Pestañas

dimecres, 31 d’agost del 2022

Reto Juevero - El mito de Cenicienta - "Ridícula Magia"

Esta semana en el reto juevero, nos invita DOROTEA a participar, con una nueva propuesta. El tema sugerido esta vez es un relato inspirado en el personaje mítico de CENICIENTA, y todo lo que representa. Inventar una historia cuya protagonista salga de la nada y sorprenda a todos y a sí misma porque vale mucho más de lo que todos creen.




Puedes encontrar el resto de relatos participantes aquí.


RIDÍCULA MAGIA



Un regalo que me ha hecho la vida es padecer una profunda vergüenza, no puedo evitar sentir pánico al exponerme a los demás. Imagino que por pura inseguridad en mí misma. En la escuela odiaba salir a la pizarra. Sentirme observada y juzgada por toda la clase era un mal trago que sufría a diario. Malo si me equivocaba, porque se burlaban por ser tonta. Peor si lo hacía bien, por empollona.

Un día antes de las Navidades, teníamos que recibir el regalo del amigo invisible en clase. Lo que de entrada parecía fácil, solo tenía que ir a la mesa del profesor, recoger mi regalo y volver a sentarme en mi pupitre, se complicó un poco más. El profesor tuvo la mala idea de hacerme abrir el regalo delante de toda la clase, debía sospechar su contenido. Noté como toda mi cara hervía bajo mi piel colorada y me atacó un pequeño tic en un ojo, mientras comprobaba que mi regalo era un simpático pez de colores dentro de un bote de cristal. Fue uno de los mejores regalos que haya recibido nunca, y uno de los peores momentos de mi vida. La mitad de la clase se reía de mí y la otra mitad vino enseguida a ver más de cerca mi regalo. Siempre he odiado ser el centro de atención, esa fue la principal razón por la cual me negué a hacer la comunión, aun sabiendo que renunciaba a un día genial entre familia y amigos y a un sinfín de regalos.

En un final de curso teníamos que representar un pequeño festival delante de todo el instituto, con varias actuaciones musicales. Era obligatorio para aprobar la asignatura de música así que no pude negarme. Llegó mi momento en el escenario y al disponerme a tocar una pequeña pieza al violín, empezó de nuevo aquella conocida y desagradable sensación. Pero entonces ocurrió un hecho insólito, y es que al tocar los primeros acordes con mis manos temblorosas empecé a pensar que ojalá no estuviera allí. Y para mi sorpresa y la de todos, desaparecí del escenario, siendo la actuación más aplaudida de aquel día, todos pensaron que había sido un truco de magia. Aparecí misteriosamente en los lavabos del gimnasio unos minutos más tarde.

Este curioso don se ha repetido desde entonces siempre que me siento agobiada y me invade la vergüenza o el sentido del ridículo. Y con los años he sabido sacarle partido. Ahora, ya adulta, soy consciente de que, siendo una violinista mediocre, el factor escapista de mis actuaciones hace que el público sienta cierta curiosidad por mí. Se que mi éxito es efímero, pero quizá me ayude a lidiar con esta ridícula vergüenza. ¿O quizá me acompañe siempre, junto con este mágico don? 



30 comentaris:

  1. ¿Qué pasará cuando tenga más tablas y pierda la vergüenza?, bueno, si eso sucede, espero que el don continúe.
    ¿te imaginas, por temor, vergüenza o cualquier sentimiento que nos paralice poder transportarnos?, una grandiosa locura
    Abrazo

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    1. Pues si un día pierde la vergüenza y su don, quizá ya no venga nadie a verla tocar el violín. La gente es así! Sería tremendo poder disfrutar de ese don, aunque solo fuera en una sola vez en la vida. Besos!

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  2. Me encantó. No era que superara los miedos, es que, por magia, desaparecía. Qué poder más bueno :-)

    Un abrazo

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  3. Era una avestruz violinista. Como cerrar los ojos muy fuerte para que no te vean, pero hecho realidad..
    Has hecho un sorprendente cambio de genero. Independientemente de que fuera un cuento, la conversion en texto de Magia sorprende.
    Besosss amiga

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    1. "Avestruz violinista"! Me viene la imagen y me encanta! Quería partir de una situación corriente para darle un toque de magia al final, que no puede faltar en cualquier cuento, sea clásico o actual! ¿Verdad?

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  4. Una historia de exceso de verguenza fraguada con imaginación y humor...me encantó eso que te ha dejado Gabi de " aveztruz violinista"... muy apropiado para esa pobre tímida! Un abrazo

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  5. Magia, siempre hay magia... Y el pez de colores dentro del cristal, y una avestruz violinista... Son imágenes que uno termina dibujando

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    1. Si, la magia no puede faltar, dentro de los cuentos ni fuera. Hace la vida más llevadera! La "avestruz violinista"... creo que le cambiaré el título al relato como homenaje a la aportación tan acertada de Gabiliante, de momento he añadido una ilustración en mi publicación en su honor.

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  6. Has seguido usando la magia en tu relato, quizás es un elemento necesario para vivir esta vida que nos tocó.

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    1. Totalmente de acuerdo Tracy! Aunque nos hagamos adultos, siempre hay que intentar tener presente un poco de magia en la vida! Nos aporta ilusión y esperanza que nunca están de más!

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  7. Genial relato me gusto como cambiaste el cuento. Te mando un beso. Enamorada de las letras

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    1. Gracias J.P! He visitado brevemente tu blog y veo que tengo mucho material pendiente para leer. Incluido un relato por entregas. Espero ponerme al día pronto. Saludos!

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  8. Estás a un paso de la santificación...si, como lo digo, tu don de la translación es el primer paso para la santificación y subir a los altares. Ya ves no te gustaba ser centro de atención y puedes terminar dedicándote rezos y peticiones. Un abrazo

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    1. Con un don así, una ya podría olvidarse del anonimato para siempre! Aunque el secreto para despistar es que todos piensen que es un truco de magia. Que no es magia verdadera! Ja,ja! Saludos!

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  9. Es precioso Marifelita, me encanta como relatas, que disfrute el mágico son.
    Un abrazo.

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    1. ¿Quién no ha vivido momentos así, sobre todo en la infancia y la adolescencia? ¿Y quien pudiera disfrutar de ese don aunque solo fuera un breve instante? Gracias Dakota! Un abrazo!

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  10. yo también he sido y soy tímido. y tampoco me gusta ser el centro de atención.
    cuando era adolescente y nos juntábamos con toda la familia en verano, si un día la comida no me gustaba, hacía como que comía y procuraba pasar desapercibido. pero siempre había algún/a bocazas que decía "jose mariii, qué pasaaa, que no te gustaaaa?", y ya tenía todas las miradas clavadas en mí, justo lo que quería evitar. :P
    seguro que eres muy buena violinista, y si un día lo tocas en público te dejarás llevar por la magia y te olvidarás de todo.
    abrazos!

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    1. Tengo que reconocer que la tímida del relato soy yo, y que siendo ya adulta en ocasiones incómodas aún pienso: "si pudiera desaparecer ahora! Me encanta la música aunque nunca aprendí a tocar ningún instrumento. Ahora que lo pienso, si pudiera pedir un deseo, saber tocar el violín también me gustaría. Que dilema! Ja ja! Saludos!

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  11. Poder desaparece es simplemente algo increible, un don que nadie mas tiene, ..., como magia seria hiperfamosa

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    1. Si, sería impactante, verdad? Como el Houdini o el Copperfield del siglo XXI.

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  12. Menos mal que no apareciste como conejo saliendo de una chistera. Broma aparte, valoro el tema de la vergüenza personal. Al vergonzoso no se le ha valorado como debería. Era apreciado el decidido, el lanzado, el que respondía primero, el que ¿iba para líder? Como uno fue también vergonzoso en la infancia ante determinadas circunstancias públicas reconozco su valor. En esa actitud había prudencia, excesiva tal vez, pudor, introversión, conciencia de la inseguridad y en suma más valoración de uno mismo de lo que nadie podía sospechar. Porque al exponerse en público uno se aparta un tanto de sí mismo y, aunque hay que mantener formas por aquello e las reglas del juego social, las exposiciones son arriesgadas siempre. Pero mereció la pena tener vergüenza, algo que hoy tantos adultos desconocen y esgrimen bravuconería cuando no es sino impotencia. Interesante el tema y apetitosa e imaginativa tu descripción.

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    1. La vergüenza a menudo no nos deja ver nuestras cualidades positivas, es cierto. La prudencia, el pudor y la introversión no están de moda ahora pero sin duda les doy su valor. Pero la falta de decisión puede hacerte perder una gran oportunidad, aunque bien pensado, el exceso de exposición o bravuconería también! Que difícil encontrar el punto justo de las cosas, verdad?

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  13. Genial toque mágico a un cuento ya de por sí extraordinario.
    Personalmente más que una excesiva vergüenza diría que es una timidez en grado superlativo.
    Me gustó mucho.
    Saludos.

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    1. Nada es bueno en grado superlativo, y en el caso de la timidez es especialmente molesto. Pero con un poco de magia, todo es más llevadero! Gracias por tu comentario! Saludos!

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  14. Que siga así y llegará lejos, espero que no tanto como para perderse.
    Seguro que el ''don'' te acompañará hasta que no te confirmes, amiga, que deambulas el camino de las tinieblas :-)
    Abrazo

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    1. Un poco tenebroso si que es el camino, cuando uno está frente a algo que se le escapa a la comprensión! También lo és cuando no disfruta plenamente de la vida por culpa de sus miedos e inseguridades. Que camino le parecerá menos tenebroso para seguirlo? Saludos!

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    2. Si llega a encontrar un camino ''no'' tenebroso, te aseguro que esta chica lo hará ver mortal y encima que es penosa, se le ocurre ser violinista... como echarle combustible a un bosque incendiario
      Abrazo

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    3. Eso es muy humano también, sacarle partido a aquello que nos hace únicos y excepcionales, por mucho miedo que nos dé... Ja, ja! Nos puede la codicia! Saludos!

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  15. Un "tierra trágame" exquisito y muy realista. Quién no habrá sufrido ese bochorno y el intenso deseo de encontrarse a años luz. Gracias por este relato que espero no hayas vivido en tus propias carnes. Un abrazo

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    1. Gracias Dorotea! La anécdota del pez es real de mi niñez, lo de tocar el violín y desaparecer ya es fantasia...Ja ja! Pero, ¡quien pudiera! ¿verdad? Un abrazo.

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