultimátum de mi agente. Y es que cuando no estoy al cien por cien, la inspiración no llega y las historias no fluyen. Pese a ello, conseguí otro motivo por el que ponerme a escribir.

Tras liberarme de una pesada carga que arrastraba durante demasiado tiempo, dejé salir todo aquello que guardaba dentro y ahora me siento más ligera y libre. Y en este largo periodo de desencanto y desamor, nació por fin mi tan esperada novela.

No se si le gustara a mi agente y a mi público habitual, siempre tan fiel. Hasta ahora me he ganado la vida creando historias, algunas más verosímiles y otras algo más fantasiosas, pero siempre relatos de apasionados enamoramientos y grandes decepciones. Pero, ¿para que inventar? Si mi vida es de novela.

Mi costumbre de llevar mi diario y apuntar aquí todos mis pequeños y grandes momentos me ayudó a recuperar infinidad de detalles que no recordaba, y es que para mis lectores siempre son lo más importante. Ahora intentaré conciliar el sueño en este largo vuelo de regreso y mañana, ya en casa, retomaré mi nueva vida.”


Ésta es la última anotación en su diario. Formé parte de la brigada de emergencia para asistir a los familiares de las víctimas y devolverles sus objetos personales, rescatados entre los restos del accidente aéreo. Además de su diario en una mochila, descubrí en su maleta un ejemplar de su última novela inédita que al pasar por mis manos decidí guardarla para mí.

Ayer acabé de leerla y ahora se me presenta un dilema. Tengo la tentación de apoderarme de su historia y como su autora novel darla a conocer al mundo. Podría solucionarme la vida, salir de este agujero de monotonía insulsa y mediocre en el que llevo sumergida durante años. Mi vida puede cambiar de la noche a la mañana, ¿es que acaso no me lo merezco? Mientras decido que hacer con mi futuro dejo volar mi imaginación y pienso en lo que podría representar mi decisión.


dimecres, 15 de febrer del 2023

Cada jueves, un relato: - Historia de un Secreto - “ La novia inventada”

Para el reto juevero de esta semana, nuestra compañera NEOGEMINIS desde su blog nos propone crear un relato en torno a los secretos y los problemas que pueden surgir al intentar mantenerlos.

Aquí podréis encontrar el resto de relatos participantes.


LA NOVIA INVENTADA



Eran amigos desde parvulario y sus caracteres no podían ser más opuestos. Uno era descarado y extrovertido, mientras que el otro era tímido y reservado. Estudiando electrónica e informática en el instituto, decidieron apuntarse al grupo de teatro, ya que les pareció la mejor forma de conocer chicas, en su clase no había ninguna.

En abril representarían nada menos que “La Pasión”. Les asignaron los papeles de soldado tres y cuatro. Desde el primer ensayo, el muchacho extrovertido quedó prendado de María Magdalena. No dudó en compartirlo con su amigo, que se mostró secretamente decepcionado.

Había empezado a notar un nuevo sentimiento hacía él, una necesidad de estar siempre a su lado, alejándose de la amistad y acercándose más al enamoramiento. Pero era incapaz de confesárselo, moriría de la vergüenza y no podía imaginar como recibiría la noticia. No quería perderlo así que optó por ocultarla.

Su amigo le notó el ánimo decaído enseguida y le preguntó si estaba enamorado igual que él. El más tímido, que no esperaba la pregunta tan directa, le confesó que sí, pero decidió contarle que su amor no correspondido, era el mismo que el suyo. Su amigo entendió ahora su melancolía y le dijo que allí lo tenía a él para hablar de su mal de amores compartido.

Pasaron los meses y el enamoramiento de ambos era cada vez más intenso. El extrovertido intentaba cruzar una mirada o una palabra con cualquier pretexto con la muchacha, sin éxito. Un día se decidió y le propuso ir al cine juntos, pero María Magdalena ya salía desde hacía unos días con Poncio Pilatos. El más tímido, aliviado por la noticia, se ocupó de consolar a su amigo.

Tras la representación se enteraron que María Magdalena ya no salía con Pilatos. El muchacho tímido decidió seguir en el grupo de teatro, aunque no le entusiasmaba demasiado, era la mejor forma de compartir el tiempo libre con su amigo y poder vigilarlo de cerca. No dudaba que volvería a intentarlo con María Magdalena y le tocaría estar a su lado si volvía a fracasar, ofrecerle de nuevo un hombro en el que llorar. Por encima de todo era su mejor amigo, y aunque quizá nunca se atreviera a confesarle su secreto, no pensaba separarse de su lado, jamás.


diumenge, 12 de febrer del 2023

Acervo de Letras - VadeReto - Tema: El viaje - "El árbol de mi vida"

El reto propuesto desde el Blog "Acervo de Letras", para el "VadeReto" de este mes de Febrero es escribir un relato sobre un viaje, que incluya las siguientes premisas:

- Puede ser en cualquier medio de transporte.
- El viaje debe tener un propósito concreto.
- El destino tiene que ser la consecución de una búsqueda.
- Durante el viaje ocurrirá algo que transformará a los personajes.


EL ARBOL DE MI VIDA


Foto:Pixabay


Llevaban diez años viviendo en Santa Reparada, un antiguo convento que con el creciente turismo en la zona se había reconvertido en un albergue juvenil. En verano, Semana Santa y algunos puentes, recibían a numerosos grupos de estudiantes para pasar allí unos días entre el mar y la montaña, y también para San Juan con motivo de viajes de fin de curso, se llenaba hasta arriba.

Ella y su marido eran los guardeses del lugar y encargados del mantenimiento y limpieza de las instalaciones además de gestionar las reservas de las escuelas y centros excursionistas durante todo el año. Allí se vivía muy bien, incluso demasiado tranquilo a veces, pero siempre pensaron que había sido una buena decisión. Sus hijos venían a visitarlos una vez al mes, y en verano pasaban sus vacaciones allí con sus parejas y sus nietos.

Ese año se le había metido en la cabeza que antes de que llegara el verano tenían que deshacerse de un viejo roble situado en el lateral del recinto. Habían planeado cortarlo ya que su tronco se inclinaba cada vez más, año tras año, y parecía que en cualquier momento vencería y les caería en el patio donde se organizaban las actividades para los estudiantes y visitantes.

El siguiente fin de semana que les visitó su hijo mayor, le pidieron ayuda para cortar el árbol y decidieron ir a comprar al pueblo más cercano una potente y moderna sierra eléctrica, la iban a necesitar.

Ese sábado, el matrimonio montó en la parte trasera del coche de su hijo, sentados junto a su nieta de cinco añitos recién cumplidos. Aprovecharían la visita al pueblo parar hacer algunas compras en el mercado y darle a la niña algunos caprichos como buenos abuelos.

Arrancó el coche, y a escasos metros del recinto, al llegar a la primera curva de la estrecha y descuidada carretera local, vieron venir de frente a gran velocidad a otro coche que si no hubieran dado un volantazo se hubieran chocado irremediablemente. Evitaron un accidente, pero la maniobra peligrosa provocó su salida de la carretera con tan mala suerte que se despeñaron por la pronunciada pendiente sin que ningún quitamiedos pudiera frenar su caída.

En lo que les pareció una eternidad y pasó en segundos, la abuela pudo reaccionar rápido y abrazar a la nieta firmemente contra su pecho, para intentar protegerla de la inminente desgracia. Quiso la fortuna que el coche cayera rodando ladera abajo, hasta que el viejo roble paro en seco su caída, evitando que se prolongara y arrasaran con todos los visitantes que se encontraban en el patio principal del convento.

Dentro del coche estaban todos mareados, doloridos y llorosos, al mismo tiempo que gritaban y reían celebrando la suerte que habían tenido de sobrevivir a tremendo accidente. Los visitantes que estaban en el recinto se acercaron al coche para sacarles cuanto antes y comprobaron para su sorpresa que todos estaban bien pese al aparatoso accidente.

El domingo, la familia al completo amaneció magullada pero feliz de disfrutar del nuevo día, a la sombra del viejo roble que les había salvado la vida el día anterior. Mientras la abuela observaba jugar a la nieta en el patio, comprobó que sus manos se habían quedado marcadas en la espalda de la niña, provocando unos oscuros moratones donde la sujetaba tan fuerte durante la caída.

Días más tarde en el patio, se quedó pensando en el árbol y volvió la vista hacía él, esta vez convencida de que lo veía de forma diferente, incluso más erguido. Dentro de ella nació la disparatada idea de que el árbol se había movido, aunque solo fueran unos centímetros y con sus fuertes ramas los había abrazado y parado el golpe, evitando un trágico final. Fue un pensamiento que guardó para ella misma, sin querer compartirlo con nadie, la tomarían por loca y no la creerían.

Desde entonces quiso pensar que el árbol estaba allí para protegerlos y no serían ellos los verdugos que lo sacrificaran. En su interior algo le decía que había sido una señal y que el viejo roble tenía muchas cosas que ofrecerles todavía en su larga vida, que su nieta con suerte alcanzaría a descubrir.






dimarts, 7 de febrer del 2023

Concurso"El Tintero de Oro" - Homenaje a John Kennedy Toole: " El sabelotodo""

El Tintero de Oro nos propone el siguiente reto para el mes de Febrero. Se trata de escribir una historia en la que el protagonista sea un personaje excéntrico, enfrentado al mundo y único.

Aquí podreis leer el resto de relatos participantes:




EL SABELOTODO


Es extraño que hoy aún no haya llegado puntual a su habitual cita de las doce. Cada día lo tenemos aquí sentado en nuestra terraza, de lunes a domingo. Los días laborables suele venir a desayunar de tenedor, como él dice, y los fines de semana a tomar el aperitivo.

Aunque es un hombre muy simpático y agradable, siempre viene solo. Sentado en la misma mesa todos los días, saluda con cualquier excusa a las mesas vecinas y empieza a tejer hábilmente su tela de araña. Porque tiene un algo especial para atraer a extraños a sus conversaciones que inicialmente parecen amigables e inofensivas, pero que una vez inmersos en ellas es muy difícil poder salir ileso.

Cuando aún no lo conoces, a modo de presentación, siempre explica que había sido un niño precoz desde la infancia, era el entretenimiento de todos en cualquier reunión familiar. Su memoria era tal que era capaz de memorizar datos sin límites: fechas, nombres, lugares, cifras, citas, no se le resistía nada. En casa era el rey, un genio que sus padres estaban orgullosos de exhibir siempre que tuvieran la oportunidad. Pero en la escuela, era el sabelotodo, el repelente, un monstruito con el que todo el mundo se sentía incómodo e inferior y nadie quería estar a su lado ni tener nada que ver con él.

Ahora ya jubilado, tras una larga vida laboral ejerciendo de notario, es un hombre un tanto peculiar. Lo más destacable y lo que lo define es que siempre tiene respuestas para todo, y si no es así, se las inventa. Si lo observas atentamente es fácil de detectar. Cuando sabe la respuesta es como un niño travieso, sonríe y con las dos manos se recoloca su vistosa pajarita antes de empezar con su explicación magistral. Pero si no sabe la respuesta, mientras idea que responder en cuestión de segundos, con una mano se quita su sombrero de ala, con la otra se repeina pasando sus dedos entre su escaso pelo gris, para volverse a colocar de nuevo el sombrero y empezar su recién inventada disertación.

Cuando hago turno de tarde en el bar, al salir del metro, suelo encontrármelo allí hablando con el “Comité de sabios”, como los llama él. Es un grupo selecto de contertulios que sentados todas las tardes en los bancos que hay en frente de la estación, arreglan el mundo, aunque sea tan solo por unos minutos. El grupo está formado principalmente por jubilados que no soportan la compañía de los de casa y huyen a la calle en busca de nuevos amigos. También los hay jóvenes desocupados o que han conseguido una paga de discapacidad o larga enfermedad, invierten su tiempo libre en filosofar por las esquinas, con quien quiera escucharles, mientras sostienen una cerveza inspiradora en sus manos. Allí se discute sobre política, economía, estrategias de guerra, sanidad, justicia, construcción y urbanismo, transportes, de todo lo opinable y más. Y ahí es cuando el “sabelotodo” se luce con su indiscutible dialéctica, su fuente inagotable de datos y su dilatada experiencia vital. Y es que le encanta seguir siendo tras los años, el centro de atención. Se siente rejuvenecer. Y pobre del que le lleve la contraria.

Siempre llama la atención, no solo por su aspecto que nunca pasa desapercibido, sino también por su personalidad arrolladora. Cuando lo tratas te das cuenta que es un hombre con infinidad de rarezas y “tics”. Una de ellas es girar la cucharita del café cinco veces hacía la izquierda, y acto seguido, cinco veces hacía la derecha, así, como para no casarse con nadie.

Otra peculiaridad que lo define es que siempre cruza los semáforos justo cuando se acaban de poner en rojo. Lo comenta todo el mundo que lo conoce, porque algún frenazo peligroso y numerosos incidentes ha protagonizado por el barrio. Hay varias teorías al respecto, la más popular es que es todo un rebelde, un inconformista y un provocador.

Especulan con otra teoría. Cuentan que, al nacer, su abuela medio meiga vaticinó que se vería involucrado en un accidente de tráfico mortal. Su madre siendo ya adulto le hizo prometer que nunca subiría a un automóvil y por ello nunca aprendió a conducir. Así que nunca iba en coche, taxi, moto ni autobús. Solamente viajaba en metro y en tren, y ocasionalmente en avión. Su astucia evitando su destino durante su larga vida quizá le hizo olvidar con los años el riesgo latente que siempre existe en una gran ciudad. ¿O podría ser que, siendo un provocador nato, rasgo que se le ha ido acentuando con la edad, quiera poner a prueba la clarividencia de su anciana abuela, o incluso darle la razón?

En cualquier caso, es todo un misterio este hombre, aunque se muestre siempre como un libro abierto, en ocasiones resulta un gran desconocido para todos. ¡Ay, mira! Ahora lo veo cruzar la calle, como siempre en rojo, con sus pasos cortos como dando saltitos, mientras diviso su sonrisa bajo su excelente y bien recortado bigote. Es fácil distinguirlo en la distancia por su colorida y llamativa pajarita a juego con sus tirantes. Y su elegante americana, incluso en los calurosos domingos veraniegos. ¿Crees que sus oscuras gafas de sol y el humo de su pipa le dejarán ver a tiempo el veloz y moderno patín que se le aproxima por la acera?



divendres, 3 de febrer del 2023

XIII Edició del Concurs ARC - La Sort: El Mirall - Set anys de condemna

Torna de nou el Concurs ARC de Microrelats a la ràdio. Al seu web podeu trobar infinitat de relats en català.


En aquesta XIII Edició del Concurs ARC, ens proposen com a tema principal "La Sort". En aquesta quarta entrega del mes de Febrer, el subtema suggerit és "El mirall".

Us comparteixo el relat que he presentat, i us convido a visitar el web per poder llegir la resta de relats i també, si us animeu, a participar. 

Aquí teniu les bases:

SET ANYS DE CONDEMNA

Foto: Pixabay


Ho vam deixar amb la dona després de quasi vint anys de relació i una discussió monumental que cap dels dos vam saber solucionar. Imagino que ja teníem molt de temps de desgast i poques forces per continuar plegats.

El dia que vaig tornar al nostre pis, per recollir les darreres coses va començar la pitjor època de la meva vida. Em vaig voler emportar un vell mirall que havia sigut de l’àvia i al ficar-lo a l’ascensor es va trencar. Es curiós que quan me’l va regalar no em va fer gaire il·lusió, en canvi a la meva dona li va encantar. Potser per això vaig voler emportar-me’l, no pas perquè el necessités ni m’agradés. Només com a record de l’àvia i per fotre a la meva parella amb una cosa que ella desitjava.

El vam tenir durant quasi vint anys al rebedor de casa i no recordo haver-me mirat en ell ni un sol cop, encara que fos per comprovar abans de sortir si tot estava en ordre i al seu lloc. En canvi ara, i durant tots aquests set interminables i horribles anys no he pogut treure-me’l del cap ni un sol instant. Em quedaria curt si digués que he tingut mala sort.

Durant aquests set anys he perdut a persones molt importants en la meva vida; he tingut un accident de cotxe que em va tenir a l’hospital durant força mesos; he sigut incapaç de reconciliar-me amb la meva dona ni tampoc trobar una altra persona amb la que compartir la vida; molts dels que creia eren els meus amics han desaparegut del meu entorn com per art de màgia; i la meva pobre gateta Lluna es va escapar de casa un dia i mai més la vaig tornar a trobar.

Demà mateix farà set anys que vaig deixar el pis i a la meva parella, set anys que es va trencar el maleit mirall i set anys que va començar la meva desgràcia. Per fi quedaré alliberat d’aquesta injusta i llarga condemna?



dijous, 2 de febrer del 2023

Cada jueves, un relato: Dobles, Clones, Gemelos o Siameses - “Como dos gotas de agua”

 

Esta semana en el reto juevero, nuestra compañera DOROTEA desde su blog LAZOS Y RAICES, nos propone crear una historia de personajes no únicos sino duplicados. Serían el caso por ejemplo de los dobles, clones, hermanos gemelos y trillizos, o incluso siameses, adentrándonos en sus misteriosas y especiales relaciones.

Aquí podréis encontrar el resto de relatos participantes.


COMO DOS GOTAS DE AGUA


Foto: Pixabay

Cada mañana al mirarme al espejo te veo. Hoy ya hace dos años que te marchaste. Aún no sé cómo he podido vivir este tiempo sin ti a mi lado. Nunca habíamos estado separadas. Nuestra relación siempre fue especial, más íntima y profunda que con cualquier otra persona. De pequeñas formábamos una tremenda pareja. Tan traviesas que éramos las reinas del patio en el colegio. Y en el instituto, las más envidiadas por nuestros trofeos en futbol, baloncesto o atletismo. Éramos muy competitivas y no se nos resistía nada. Nos gustaba vestirnos igual, los demás pensaban que era por falta de personalidad, pero en realidad nos hacía sentir mejor así, más unidas, y es que además teníamos los mismos gustos en casi todo.

Acostumbradas desde siempre a vivir, comer y dormir juntas, todo este tiempo estando alejadas me ha parecido una eternidad. Que estemos a miles de kilómetros de distancia una de la otra, no impide que nuestro grado de entendimiento y compenetración sea el de siempre. Con diferencia de minutos nos ha venido el mismo pensamiento a la mente o hemos tenido una misma sensación.

Cuando te marchaste a estudiar al extranjero aprovechando la beca que conseguiste con tanto esfuerzo, no pensé que se me haría un mundo, pero no podías desaprovechar la oportunidad.  En tus cartas me explicas tu vida allí y es como si lo conociera todo sin haber estado. Se que en breve volverás y estaremos juntas de nuevo ¿será todo como antes o será ya distinto para nosotras?

Para mí la vida aquí es como incompleta ahora. Me pesa en el alma no poder comentarte a diario aquellas pequeñas cosas e insignificantes que compartíamos desde que tengo uso de razón. Cuando estoy con papá y mamá no puedo evitar sentirme sola, aunque estén siempre pendientes de mí, ya sabes como son. Si quedo con nuestros amigos me preguntan por ti, están deseosos de que regreses. Dicen que se les hace extraño verme sola, sin ti a mi lado, es como si fuéramos un pack de dos, inseparable para ellos también.

Cuento los días que quedan para tu regreso y volver a estar juntas como siempre en tiempo y espacio. Eso sí, me preocupa que cuando vuelvas sea con tu “media naranja” como lo llamas y yo ya no vuelva a ser tu otra mitad nunca más.